Bruselas advierte de que "la alta deuda pública" hace "vulnerable" a España

La Comisión Europea (CE) sigue anotando deberes a España. Y alertando de las consecuencias que pueden producirse en caso de no hacerlos. Si hace dos semanas reforzó la necesidad de seguir adelante con las reformas y avisó de que la economía española aún es "vulnerable" a los shocks económicos que puedan sufrirse, ahora centra su foco en la deuda pública. Lo hace para llegar a la misma conclusión: "La alta deuda pública representa una fuente de vunerabilidad para la economía española".

Bruselas pronostica que la deuda española se mantendrá en torno al 100% del PIB hasta 2020 si nada cambia en materia fiscal, aunque prevé una reducción cercana a nueve puntos porcentuales dentro de diez años: estará por encima del 90% del PIB en 2026, estima la CE en su último informe sobre sostenibilidad fiscal. Por ello alerta que la falta de cambios en política fiscal lleva a "elevados riesgos para España" en las proyecciones a medio plazo.

La probabilidad de que la tasa de deuda pública en 2020 esté por encima de la de 2015 (101% del PIB) es del 40% aproximadamente, "lo que implica un alto riesgo" teniendo en cuenta un punto de partida ya de por sí problemático, advierte Bruselas. Este porcentaje está por encima de lo estimado por el Gobierno, quien había previsto situar el endeudamiento por debajo de ese umbral en 2016. Por ello la CE insiste en que España no debe dar la espalda a las medidas para contener la deuda pública.

Sin riesgos a largo plazo

No obstante, las perspectivas son más optimistas a largo plazo. Los técnicos de la CE aprecian un "bajo riesgo" gracias a la reforma de las pensiones, pues ayudará a controlar los gastos y a combatir uno de los retos más importantes a los que se enfrenta España: el envejecimiento de la población. Las medidas que ha tomado el Gobierno ante el aumento de la esperanza de vida compensan la "evolución negativa de la asistencia sanitaria", considera el organismo.

Tampoco identifica riesgos significativos a corto plazo en términos fiscales ni macroeconómicos, aunque destaca indicadores como el déficit público y la necesidad de financiación de la economía española como posibles retos. De hecho, Bruselas seguirá apretando las tuercas a España en este aspecto sea cual sea el Gobierno.