Es noticia
La vuelta de la inflación al terreno negativo mete aún más presión sobre Draghi
  1. Economía
máxima expectación en el mercado

La vuelta de la inflación al terreno negativo mete aún más presión sobre Draghi

Ya queda menos. La reunión del BCE se acerca. Y la expectación se dispara conforme pasan los días y las estadísticas. El euro descuenta una contundente acción de la entidad

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi, en una comparecencia en el Parlamento Europeo./REUTERS
El presidente del BCE, Mario Draghi, en una comparecencia en el Parlamento Europeo./REUTERS

Mario Draghi es preso de sus palabras. El 21 de enero anticipó que el Banco Central Europeo (BCE) iba a adoptar más estímulos en la siguiente reunión, que tendrá lugar el próximo 10 de marzo. Y las expectativas y la presión no dejan de crecer conforme se acerca la fecha. Sobre todo, después del dato de inflación provisional de febrero que Eurostat facilitó este lunes.

Según la oficina estadística europea, la inflación regresó al terreno negativo durante el mes pasado. En concreto, los precios se abarataron un 0,2% con respecto al mismo mes de 2015, un dato que proporciona más munición para que Draghi actué el jueves de la próxima semana. De hecho, el dato conocido este lunes es el más bajo desde finales de 2014 y comienzos de 2015, que fue el periodo en el que el BCE primero anunció y luego comenzó a ejecutar su programa de compras de deuda pública y privada en el mercado (QE).

El riesgo de decepcionar

El dato de febrero deja el camino tan despejado para que Draghi potencie su arsenal contra las presiones deflacionistas que le expone a otro riesgo: el de defraudar. Ya le ocurrió a finales del año pasado. En octubre se comprometió a lanzar más medidas en diciembre. Y lo hizo, porque alargó el QE desde septiembre de 2016 hasta marzo de 2017 y porque redujo los tipos de interés de la facilidad de depósito del -0,20% al -0,30%, pero al mercado le supo a poco.

Tres meses después las expectativas vuelven a ser altas. El mercado espera que siga retorciendo los tipos de depósito, hasta el -0,40% e incluso el -0,50%, y que refuerce el QE con más munición: de los 60.000 millones al mes actuales hasta un volumen superior, de 70.000 u 80.000 millones mensuales. Y no se descartan otras medidas vinculadas con una ampliaición de los activos que puede comprar bajo el QE o con el establecimiento de distintos tipos de interés de penalización para tratar de estimular el crédito.

El problema, sin embargo, es que el BCE insistiría así en unas medidas que por el momento no están fabricando inflación ni reactivando el crédito. El retorno de la inflación a tasas negativas y el exceso de liquidez existente, que se acerca ya a los 700.000 millones de euros al día, así lo acreditan. Por eso, precisamente, no se descarta alguna medida todavía más heterodoxa con el fin de promover nuevos incentivos para intentar reanimar el crédito y la actividad económica.

A la espera del veredicto final, lo cierto es que la inflación de febrero y las altas expectativas con las que se aguarda a Draghi ya están dejándose notar en los mercados. El euro se depreció este lunes un 0,5% contra el dólar, hasta los 1,088 dólares, con lo que vuelve a los niveles a los que cerró 2015 tras haberse acercado a los 1,14 dólares a mediados de febrero.

Las mismas causas también sirvieron para desencadenar otra ración de compras en el mercado de deuda pública europea, que presenta un aspecto cada vez más extraordinario porque el volumen de títulos que muestra una rentabilidad negativa cada vez es mayor. En la deuda alemana, el interés negativo se alarga ya hasta los bonos a nueve años, que ayer cerraron al -0,013%, el nivel más bajo de la historia. Lo mismo ocurrió con los bonos franceses a siete años, cuya rentabilidad descendió hasta el -0,018% tras romper por primera vez el umbral del 0%. En las referencias a 10 años, el rendimiento del 'bund' germano cayó al 0,11%, el nivel más bajo desde abril. En el caso del bono español a 10 años, retrocedió al 1,53%.

Mario Draghi es preso de sus palabras. El 21 de enero anticipó que el Banco Central Europeo (BCE) iba a adoptar más estímulos en la siguiente reunión, que tendrá lugar el próximo 10 de marzo. Y las expectativas y la presión no dejan de crecer conforme se acerca la fecha. Sobre todo, después del dato de inflación provisional de febrero que Eurostat facilitó este lunes.

Mario Draghi Banco Central Europeo (BCE) Política monetaria
El redactor recomienda