Galicia baja impuestos y elimina sucesiones y donaciones gracias al repunte económico

El Gobierno gallego ha aplicado una reducción de impuestos que está vigente ya desde el inicio de 2016. La buena marcha de la economía de Galicia ha conseguido relajar la presión fiscal sobre sus ciudadanos. De entre todas las medidas aplicadas, destaca la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones.

Así, la Xunta ha elevado desde el 1 de enero la reducción por parentesco a 400.000 euros. Esto quiere decir que en las herencias inferiores a 400.000 euros por heredero, los herederos por línea directa no pagarán ni un euro. De este modo, el 99% de los ciudadanos gallegos no tendrán que pagar este impuesto en el momento en que hereden como hijos, padres, abuelos, nietos o cónyuges, mientras que el 1% restante pagará menos. Así, Galicia se une a las comunidades con este impuesto más bajo y destaca el objetivo de mantener la capacidad económica de la familia tras el fallecimiento del miembro que aporta el patrimonio.

El ahorro estimado por el IRPF, según la Xunta, es de 380 euros al año por contribuyente, lo que en total supone un impacto de 140 millones para la región

Las rebajas fiscales no terminan ahí. Galicia aplica desde este año un Impuesto sobre la Renta de las Personas Física (IRPF) más bajo de forma progresiva para su tramo autonómico. De esta manera, el 98,5% de los contribuyentes de esta Comunidad Autónoma se beneficiaran de la medida. El ahorro estimado, según la Xunta, es de 380 euros al año por cada contribuyente, lo que de forma agregada supone un impacto de 140 millones para las arcas regionales.

Además, la Xunta aplicará una serie de bonificaciones fiscales para familias, hogares y empresas por un importe de 364 millones de euros, lo que implica un 13,3% de incremento a este efecto con respecto al año anterior. El programa autonómico fiscal se completa con medidas de estimulo en el ámbito rural, sector importante para la comunidad. En concreto tres: exención de impuesto para transmisión de fincas en suelo rústico, también deja de tributar la transmisión o ampliación de explotaciones agrarias, así como la agrupación de fincas.

Impulso económico

La batería de medidas fiscales llevadas a cabo por la Xunta de Galicia vienen avaladas por la fortaleza de la economía regional. El PIB creció un 2,1% en 2015, con lo que se encadenan dos años consecutivos de crecimiento. Este crecimiento tiene varias partes positivas. El gasto en consumo final creció un 2,2%. Por sectores, la construcción se elevó un 3,7%, la industria manufacturera ganó un 4,6% y el sector servicios se elevó un 2% el año pasado.

Estos número se traducen en un descenso del paro. La tasa de desempleo gallega bajó en tres puntos, con lo que la Comunidad Autónoma tiene 41.000 parados menos y 32.000 ocupados más que hace un año. En este contexto, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en 18.000 personas.

La tasa de desempleo gallega bajó en tres puntos, con lo que la Comunidad Autónoma tiene 41.000 parados menos y 32.000 ocupados más que hace un año

En cuanto a las cifras macro, Galicia cerró con un nuevo récord histórico de exportaciones. Las ventas al exterior alcanzaron los 18.800 millones de euros. El saldo comercial fue de 3.741,4 millones de euros, un incremento del 11,4% con respecto a 2014.

También subió la producción industrial, que escaló un 4,1% interanual y la venta en el comercio minorista, que repuntó un 5,5%.

Finalmente, cabe destacar que tanto la confianza empresarial como la del consumidor subieron el año pasado, lo que supone un buen augurio de cara al futuro.