El desplome del petróleo inyecta 14.500 millones al bolsillo de los españoles

La renta disponible de las familias ha vuelto a crecer en 2015 (un 1,1% en términos anuales). Y en ello tiene mucho que ver de forma indirecta el desplome del petróleo y su influencia sobre la actividad económica. Hasta el extremo de que en los 10 primeros meses del año el ahorro para la economía española ha sido de 14.486 millones de euros en importaciones de crudo. Ha pasado, en concreto, de alcanzar los 47.686 millones a 33.200 millones en apenas un año.

Para hacerse una idea de lo que significa esa cifra, hay que tener en cuenta que supone el 41% de las exportaciones que realiza la industria del automóvil española.

El ahorro es consecuencia de un cambio transcendental que ha dado alas a la economía. Si el precio del crudo Brent se situó, en media anual, en 99,4 dólares en 2014, en lo que va de año, según los datos que maneja el Ministerio de Economía, se ha desplomado hasta los 53,4 dólares. Por lo tanto, se ha hundido hasta prácticamente la mitad y con una tendencia a la baja. En la actualidad, se mueve en el entorno de los 36-38 dólares con un tipo de cambio estable en el entorno de 1,09 unidades por euro.

Eso significa que la factura petrolífera para un país como España (fuertemente dependiente del consumo de hidrocarburos importados) seguirá cayendo, lo que explica, en buena medida, la corrección del déficit comercial. No en vano, los productos petrolíferos representan nada menos que el 50,8% del consumo final de energía. El grado de autoabastecimiento de petróleo representa apenas el 0,3% del total.

Si el año pasado por estas fechas el saldo deficitario de los productos petrolíferos (importaciones menos exportaciones) era equivalente a 33.055 millones, ahora ha bajado hasta los 22.693 millones. El hecho de que el sector exterior se equilibre es determinante desde el punto de vista del crecimiento económico, toda vez que lo que ha pasado en los últimos trimestres es que el déficit ha drenado capacidad de avance del PIB. Los recientes datos de Estadística muestran que la renta disponible bruta de los hogares se situó en el tercer trimestre en 161.648 millones.

Un importante ahorro que ha enderezado la balanza de pagos, y que, según el Banco de España, ha registrado un significativo superávit por cuenta corriente (sin contar las operaciones de capital) entre enero y octubre de 10.100 millones. Es decir, que la totalidad de ese excedente con el exterior tiene que ver con la mejora de la balanza energética a consecuencia de la caída de los precios del petróleo.

El descenso en la factura petrolífera ha tenido consecuencias sobre el consumo, influido también por la aceleración de la actividad económica y por las condiciones climatológicas.

Primer incremento desde la crisis

Cores, la empresa que gestiona las reservas estratégicas de España, estima que las importaciones de crudo -no todas se destinan al consumo interior- alcanzaron solo en octubre las 5.433 kilotoneladas, lo que representa el mayor nivel de importaciones para ese mes desde que se dispone de datos.

En los últimos 12 meses, el avance es del 1,5%, hasta las 54.959 Kt. Lo relevante es que se trata del primer incremento del consumo de productos petrolíferos en siete años. Desde 2008, el consumo no había dejado de descender, en coherencia con la situación económica. Aun así, y pese al ligero incremento, España importa hoy unas 20.000 kilotoneladas menos que las que adquiría en pleno 'boom' económico, en 2007, que marca un hito histórico, lo que explica, en parte, el impresionante déficit exterior que llegó a registrar el país (un 10% del PIB).

¿Y a quién compra España productos petrolíferos? Pues fundamentalmente a los países de la OPEP. El cartel acapara el 59,5% del total, lo que supone un incremento interanual de 23,5%, frente al descenso de las importaciones procedentes de países No-OPEP (-18,1%).