España enfrenta una vuelta de tuerca al mercado laboral en el semestre europeo
Contratos flexibles, sistemas de protección social más modernos y menos impuestos al trabajo para las rentas bajas. Bruselas exige reformas para combatir lo que más preocupa a los españoles: el paro
El partido que gane las próximas elecciones no solo tendrá que lidiar con los requisitos de su socio de gobierno. La lupa de Bruselas no pasará por alto los puntos débiles del mercado laboral español en el nuevo semestre europeo. Las viejas exigencias de la Comisión Europea (CE) pasan por contratos más flexibles, menos impuestos al trabajo para las rentas bajas, fórmulas que fomenten la productividad en las empresas y un sistema de protección social más moderno. O dicho de otra manera, nuevos enfoques para combatir lo que más inquieta a los españoles según el CIS: el paro.
Un ejemplo de 'modernidad' en el mercado laboral es el modelo danés, donde los trabajadores quizá no disfrutan de excesiva protección en el propio puesto de trabajo, pero a cambio los parados lo tienen mucho más fácil que en España para encontrar empleo. El paro en Dinamarca no supera el 6% gracias una combinación entre flexibilidad y seguridad bautizada como 'flexiseguridad'. ¿En qué consiste? Contratar y despedir sale más barato, lo que facilita la movilidad y hace que el mercado laboral sea mucho más activo. Según fuentes comunitarias, España ya ha hecho algo en este sentido "pero tiene que hacer más".
Los daneses cuentan con tres meses de plazo para buscar un nuevo trabajo si son despedidos, si bien no reciben ninguna indemnización. Empresa y trabajador negocian el salario en más del 80% de los casos. ¿Podría funcionar este modelo en España? En Dinamarca están muy concienciados con la necesidad de pagar impuestos para financiar un Estado del bienestar muy potente. Las rentas más altas (con ingresos superiores a los 50.000 euros al año) pagan nada más y nada menos que un 53%. Es además uno de los países menos corruptos, una 'medalla' que España no puede colgarse. Dinamarca presume de tener un mercado laboral dinámico y salarios altos, pero su tamaño no es mayor al de Extremadura. Apenas cuenta con seis millones de habitantes, nada que ver con los más de 46 millones de nuestro país.
Dinamarca es líder en 'flexiseguridad'. Los parados lo tienen mucho más fácil para encontrar trabajo
La Comisión Europea pide a los países miembros que metan mano a mercados de trabajo disfuncionales y pone el foco en tres aspectos: ratio de actividad, desempleo juvenil y paro de larga duración. Así consta en las recomendaciones generales que presentó la semana pasada: contratos más flexibles, mejor formación para parados, políticas activas de empleo y modelos de protección social más modernos son algunas de sus propuestas. España no contará con recomendaciones específicas y personalizadas hasta mayo, confirman fuentes europeas a este periódico. Acabar con la rigidez en el mercado laboral para facilitar que los parados puedan integrarse en él es una de sus grandes reivindicaciones.
También advierten del preocupante nivel de endeudamiento y recuerdan que España está en riesgo de incumplir el Pacto de Estabilidad tanto en 2015 como en 2016, al quedarse con un déficit del 4,5% y el 3,5% del PIB. Estas cifras estarían tres y siete décimas por encima del objetivo marcado, respectivamente. La CE ya lo advirtió la semana pasada: España suspende en la mitad de los 14 indicadores sobre desequilibrios macroeconómicos, como desempleo o deuda pública. Por ello invita al nuevo Gobierno que salga de las urnas a remitir un nuevo plan presupuestario con medidas específicas para revertir esta situación.
El partido que gane las próximas elecciones no solo tendrá que lidiar con los requisitos de su socio de gobierno. La lupa de Bruselas no pasará por alto los puntos débiles del mercado laboral español en el nuevo semestre europeo. Las viejas exigencias de la Comisión Europea (CE) pasan por contratos más flexibles, menos impuestos al trabajo para las rentas bajas, fórmulas que fomenten la productividad en las empresas y un sistema de protección social más moderno. O dicho de otra manera, nuevos enfoques para combatir lo que más inquieta a los españoles según el CIS: el paro.
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