El FMI salva a España de la caída general: mantiene el crecimiento y mejora el paro

La economía española se salva por ahora de la ralentización del crecimiento mundial (3,1% este año y 3,6% el próximo). Eso es lo que estima el informe de perspectivas del FMI presentado este martes en Lima (Perú), en el que se prevé un avance del producto interior bruto (PIB) del 3,1% y del 2,5% en 2016. Es decir, lo mismo que lo estimado en primavera.

Estas estimaciones se sitúan ligeramente por debajo de lo previsto por el Gobierno español y los principales institutos de coyuntura, pero la tendencia es muy parecida. El único cambio respecto de las previsiones anteriores se refiere a la composición del crecimiento. Si en abril se esperaba un mejor comportamiento del sector exterior, ahora esas estimaciones se han revisado a la baja. Por el contrario, la demanda interna (consumo público, privado e inversiones) se comportará algo mejor, lo que permitirá cumplir los objetivos.

España, en todo caso, será el país que más crezca de las economías avanzadas (un 1,5% y un 1,6% en la eurozona), pero hay que tener en cuenta que también es uno de los pocos países que aún no han recuperado los niveles de PIB que tenían antes de la crisis, lo que sugiere que la recesión (cinco años consecutivos) fue mayor y ahora la salida es más rápida..

Ese cambio en el perfil de crecimiento en favor de la demanda doméstica -estimulada por factores como la caída de los tipos de interés, las rebajas fiscales o el desplome de los precios del petróleo- lo asumen también el Gobierno español en sus últimas previsiones y el propio Banco de España.Y es que, según Thomas Helbling, jefe de la división de Análisis del FMI, ni siquiera el hecho de que el PIB de Brasil vaya a retroceder este año un 3% influirá en la economía española de forma relevante. España, como se sabe, es el país más expuesto del mundo al deterioro de la actividad económica en Latinoamérica, y, en particular, de los países exportadores de materias primas

Entre los factores a tener en cuenta, también se encuentra el hecho de que la inflación continuará en tasas negativas en 2015 (-0,3%), lo que producirá un aumento de la renta disponible de las familias y de las empresas. Para 2016, el Fondo Monetario Internacional estima un aumento de los precios del 0,9% de media anual. El hecho de que los tipos de interés se vayan a mantener en niveles históricamente bajos es especialmente importante para un país como España, fuertemente endeudado, tanto en el sector público como en el privado.

Respecto del desempleo, las previsiones del FMI sitúan la tasa del paro en el 21,8% este año y en el 19,9% el próximo, es decir, ya por debajo de la cota psicológica del 20%, pero por una diferencia casi inapreciable. Eso quiere decir que, pese a que España encadenará tres años consecutivos con un crecimiento robusto (principalmente en 2015 y 2016), la tasa de paro será, con diferencia, la segunda más elevada de la Unión Europea, solo por detrás de Grecia. La media de la eurozona se situará en el 11% este año y el 10,5% el próximo. Por lo tanto, la mitad que España. Grecia será el único país en el que seguirá creciendo el desempleo (hasta el 27,1%).

En cuanto al sector exterior, el FMI prevé que la balanza de pagos por cuenta corriente registre este año un superávit del 0,9%, y del 1,1% el próximo. Ello permitirá reducir la voluminosa deuda exterior neta de España, que se sitúa en torno al 95% del PIB, el nivel más alto de todos los países desarrollados.