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Ikea, Ericsson y las grandes multinacionales suecas también temen a Podemos
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EL 76,2% CREE QUE HAY INESTABILIDAD POLÍTICA

Ikea, Ericsson y las grandes multinacionales suecas también temen a Podemos

La Cámara de Comercio Hispano-Sueca no oculta su preocupación ante lo que pueda pasar tras las elecciones. ¿Cómo reaccionarían sus empresas si Pablo Iglesias pusiese un pie en La Moncloa?

Foto: La multinacional sueca Ikea. (Reuters)
La multinacional sueca Ikea. (Reuters)

Cuando en los círculos de poder hay jaleo, los empresarios se ponen nerviosos aquí y en Suecia. O si no que se lo pregunten a Anders Brundin, presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Sueca, donde se integran multinacionales como Ikea, Ericsson, Volvo, Yoigo o Securitas. “La inestabilidad política no ha sido un problema hasta ahora, pero puede llegar a serlo”, confiesa en declaraciones a este periódico. Cataluña no es lo único que inquieta a las empresas suecas afincadas en España.

Si Podemos llega a gobernar, cosa que Brundin ve poco probable, “las compañías estarían a la espera para ver cómo actuan”. ¿Significa esto un freno de la actividad empresarial? No tiene por qué, a tenor de los últimos datos. Aunque el 76,2% de las firmas suecas con sede en España cree que la situación política es inestable o muy inestable, tres cuartas partes están convencidas de que un posible cambio en el Gobierno apenas influiría en sus planes de inversión.

Así lo asegura el estudio 'Clima empresarial de las empresas suecas en España', elaborado por la unidad de investigación de la consultora Kreab y presentado hoy en la Embajada de Suecia. “Lo que suceda en Cataluña o a nivel nacional será para ellos un cambio interno en el país, siempre amparado en una estructura política, económica y administrativa estable”, argumenta Juan Quintana, director de Kreab Research y autor del informe.

El paraguas de la Unión Europea

Cualquier cambio de Gobierno “se produciría dentro de un marco global” como es la Unión Europea, garantía de seguridad para los empresarios suecos. “No temen que dicho cambio pueda traducirse en políticas económicas disparatadas” y no tienen miedo a los movimientos que amenazan con resquebrajar el bipartidismo, opina Quintana. Pero Brundin no tiene ningún problema en admitir que la inestabilidad política ya es una preocupación.

Con un matiz. “Pase lo que pase en el escenario político, hay muchas empresas que van a seguir invirtiendo igual”. Otras no. “Vamos a esperar unos meses para ver qué pasa porque es una incógnita muy grande”, sugiere el también director financiero de Ericsson. La ambigüedad es la carta de presentación más habitual entre los empresarios allí presentes cuando se les pregunta por este tipo de temas.

Spotify no ve riesgo en la economía

“No creo que la buena tendencia económica en España vaya a ser lastrada por el resultado de las elecciones”. Es la percepción de Javier Gayoso, director de la plataforma de música en 'streaming' Spotify España. Su optimismo es aún mayor cuando habla de Cataluña. “Las elecciones catalanas se han resuelto bastante bien. No tendría que suponer un obstáculo” para las empresas.

Lo mismo opina el CEO de Ticketbis, una 'start-up' de compraventa de entradas entre particulares. Ander Michelena cree que las compañías españolas tienen mucho que aprender de las suecas. “Suecia nos lleva bastante ventaja no solo en educación o calidad de las instituciones democráticas. Antes había muy pocas 'start-ups' en España” y el sueño de todo estudiante era ser funcionario.

Lecciones de los suecos

La mentalidad española está empezando a cambiar, o en ello confía Brundin. “Suecia juega con ventaja porque es un país más abierto a las novedades y a tomar riesgos”. ¿Tomará España ejemplo?

A pesar de todo, siete de cada diez empresarios suecos recomiendan nuestro país como destino de inversiones

Y eso que el 48,6% califica la situación económica como mala o muy mala, algo que no les impide mirar al futuro con esperanza: el 70% prevé una mayor facturación en 2015 respecto al año anterior.

“La transparencia sueca es un factor diferencial que deberíamos aprender en el sur de Europa”, añade Quintana. Eso sin contar con la eficacia de las administraciones públicas y la capacidad innovadora que las caracteriza. Suecia es el número tres del mundo en el 'ranking' de innovación.

¿Y por qué no mencionar el éxito de su novela negra? La embajadora sueca, Cecilia Julin, se lo ha recordado al secretario de Comercio, Jaime García-Legaz, con un regalo: el último libro de la saga 'Millenium'. “Si tiene un momento, se lo lee. Le deseo buena suerte en las elecciones”, ha dicho.

Cuando en los círculos de poder hay jaleo, los empresarios se ponen nerviosos aquí y en Suecia. O si no que se lo pregunten a Anders Brundin, presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Sueca, donde se integran multinacionales como Ikea, Ericsson, Volvo, Yoigo o Securitas. “La inestabilidad política no ha sido un problema hasta ahora, pero puede llegar a serlo”, confiesa en declaraciones a este periódico. Cataluña no es lo único que inquieta a las empresas suecas afincadas en España.

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