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La élite de la Agencia Tributaria copa el 58% de las 'bufandas' por productividad
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LOS SINDICATOS CUESTIONAN LA POLÍTICA DE hacienda

La élite de la Agencia Tributaria copa el 58% de las 'bufandas' por productividad

El pago de la productividad en la Agencia Tributaria tiene ganadores y perdedores. Entre los primeros, los altos funcionarios y directivos. Los sindicatos ven motivos políticos en el sistema de incentivos

Foto: Oficina de la Agencia Tributaria en Barcelona. (Reuters)
Oficina de la Agencia Tributaria en Barcelona. (Reuters)

El complemento extraordinario de productividad puesto en marcha por la Agencia Tributaria (de carácter voluntario) tiene un claro beneficiario: la élite de los funcionarios. Hasta el extremo de que el 58% de lo repartido durante el primer semestre, algo más de cuatro millones de euros (correspondientes solo a un primer pago parcial), ha sido destinado a los funcionarios del subgrupo A1. O expresado de otra forma, 722 participantes del bonus han ingresado más que los 1.986 funcionarios restantes [ver tabla].

Los datos se refieren únicamente a los servicios centrales de Madrid, pero son generalizables al conjunto de España, y proceden de la información que ha suministrado la propia Agencia Tributaria a los sindicatos. En esta lista se ha excluido a los niveles superiores de Hacienda. Es decir, directores adjuntos, directores, delegados y delegados especiales de la Agencia Tributaria, toda vez que esa información se considera reservada y no se ofrecen detalles.

Como ha publicado este periódico, el sistema de complementos (ajeno al habitual pago por productividad ) tiene un componente fijo y otro variable en función del crédito presupuestario final, y responde al nombre de Plan Especial de Intensificación de Actuaciones (PEIA). En síntesis, supone repartir una bolsa que puede oscilar finalmente entre 50 y 60 millones de euros (a distribuir en dos pagos) entre todos los funcionarios con la condición de alcanzar determinados resultados en relación con la lucha contra el fraude fiscal. El otro requisito es cumplir al menos 10 horas adicionales de trabajo entre el 1 de marzo y el 30 de junio. Y otras 10 horas extra entre el 1 de julio y el 31 de octubre.

*Retribución máxima incluida en los listados publicados, que excluyen a niveles superiores al de subdirector adjunto, es decir, no aparecen las retribuciones satisfechas a subdirectores, directores adjuntos, directores, delegados y delegados especiales de la AEAT, entre otros altos cargos de libre designación… (Fuente: UGT)

El hecho de que el 26% de los funcionarios cobre el 58% de la bufanda tiene que ver con la escala de retribuciones aplicada a la hora de repartir la productividad en la Agencia Tributaria. Mientras que los funcionarios del subgrupo A1 (el personal laboral no cobra este bonus) percibieron como media, durante el primer semestre de este año, 3.296 euros (con un máximo de 5.400 euros), los del grupo C2 han percibido apenas 444 euros.

El programa de productividad 2015, al contrario de lo que sucedió el año pasado, no ha contado esta vez con el respaldo de los ocho sindicatos presentes en los comités de empresa. Y según Antonio García Soto, responsable de la Unión General de Trabajadores (UGT) en la Agencia Tributaria, “da mucho que pensar que tras años de congelación salarial, la AEAT esté repartiendo entre 50 y 60 millones de euros anuales, y la casi unanimidad de la representación sindical se oponga a dicho reparto”. En su opinión, “la dirección de la Agencia pretende disponer fondos reservados a discreción para condicionar voluntades entre los trabajadores de la AEAT”.

Ahora sí, ahora no

El primer plan, sin embargo, sí contó con el respaldo de las centrales sindicales, lo que también llama la atención de la Agencia Tributaria, que ve razones políticas en el desacuerdo. La Agencia Tributaria entiende que las propuestas de reparto de la productividad son "esencialmente las mismas que en el año pasado: entonces hubo un apoyo sindical mayoritario al plan y ahora algún sindicato que entonces sí lo apoyó, lo critica", asegura.

Los sindicatos, en todo caso, cuestionan el diseño del plan. En particular porque incentiva artificialmente la apertura de expedientes que luego se cierran en falso.

En palabras de UGT, el funcionamiento del plan consiste en aumentar una partida de pago extraordinario a los trabajadores en función del cumplimiento de una serie de objetivos de recaudación a corto plazo. Esta situación habría generado que muchos expedientes complejos, de larga duración, “hayan sido resueltos anticipadamente por importes de recaudación inferiores a los que se hubieran producido si se hubieran tramitado ordinariamente”. Dicho de otra forma, se sugiere que los inspectores prefieren alcanzar acuerdos de conformidad con los presuntos defraudadores, aunque ello suponga rebajar sustancialmente la cuota a pagar, para así cumplir los objetivos fijados con anterioridad.

Con este nuevo sistema, asegura García Soto, una gran parte del sueldo se distribuye entre directivos e inspectores “que actúan de acuerdo con los criterios que la propia Agencia o Ministerio consideren”. Este modelo, asegura UGT, “supone una elevada arbitrariedad y una fuerte dependencia de los directivos políticos, limitando la libertad e independencia de los trabajadores encargados de la lucha contra el fraude”.

El programa de incentivos ha variado en los últimos años, y, según la información que se remitió en su día a la comisión de seguimiento, el subgrupo A1 (el más alto) percibió como media en concepto de productividad 1.141 euros; en 2014, la cantidad ascendió a 3.120 euros, y en 2015 (primer semestre) crece hasta los 3.296 euros. Es decir, una evidente progresión en línea con el aumento de las bolsas de fraude fiscal detectadas por Hacienda.

El año pasado, más del 90% de los funcionarios de la Agencia se benefició del plan, mientras que este año el porcentaje, pese a la renuncia de los sindicatos a suscribirlo, pasa del 80%. En aquel momento, los sindicatos hicieron una valoración muy positiva de la participación de los trabajadores en el plan.

El complemento extraordinario de productividad puesto en marcha por la Agencia Tributaria (de carácter voluntario) tiene un claro beneficiario: la élite de los funcionarios. Hasta el extremo de que el 58% de lo repartido durante el primer semestre, algo más de cuatro millones de euros (correspondientes solo a un primer pago parcial), ha sido destinado a los funcionarios del subgrupo A1. O expresado de otra forma, 722 participantes del bonus han ingresado más que los 1.986 funcionarios restantes [ver tabla].

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