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Yellen y Draghi se 'borran' para no dar explicaciones en plena tormenta financiera
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comienza el mayor cónclave monetario del mundo

Yellen y Draghi se 'borran' para no dar explicaciones en plena tormenta financiera

El Jackson Hole de 2015 lo tiene casi todo para acaparar en exclusiva la atención del mundo financiero porque llega en plena oleada de inestabilidad. ¿Qué le falta? Sus principales 'estrellas'

Foto: La presidenta de la Fed, Janet Yellen, y el del BCE, Mario Draghi, durante el Simposio de Jackson Hole de 2014. (Reuters)
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, y el del BCE, Mario Draghi, durante el Simposio de Jackson Hole de 2014. (Reuters)

El Simposio de Jackson Hole, el mayor cónclave monetario del mundo, arranca este jueves en Jackson Lake Lodge (Wyoming). Y lo tiene casi todo para acaparar en exclusiva la atención del universo económico hasta el próximo sábado, porque llega en plena tormenta financiera, porque se produce en un mundo que vuelve a reclamar más medidas expansivas a los banqueros centralesy porqueversarásobre un tema crucial, ya que, bajo el título Dinámicas de inflación y política monetaria,se centrará en el comportamiento de los precios en un momento en el que el mundo teme una oleada de deflación procedente de China y otros mercados emergentes.

¿Por qué lo tiene casi todo y no todo? ¿Qué le falta? Los dos principales banqueros centrales del mundo. Ni la presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Janet Yellen, ni el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, acudirán a la cita que la Fed de Kansas City convoca cada año, desde 1978, a finales de agosto.

La subida puede esperar en EEUU...

Aunque su ausencia ya estaba prevista, el vacío que dejan se hará mayor por la última oleada de inestabilidad financiera. China, los países emergentes y las materias primas han destapado el tarro de la incertidumbre, y el mundo se pregunta si es una tormenta pasajera o un auténtico coletazo adicional de la crisis. Aunque ni siquiera ellos tienen la respuesta a esa incógnita, al menos sus voces hubieran podido ayudar a templar los ánimos.

Sobre todo la de Yellen, puesto que la reciente sacudida sentida en los mercados está modificando el cursolos acontecimientos por momentos. Unos días han bastado para que el foco haya mudado de la posibilidad de que la Fed suba los tipos de interés a la posibilidad de que ponga en marcha más estímulos. De alguna forma, su ausencia avala la idea de que el aumento de los intereses, que llevan congelados en el mínimo histórico del 0-0,25% desde diciembre de 2008, tendrá que esperar y que, sobre todo, no se producirá en septiembre.

Ya se vivió algo similar hace dos años.En 2013, el entonces mandatario del banco central estadounidense,Ben Bernanke, alegó motivos personales para no acudir. Entonces, lo que estaba en juego era cuándo empezaría la Fed a retirar su tercer programa de expansión cuantitativa (QE3). Se manejaba la posibilidad de que diera ese paso en septiembre. Finalmente,llegó en diciembre.

A falta de Yellen, su lugar lo ocupará el número 2 de la Fed... aunque en el mundo de los banqueros centrales es un auténtico número 1, porque ha sido el mentor de varios de ellos. Se trata de Stanley Fischer.

No es la primera vez que un presidente de la FedregateaJackson Hole en un momento delicado para laFed. En 2013, el entonces mandatario del banco central estadounidense,Ben Bernanke, alegó motivos personales para no acudir. Entonces, lo que estaba en juego era cuándo empezaría la Fed a retirar su tercer programa de expansión cuantitativa (QE3). Se manejaba la posibilidad de que diera ese paso en septiembre. Finalmente,llegó en diciembre. Del mismo modo que la ausencia de Bernanke hace dos años fue interpretada como una pista de que la Fed aún no tocaría el QE3, la sensación en2015es parecida. Si por la cabeza de Yellen pasara elevar los intereses ya en septiembre, no perdería la ocasión de acudir al púlpito de Jackson Hole para preparar aún más el terreno para ejecutar esa decisión.

Por el momento, el mercado ha rebajado al 22% la probabilidad de que la Fed eleve el precio del dinero en la reunión de política monetaria de los días 16 y 17 de septiembre, cuando hace un mes esa probabilidad era del 40%. Y todo indica que el encargado de telegrafiar que la Fed aún no disparará será Fischer. Si no cambia la agenda, su turno de comparecencia llegará en la tarde del sábado, y será entonces cuando deslizará las pistas que pretenda dar sobre las auténticas intenciones de la Fed.

...y el QE europeo es muy flexible

En cuanto al BCE, la situación de este año es muy distinta a la del pasado. En 2014, Draghi se sirviódel altavoz que proporciona este cónclave para anticipar los que iban a ser sus siguientespasos. "Dentro de su mandato [el BCE] utilizará todos los instrumentos a su disposición que sean necesarios para garantizar la estabilidad de precios a medio plazo", afirmó hace un año. El mercado descifró que en estas palabrasestaba la semilla del QE. Y acertó, porqueenenero de 2015.

Ahora, en cambio, el BCE no se siente en el foco. Y de ahí la ausencia de Draghi. La representación de la entidad corresponderá al vicepresidente, Vítor Constancio, que de hecho compartirá panel con Fischer el sábado. En su caso, la misión consistirá en reforzar la idea, ya empleada por la institución europea,de que el QE es lo suficientemente flexible como para ser ampliado si la situación de los mercados lo requiere.

De hecho,el miembro del Comité Ejecutivo y economista jefe del BCE, Peter Praet, aludió a esa flexibilidad parasubrayar este miércoles que la entidad "actuará sin ambigüedad" en caso de que China y la caída de las materias primas presionen a la baja sobre los precios en la Eurozona. Esta intervención verbal bastó para frenar al euro, que el lunes tocó los 1,17 dólares, hasta los 1,136 dólares.

Más allá de la Fed y el BCE sí habrá prineros espadasde otras entidades monetarias. Como el presidente del Banco Nacional de Suiza, Thomas Jordan, que dio la bienvenida a 2015 con la decisión de romper el anclaje del franco suizo con el euro y que está haciendo frente a la deflación y la amenaza de la recesión en la economía helvética. O como el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que, como Yellen, estaba coqueteando con la posibilidad de empezar a subir los tipos a finales de 2015, pero que también podría aprovechar su presencia en el cónclave de la Fed de Kansas para recular.

El Simposio de Jackson Hole, el mayor cónclave monetario del mundo, arranca este jueves en Jackson Lake Lodge (Wyoming). Y lo tiene casi todo para acaparar en exclusiva la atención del universo económico hasta el próximo sábado, porque llega en plena tormenta financiera, porque se produce en un mundo que vuelve a reclamar más medidas expansivas a los banqueros centralesy porqueversarásobre un tema crucial, ya que, bajo el título Dinámicas de inflación y política monetaria,se centrará en el comportamiento de los precios en un momento en el que el mundo teme una oleada de deflación procedente de China y otros mercados emergentes.

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