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España ya paga en el mercado el precio de la incertidumbre por Cataluña y las elecciones
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la brecha entre el bono español y el italiano, en máximos de dos años

España ya paga en el mercado el precio de la incertidumbre por Cataluña y las elecciones

Ocurrió tras la victoria de Syriza en Grecia. Y con motivo de las elecciones municipales y autonómicas... y está volviendo a pasar ahora. El ruido político en España cotiza... para mal

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Estaba cantado. La agenda electoral española venía tan cargada y, sobre todo, tan incierta en 2015 que todos los augurios apuntaban a que pasaría factura a la deuda pública y la bolsa. Y así está ocurriendo. Tras los anticipos ya vistos con motivo de los comicios andaluces de marzo y de las municipales y autonómicas de mayo, el doble plato principal que espera a la vuelta del verano, primero con las elecciones catalanas del 27 de septiembre y posteriormente con las generales en la recta final del ejercicio, ya está dejando una huella evidente en los activos españoles en los mercados, hasta el punto de neutralizar el carácter positivo de la última remesa de estadísticas económicas.

Desde Royal Bank of Scotland (RBS) certifican que los mercados no son ajenos al incierto resultado de las citas electorales que aguardan. "En las próximas elecciones persisten importantes riesgos políticos", avisan. "El progreso de las reformas podría detenerse si se produce un atasco político. Preferimos los bonos italianos a los españoles, porque cotizan a niveles similares, pero tienen un riesgo político menor", añaden para mostrar el enfoque que tienen ahora. "La bolsa española acusa la incertidumbre política del país. Es el motivo por el que, a pesar de la bonanza económica de nuestro país, nuestros activos empiezan a perder atractivo. Este problema se replica en los mercados de deuda soberana", constatan desde Intermoney.

Los peores del año... y la más rezagada

Estas sensaciones son las que provocan que los inversores estén vendiendo bonos españoles en 2015, mientras que en paralelo están comprando títulos italianos y portugueses, que serían sus comparables más próximos. Y en consecuencia el rendimiento de los españoles repunta, porque la rentabilidad sube cuando el precio baja, y el de los italianos y los portugueses sube, un comportamiento que ubica a la deuda española como la que peor lo está haciendo entre los grandes países de la Eurozona en lo que va de año.

Este contraste desemboca en que la deuda pública española cada vez se aparta más de la italiana. La rentabilidad del bono español a 10 años, que finalizó 2014 en el 1,61%, se encuentra ahora en el 1,94%, frente al 1,77% que ofrecen los títulos transalpinos. Es decir, el español ya está 17 puntos básicos por encima, algo que no se veía desde agosto de 2013. Como muestra del desgaste que la contienda política traslada al mercado, cuando acabó 2014, el bono español estaba 28 puntos básicos por debajo del italiano. Para febrero, esta diferencia ya estaba enjugada por la asociación que los inversores empezaron a hacer entre Syriza y Podemos.

Otro reflejo se encuentra en el diferencial entre los bonos españoles y portugueses. Los títulos lusos a 10 años apenas pagan 46 puntos básicos más que los españoles, con lo que siguen la senda en la que ya se movieron en la primavera de estea año, cuando esa brecha se redujo hasta los 39 puntos básicos. Si cae por debajo de este precedente, se situará en mínimos desde 2010. A finales de 2014, el bono luso estaba 108 puntos básicos por encima del español.

Con respecto a la gran referencia de la Eurozona, como son los bonos alemanes, la prima de riesgo española también muestra un repunte que concuerda con los comportamientos anteriores. Desde el cierre de 2014, la brecha se ha ampliado de los 107 a los 131 puntos básicos, con lo que permanece por encima de la media desde el nacimiento del euro en 1999, que se limita a los 96,5 puntos básicos.

A diferencia de lo que ocurre con los bonos soberanos, en la bolsa española sí está habiendo compras en 2015. El matiz reside en que están siendo menos notables que en otros mercados. Hasta la fecha, el Ibex 35 registra un avance del 9,6% en lo que va de año, menos de la mitad del 24,7% que suma el FT/Mib italiano. Otros índices, como el EuroStoxx 50, el Dax alemán o el Cac francés, acumulan subidas comprendidas entre el 15% y el 20%.

Estaba cantado. La agenda electoral española venía tan cargada y, sobre todo, tan incierta en 2015 que todos los augurios apuntaban a que pasaría factura a la deuda pública y la bolsa. Y así está ocurriendo. Tras los anticipos ya vistos con motivo de los comicios andaluces de marzo y de las municipales y autonómicas de mayo, el doble plato principal que espera a la vuelta del verano, primero con las elecciones catalanas del 27 de septiembre y posteriormente con las generales en la recta final del ejercicio, ya está dejando una huella evidente en los activos españoles en los mercados, hasta el punto de neutralizar el carácter positivo de la última remesa de estadísticas económicas.

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