Schäuble vuelve a la carga contra Grecia: quiere que salga del euro

Wolfgang Shaüble insiste: la única solución para Grecia es que salga del euro y tome aire antes de seguir adelante. El ministro de finanzas alemán ha dicho estar "expectante ante las nuevas propuestas del gobierno de Syriza para negociar el rescate, pero ha vuelto a insistir en el hecho de que la quita de la deuda que quiere Atenas no es compatible con su permanencia en la moneda única.

"Quien conoce los tratados sabe que la quita no es posible", ha dicho el ministro alemán a la prensa en Bruselas, a su llegada a la reunión extraordinaria del Eurogrupo en la que los ministros deben discutir si abrir la puerta a la negociación de un tercer rescate.

Una propuesta insuficiente

Este 'Grexit' temporal ya fue propuesto por Shaüble este fin de semana. El ministro germano daba dos alternativas "viables" a la economía helena: O Grecia mejoraba su última propuesta y aceptaba el traspaso de bienes por valor de 50.000 millones de euros a una agencia fiduciaria como garantía o Grecia salía del euro y recibía ayuda humanitaria durante cinco años.

Hoy, con la propuesta sobre la mesa, Wolfgang Schaüble cree que es insuficiente. "Hablamos de un tercer paquete de rescate y para ello las propuestas no son suficientes", afirmó Schauble a su llegada a la reunión extraordinaria. Atenas quiere obtener un préstamo de más de 50.000 millones de euros hasta 2018 a cambio de reformas y ahorros que alcanzan unos 12.000 millones.

Para Schauble las propuestas que ha hecho el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, "no permiten un resultado fácil", al tiempo que descartó la posibilidad de que haya una quita de la deuda con los países de la eurozona, lo que consideró "imposible", ya que iría en contra de los tratados.

Por eso, avanzó que en la reunión habrá "negociaciones extraordinariamente difíciles". Declaraciones poco esperanzadoras para la economía helena teniendo en cuenta que Alemania es su principal acreedor.

Un problema de confianza

No es solo un problema económico. Es tambíen una crisis de confianza. Después de los bandazos de Syriza de los últimos meses y sobre todo, después de la convocatoria del referéndum, Shaüble ya no cree en la palabra de Alexis Tsipras.

"No vamos a poder fiarnos de las promesas de Grecia. Mi país está decidido a no hacer cálculos que todo el mundo sabe que no son creíbles", ha asegurado. Una situación que hasta finales del año pasado era esperanzadora, se ha destruido de manera impresionante en los últimos meses", ha añadido el primer ministro alemán.