El Eurogrupo respalda el crédito puente de 7.000 millones para evitar el 'Grexit'

No podía ser de otra forma. Tras la extrema agitación de las últimas sesiones, con un acuerdo arrancado a regañadientes el lunes tras 17 horas de negociación y tras el trago que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, tuvo que pasar este miércoles en el Parlamento heleno para recabar el apoyo preciso para poner en marcha las primera medidas exigidas por Europa, hubiera sido una broma demasiado macabra que ahora Grecia se viera empujada a salir del euro -Grexit- porque el próximo lunes no hubiera contado con los 4.200 millones de euros que debe pagar ese día al Banco Central Europeo (BCE).

Por eso, en el Eurogrupo convocado este jueves se ha alcanzado un principio de acuerdo para conceder a Atenas un crédito puente de7.000 millonespara que afronte ese compromiso y otros pagos urgentes. Según fuentes consultadas por Bloomberg, los detalles técnicos y el acuerdo final sobre este préstamono serán concretados hasta que mañana los parlamentos europeos que deben aprobar el tercer rescate a Grecia den luz verde a este nuevo programa.

La atención se centrará principalmente en dos votaciones. Primero, la del Bundestag alemán, que tendrá lugar el viernes.Aunque se espera que la canciller Angela Merkel consiga la mayoría simple que precisa para respaldar el tercer rescate, la dura posición que Alemania ha mantenido en las negociaciones con Grecia marcará los debates en la Cámara. Y segundo, la del Parlamento finlandés, que también se celebrará mañana.En su caso, hace falta mayoría absoluta para apoyar el tercer rescate, y no está claro que se vea un resultado tan amplio. Holanda, que vota este jueves, y Austria, que celebra su sesión parlamentaria el viernes, también someterán a votación el respaldo al tercer rescate.

El pago del lunes corresponde al vencimiento de parte de los bonos griegos que el BCE tiene en su balance. Entre 2010 y 2012, la institución monetaria compró deuda periférica en el mercado, bajo el Programa para el Mercado de Valores (SMP, en sus siglas en inglés)para aliviar las tensiones que estaba sufriendo. Ahora esos bonos van caducando y los países tienen que proceder a su devolución. A finales de 2014, el BCE tenía 20.000 millones en deuda griega.

En caso de que Grecia no pudiera hacer frente a este pago, los acontecimientos se precipitarían. Tras ese impago, la entidad presidida por Mario Draghi se quedaría sin argumentos para mantener el acceso de la banca helena a la Provisión de Liquidez de Emergencia (ELA, en sus siglas en inglés). Si cortara esa conexión, los bancos griegos quebrarían -dependen completamente del dinero que le autoriza a recibir el BCE- y los lazos de la Eurozona con Grecia quedarían cortados.

Precisamente por el relevante papel que desempeña el BCE en la situación de Grecia, este jueves habrá otra cita crucial. Se trata de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, a cuyo término Draghi ofrecerá una rueda de prensa-desde las 14.30 horas- en la que detallará la posición del BCE sobre Grecia y sobre su acceso a la ELA.