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Dinamarca 1992-Grecia 2015: el destino de la moneda única se juega en otro referéndum
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Dinamarca 1992-Grecia 2015: el destino de la moneda única se juega en otro referéndum

Dinamarca convocó un referéndum sobre el Tratado de Maastricht en el que el pueblo danés dijo no y que desencadenó una profunda crisis en la UE. Veintitrés años después Europa afronta otra consulta

Asombro. Mucho asombro. Las autoridades danesas apenas lo podían creer. A diferencia de lo que pronosticaban las encuestas, el 2 de junio de 1992el pueblo danés dijo No al Tratado de Maastricht. Por inesperado y por el revés que suponía, este resultado desencadenó una profunda crisis en Europa. El punto álgido se alcanzó a mediados de septiembre. Primero, cuando Reino Unido se plantó y sacó a la libra del proyecto de crear una moneda común; y segundo, cuando Francia convocó otro referéndum sobre Maastricht en el que triunfó el , pero lo hizo de manera tan ajustada que no bastó para reinstaurar la calma.

Veintitrés años, un mes y tres días después, Europa afronta otro referéndum llamado a ser clave para su futuro. Será este domingo, en Grecia. Convocado por el primer ministro, Alexis Tsipras, el 27 de junio, su finalidad es que el pueblo heleno se pronuncie acerca de si está dispuesto a aceptar las condiciones de la troika para seguir financiando a Grecia.

El Gobierno de Syriza ha hecho campaña por el No; considera que es la opción que hay que votar para defender la dignidad del país y abrir una nueva época enEuropa. ¿Significa eso que pretende sacar a Grecia del euro -Grexit-? No. Syriza quiere seguir dentro del euro, pero con otros planteamientos y negociando un nuevo rescate que incluya una reestructuración de la deuda.

En cambio, las autoridades europeaslo han hecho por el . Más que nada, porque desde su óptica entienden que la consulta va sobre decirle sí o no al euro. Además, en caso de que el pueblo griego apoyelas tesis de Tsipras, entienden que será difícil mantener una asistencia financiera al país, en tanto que los restantes países del euro no querrán ofrecer un cheque en blanco de Syriza después de que ya tengan expuestoscasi 185.000 millones de euros entre los préstamos bilaterales y los avales ofrecidos a la Facilidad Europa de Estabilidad Financiera (FEEF) tras los rescates de 2010 y 2012.

Tan distinto, tan parecido

Obviamente, entre ambas consultas hay diferencias abismales. La principal, que en 1992 el euro era una quimera -ni siquiera existía ese nombre para la moneda común, puesto que el término euro no se alumbró hasta diciembre de 1995, en una cumbre celebrada en Madrid-.

Pero también hay conexiones entre aquel referéndum de 1992 y este de 2015. La fundamental, quesobre la mesaestá el destino de una divisaúnica que ahora sí se conoce como euro, que es la moneda común de 19 países y más de 300 millones de personas y de una economía, la de la Eurozona, que en conjunto alcanza los 10 billones de euros.

Es decir, ahora, como en 1992, está en juego el futuro de la integración europea. "Este fin de semana los griegos tomarán una decisión crucial no solo sobre las negociaciones de la deuda, sino sobre su futuro en la Eurozona", reconoce Alberto Gallo, de Royal Bank of Scotland (RBS). Y eso es lo mismo que decir que la Eurozona también se la juega, porque si el euro deja de ser irrevocable y va perdiendo socios por el camino, dejaría de ser una divisa fiable en la que invertir porque se cuestionaría su porvenir.

Cosas del destino,el analistafinanciero y experto en la historia financieraJuan Ignacio Crespohasta encuentrasimilitudes en el comportamiento de los mercados financieros del primer semestre de 1992 y el de 2015.

Aunque los acontecimientos de 1992 estuvieron cerca de hacer descarrilar el sueño de contar con una moneda común, el deseo, el empeño y la flexibilidad de las autoridades europeas -modificaron las pautas del Mecanismo de Tipos de Cambio para que monedas como la lira italiana o la peseta española siguieran dentro del proceso y retrasaron el calendario de lanzamiento de la nueva moneda- fueron más fuertes que los elementos. Lograron reconducir la situación, constituyeron el Banco Central Europeo (BCE) en 1998y, finalmente, el euro nació el1 de enero de 1999-aunque no llegó al bolsillo de los europeos hasta 2002-. Es decir, de un episodio que amenazó el futuro de la integración europease salió con más Europa.

Un dilema similar existe en el escenario actual. O la Eurozona queda herida con unas consecuencias incalculables -incluso fatales- o queda reforzada, porque la crisis actual puede servir como estímulo para progresar no solo en la integración monetaria y financiera, sino tambiénen la unión bancaria y la unión fiscal, principalmente. Así es esta Europa tan proclive a moverse en el alambre. Y tan dada a jugárselo todo al doble o nada. O al y al No.

Asombro. Mucho asombro. Las autoridades danesas apenas lo podían creer. A diferencia de lo que pronosticaban las encuestas, el 2 de junio de 1992el pueblo danés dijo No al Tratado de Maastricht. Por inesperado y por el revés que suponía, este resultado desencadenó una profunda crisis en Europa. El punto álgido se alcanzó a mediados de septiembre. Primero, cuando Reino Unido se plantó y sacó a la libra del proyecto de crear una moneda común; y segundo, cuando Francia convocó otro referéndum sobre Maastricht en el que triunfó el , pero lo hizo de manera tan ajustada que no bastó para reinstaurar la calma.

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