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Moncloa sugiere una subida de salarios públicos sin tener garantizados los Presupuestos de 2016
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habría que retrasar las elecciones a enero

Moncloa sugiere una subida de salarios públicos sin tener garantizados los Presupuestos de 2016

La propuesta no es todavía formal, debe hacerse en septiembre, pero el Gobierno ya ha dejado entrever en reuniones privadas que hará un guiño a los casi tres millones de empleados públicos

Foto: Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro. (EFE)
Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro. (EFE)

La congelación salarial en el sector público toca, en principio, a su fin. El Gobierno estudia un incremento moderado de los salarios para 2016 (que se situaría en el entorno del 0,7% que están subiendo los sueldos en el sector privado) e, incluso, la devolución de una parte de la pagar extraordinaria que fue suprimida en el año 2012, en plena recesión.

Una parte de esa paga extraordinaria ya fue devuelta por el sector público a principios de este año -un 25%- tras ganar los sindicatos diversas sentencias judiciales que dieron la razón a los representantes de los trabajadores.

La propuesta no es todavía formal, debe hacerse en septiembre, pero el Gobierno ya ha dejado entrever en reuniones privadas que hará un guiño a los casi tres millones de empleados públicos, incluyendo todas las administraciones públicas.

La semana pasada, durante una comparecencia, el presidente Rajoy ya anunció que antes del 30 de septiembre, pese a que las elecciones generales deben celebrarse en torno al 20 de noviembre, presentará ante el Congreso el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado.

Eso quiere decir que toda vez que la ley de presupuestos no se aprobaría hasta los últimos días de diciembre, está en el aire que la propuesta del Gobierno salga adelante, salvo que el presidente retrasara las elecciones al mes de enero. Algo por ahora improbable. Rajoy ha dicho en repetidas ocasiones que las elecciones se celebrarán cuando corresponde, es decir, en la última semana de noviembre.

La posibilidad de acelerar la aprobación de las cuentas públicas es muy limitada, toda vez que los plazos de tramitación están muy tasados y el margen de maniobra es muy reducido. La única oportunidad que tendría el Gobierno es aprobar el incremento a través de un decreto de prórroga presupuestaria para salvar la disolución de las cámaras legislativas. Pero estos decretos tienen un carácter eminentemente técnico y no pueden incorporar nuevo gasto.

La subida de los sueldos públicos por debajo del 1% no significaría, en todo caso, una ganancia del poder adquisitivo de los funcionarios. Funcas, el servicio de estudios de las antiguas cajas, ha estimado que el IPC en media anual se situará en el 1,3%. Es decir, por encima de lo que barajaría el Gobierno, que el próximo viernes aprobará el techo presupuestario. En el Programa de Estabilidad enviado a Bruselas, el Gobierno no había previsto subida alguna.

La congelación salarial en el sector público toca, en principio, a su fin. El Gobierno estudia un incremento moderado de los salarios para 2016 (que se situaría en el entorno del 0,7% que están subiendo los sueldos en el sector privado) e, incluso, la devolución de una parte de la pagar extraordinaria que fue suprimida en el año 2012, en plena recesión.

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