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La inflación arropa la recuperación al caer en enero a su mayor ritmo desde 2009
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descenso interanual del 1,3%

La inflación arropa la recuperación al caer en enero a su mayor ritmo desde 2009

El dinero cunde más en España. En enero, la cesta de la compra se abarató un 1,3% con respecto al mismo mes del año anterior. Por ahora, esto es más bueno que malo

Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos
El ministro de Economía, Luis de Guindos

Señor consumidor, ¡alégrese! El dinero que tiene en el bolsillo cada vez le da para comprar más cosas. Sobre todo, gasolina, ropa y calzado. Al menos, eso es lo que dicen los datos oficiales sobre el comportamiento de los precios en España que el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar. En enero, la cesta de la compra habitual de los españoles, medida a través del Índice de Precios al Consumo (IPC), se abarató un 1,3% con respecto al primer mes de 2014. O lo que es lo mismo, si esa cesta de la compra costaba 100 euros hace un año, ahora se sitúa en 98,7 euros.

Ese dato, superior al descenso interanual del 1% registrado en diciembre e inferior en una décima al que estaba previsto, solo se ve superado en la historia moderna de España por el registrado en julio de 2009, cuando vio una tasa negativa del 1,4%. En tasa mensual, los precios se redujeron en enero un 1,6% con respecto a diciembre.

Semejantes caídas cuentan con un culpable principal: el petróleo. En enero de este año, el precio medio del barril Brent, que es el que sirve de referencia en Europa, se ha situado en los 50,1 dólares. En el mismo mes de 2014, su media alcanzaba los 107 dólares y en diciembre de 2014, los 63 dólares, de ahí que el comportamiento del crudo sea crucial en la bajada interanual e intermensual de los precios.

Los datos así lo constatan, puesto que el transporte, que es donde se incluyen los precios de los productos derivados del crudo, es la categoría donde más caen los precios en el último año: un 7,7%. Y desde el punto de vista mensual, los carburantes y lubricantes se abaraton en enero un 6,4% y otros combustibles, un 10,8%, para un descenso conjunto del transporte del 2,7% con respecto a diciembre.

Pero el petróleo no caminó solo. La influencia de las rebajas fue muy visible en el abaramiento de la cesta de la compra. Las prendas de vestir, el calzado y otros complementos mostraron descensos comprendidos entre el 10 y el 20% durante el mes pasado. Como consecuencia, los productos que se agrupan en la categoría de vestido y el calzado fueron los que protagonizaron una mayor bajada mensual en enero, del 15,2% con respecto a diciembre.

Enero se convierte así en el séptimo mes consecutivo en el que los precios se abaratan con respecto a un año antes. Es más, en España no se ve una inflación por encima del 0,5% desde agosto de 2013.

Esta secuencia aviva el debate acerca de si la deflación -caída general de los precios- está arraigándose en España. Este fenómeno preocupa porque, cuando muestra su peor parte, la caída de los precios resulta nociva para una economía. Retrasa las decisiones de consumo -los consumidores dejan para mañana lo que iban a comprar hoy porque mañana resultará más barato-, con lo que frena la inversión, la creación de empleo y, por tanto, el conjunto de la economía. Además, ese tipo de deflación incrementa la carga real de la deuda que soportan las empresas y las familias, con lo que retroalimenta los perjuicios anteriores.

Pero, de momento, esta versión mala de la deflación aún no está en España. La caída de los precios no se sustenta en un descenso del consumo -de hecho, está subiendo-, sino en el fuerte retroceso del petróleo. Y esta vertiente, más allá de ser un peligro, se convierte en una poderosa aliada para la recuperación porque mete más dinero e el bolsillo de los consumidores y alimenta precisamente el consumo.

Así lo sugiere el IPC subyacente, es decir, la medida que prescinde de los productos energéticos y los alimentos frescos por ser los que tienen unos precios más volátiles. En enero, el IPC subyacente subió inesperadamente un 0,2% interanual, cuando se esperaba que en el 0%. No parece mucho, pero es el dato más alto desde el 0,3% de abril de 2014.

Señor consumidor, ¡alégrese! El dinero que tiene en el bolsillo cada vez le da para comprar más cosas. Sobre todo, gasolina, ropa y calzado. Al menos, eso es lo que dicen los datos oficiales sobre el comportamiento de los precios en España que el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar. En enero, la cesta de la compra habitual de los españoles, medida a través del Índice de Precios al Consumo (IPC), se abarató un 1,3% con respecto al primer mes de 2014. O lo que es lo mismo, si esa cesta de la compra costaba 100 euros hace un año, ahora se sitúa en 98,7 euros.

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