Catalina, 'la curranta': 63 años trabajando tienen premio

Cumplirá 79 años en unos días, el 24 de febrero, y lleva nada menos que 63 trabajando. Empezó en el campo, siguió con la costura y ha acabado, por el momento, en la hostelería. Ella es Catalina Guasch Ferrer, la máxima cotizante de la Seguridad Social española.

“No entiendo que no haya otra persona que haya trabajado más. Me sorprende. Yo sólo soy una payesa del campo”, dice esta ibicenca en declaraciones a El Confidencial.

Para Catalina, desde el viernes, han sido horas muy agitadas. Un viaje a Madrid, para recibir de manos de la ministra Fátima Báñez la medalla de Plata al Mérito en el Trabajo junto con otras seis personas más; y luego el regreso a Ibiza: “Nada más llegar de Madrid, los vecinos ya sabían todo y me preguntaban”, dice.

“En el campo empecé trabajando con mi padre: almendras, algarrobos… Más tarde cosí para hombre y mujer; he sido modista”. Pero el ‘salto’ laboral llegó el 17 de enero de 1971: “Comencécon la hostelería. Llegué a tener dos casas de huéspedes. Una ya la alquilé, y la que aún tengo, quién sabe”, afirma.

Claro, que de retirarse, ni hablar. “No he pensado en jubilarme”, comenta divertida. “De momento sigo con mi trabajo porque sólo tengo que cruzar la calle para llegar a él. Me gusta trabajar. No sé hacer otra cosa, no puedo estar parada en casa”.

“Mi padre me enseñó a trabajar. Esta medalla que me han dado no es para mí, es para él”, sentencia Catalina.

Catalina tiene tres hijos, seis nietos y dos bisnietos. Por suerte, la larga huella del desempleo no ha caído sobre esta familia ibicenca. “Sí es cierto que tengo un nieto con buenos estudios que no encuentra trabajo. Pero ni pena ni nada; en verano en casa hay empleo”, afirma.

El viaje a Madrid ha sido una experiencia para Catalina. La distinciónle fue concedida por una Orden del 15 de septiembre que fue publicada en el BOE con fecha de 1 de octubre. Tras enterarse de que era merecedora de la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo se negó a desplazarse a Madrid. “No quería ir, pero algunas personas me dijeron que me animase. Ahora me alegro de haberlo hecho. Me han tratado muy bien y también me han dado un diploma. Fue un buen día para mí; me he quedado muy contenta”.

¿Qué le dijo Báñez? “La ministra es una reina que te habla muy bien. Me ha dicho que si viene a Ibiza me llamará”.

Se escucha por el teléfono cómo suena el timbre de la puerta de la casa de Catalina. Lleva todo un día de trajín, atendiendo periodistas y amigos: “No me gusta nada esto de que te reconozcan y pregunten. Soy así”, comenta entre risas.