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Sindicatos y patronal ultiman un nuevo pacto de rentas para ganar poder adquisitivo
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LA PRODUCTIVIDAD INFLUIRÁ EN LOS SALARIOS

Sindicatos y patronal ultiman un nuevo pacto de rentas para ganar poder adquisitivo

El III Acuerdo sobre negociación colectiva está a punto de ver la luz. Fuentes de la negociación dan por hecho que habrá acuerdo para mejorar el poder adquisitivo.

Foto: Rajoy (c), la ministra de Empleo, Fátima Báñez (2i), los presidentes de CEOE y CEPYME, Rosell (i) y Garamendi (d), y los secretarios generales de UGT y CC OO, Méndez (2d) y Fernández Toxo (3d)
Rajoy (c), la ministra de Empleo, Fátima Báñez (2i), los presidentes de CEOE y CEPYME, Rosell (i) y Garamendi (d), y los secretarios generales de UGT y CC OO, Méndez (2d) y Fernández Toxo (3d)

El III Acuerdo sobre negociación colectiva está a punto de ver la luz. Aunque todavía faltan por cerrar algunas cuestiones importantes, como los criterios para determinar los incrementos salariales o asuntos relacionados con la flexibilidad interna en las empresas, fuentes de la negociación dan por hecho que habrá acuerdo entre los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, y la patronal CEOE-Cepyme. Por flexibilidad interna se entienden conceptos como el tiempo de trabajo o las funciones de cada trabajador.

No en vano, la eficacia del anterior acuerdo –con vigencia entre 2012 y 2014– ha acabado, lo que significa que las partes necesitan aprobar de forma casi inmediata un pacto para enmarcar la negociación colectiva en los próximos dos o tres años –aún no está decidida la duración– después de los pobres resultados que han ofrecido las campañas anteriores en cuanto a relaciones laborales en las empresas. El acuerdo, en todo caso, tendría carácter obligacional, no normativo, lo que significa que ulteriormente se debería articular en las propias empresas.

La principal novedad respecto de otros grandes acuerdos sobre rentas radica en que con una inflación que se sitúa en torno a cero o, incluso, negativa, los salarios dejan de polarizar todas las discusiones.

Lo que se discute ahora no es tanto el incremento que debe pactarse en los convenios colectivos sino, sobre todo, de qué manera los trabajadores se benefician de la mejora en la cuenta de resultados en las empresas derivada de la recuperación. En palabras de Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, “es más una cuestión cualitativa que cuantitativa”. O dicho de otra forma: mientras que los sindicatos quieren poner un “suelo” a la hora de actualizar los salarios –aprovechando los avances internos de productividad nominal en las empresas tras años de duros ajustes– los empresarios pretenden establecer un ‘techo’. Lo que está descartado, como pretendía en un primer momento el Gobierno, es que el acuerdo sea una mera prórroga del anterior, que establecía subidas situadas en el entorno del 0,6%.

El presidente de la patronal, Juan Rosell, ya ha admitido en anteriores ocasiones que algunas compañías o sectores disponen de margen para que los salarios recuperen parte del poder adquisitivo perdido durante la crisis. Según Ferrer, estos deben contribuir a la recuperación económica empujando el consumo y la inversión, pero la gran patronal sigue poniendo el acento en las ganancias de competitividad vía salarios.

Recortes y devaluación salarial

Hay que tener en cuenta que en el anterior acuerdo–firmado en un contexto macroeconómico sensiblemente peor– se pactaron subidas situadas entre el 0,5% y el 0,6%, cuando el IPC entre 2012 y 2014 ha crecido en media anual un 2,4%, un 1,4% y un -0,1%, respectivamente. Incluso en muchos convenios de empresa se han pactado recortes salariales para hacer frente a su difícil situación financiera. De ahí que el objetivo declarado de los sindicatos sea la recuperación gradual del poder de compra de las nóminas, con el argumento de que está aumentando la productividad del factor trabajo, en un contexto de devaluación salarial.

Más allá de los salarios, lo relevante es que las centrales sindicales intentan blindar la autonomía de las partes a la hora de negociar las relaciones laborales, ahora muy ‘contaminadas’ por la reforma laboral, que flexibilizó algunas normas para dar más poder a los empresarios en detrimento de los comités de empresa. Ahora lo que quieren los sindicatos es extender la cobertura de la negociación colectiva, dar mayor prioridad a los convenios sectoriales frente a los de empresa y garantizar, por último, la vigencia de los convenios diluyendo las cláusulas de descuelgue. Es decir, suavizar la reforma laboral que, como se sabe, facilitó a las empresas las inaplicaciones salariales. Pese a que las nóminas se incrementaron un 0,6% el año pasado, los descuelgues de convenio se dispararon.

La estrategia de blindar la autonomía de empresarios y representantes de los trabajadores a la hora de negociar las relaciones laborales no es un asunto baladí. Ya en el anterior acuerdo, UGT, CCOO y CEOE-Cepyme dejaron claro que la negociación colectiva es el “espacio adecuado” para ordenar el uso flexible en la empresa de elementos como el “tiempo de trabajo y la movilidad funcional en un sentido complementario a las previsiones legales”. Este planteamiento fue el que sucumbió cuando se aprobó semanas después la reforma laboral al margen del consenso social.

La reforma laboral, de hecho, flexibilizó también la contratación laboral. Y ahora lo que quieren los sindicatos –y los empresarios lo han aceptado– es que los empleos estructurales no sean ocupados por trabajadores con contrato temporal, ya que eso desvirtúa las relaciones laborales. Según Toni Ferrer, “los puestos de trabajo permanentes deben ser ocupados por contratos permanentes”.

Junto a estos temas, el nuevo acuerdo aborda cuestiones como la igualdad de derechos en las empresas, la salud laboral, el papel de los delegados de prevención de riesgos laborales, los vacíos de cobertura o la aplicación de la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre ultractividad, que por un lado garantiza los derechos de los trabajadores, pero, por otro, individualiza las relaciones laborales.

El III Acuerdo sobre negociación colectiva está a punto de ver la luz. Aunque todavía faltan por cerrar algunas cuestiones importantes, como los criterios para determinar los incrementos salariales o asuntos relacionados con la flexibilidad interna en las empresas, fuentes de la negociación dan por hecho que habrá acuerdo entre los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, y la patronal CEOE-Cepyme. Por flexibilidad interna se entienden conceptos como el tiempo de trabajo o las funciones de cada trabajador.

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