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"El crecimiento económico es la mejor receta para contrarrestar los populismos"
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"El crecimiento económico es la mejor receta para contrarrestar los populismos"

España tiene motivos para la esperanza en 2015. Pero no para la complacencia. Aunque la progresión de la economía es evidente, todavía hay retos por superar

España tiene motivos para afrontar con esperanza el año que está a punto de comenzar... pero sin caer en euforias. Es la principal conclusión que dejó la jornada Perspectivas económicas España 2015, organizada por El Confidencial y PIMCO. Ante más de 200 asistentes, varios de los principales representantes de la vida financiera y empresarial española reconocieron los progresos que está experimentando la economía, pero también los desafíos que aún hay que encarar.

El aspecto prometedor de 2015 fue resaltado por el Ministro de Economía, Luis de Guindos, que fue el encargado de abrir el foro. "2015 debe ser el año en el que se asiente la recuperación económica", subrayó. Valorando los seis trimestres consecutivos de crecimiento que acumula ya la economía española, admitió que en este momento se está produciendo una especie de "alineación de planetas", consistente en esa mezcla de costes laborales más bajos, medidas expansivas del Banco Central Europeo (BCE), caída del euro y descenso del petróleo. A su juicio, este contexto lleva a pensar que la previsión del Gobierno de esperar un crecimiento del 2% en 2015 es "moderada".

Para el ministro de Guindos, esto se está haciendo con una política fiscal que calificó como 'neutra', lo que permite reducir el déficit público al mismo tiempo que el presupuesto ha dejado de ser un lastre. El último indicador adelantando de confianza de la OCDE, en su opinión, es el mejor ejemplo de que la economía se ha acelerado. Ahora bien, sin olvidar algunos riesgos geopolíticos que también existen.

Myles Bradshaw, vicepresidente ejecutivo y gestor de PIMCO, coincidió en las buenas expectativas con las que España encara 2015, pero dentro un enfoque realista. "Aunque España crezca más que la Eurozona, se situará entre el 1,5 y el 2%. El 2% es lo máximo que puede alcanzar el crecimiento en 2015". En su opinión, ni la mejoría del empleo y del crédito ni el contexto europeo justificarían crecimientos mayores.

Vídeo: España, hacia la reindustrialización

Preguntado por el riesgo de que la inestabilidad política y el auge de los populismos afecten a la recuperación de España y compliquen la situación de otros países europeos, Bradshaw fue explícito: "El crecimiento económico es la mejor receta para contrarrestar los populismos".

Gonzalo Gordázar, consejero delegado de CaixaBank, coincide en que la incertidumbre electoral es uno de los riesgos que esperarán a España en 2015. Pero no el único: la situación europea también constituye un foco de preocupación. José Sevilla, consejero delegado de Bankia, coincide en la advertencia sobre Europa. "El gran riesgo lo tenemos en la propia Europa, que debe decidir hacia dónde quiere ir".

Entre los riesgos también emergió la corrupción. Francisco Reynés, consejero delegado de Abertis, subrayó que, aunque hay casos de corrupción, no son la norma y enfatizó la necesidad de valorar que los progresos protagonizados por la economía española en los últimos años se han producido por el esfuerzo y el buen hacer de todas las partes, incluyendo políticos y empresarios.

Vídeo: El futuro del sector infraestructuras y servicios

Desde un punto de vista sectorial, Gordázar y Sevilla coincidieron en que el sector financiero, que acaparó la atención en la primera de las tres mesas de debate que acogió la jornada, afronta los retos de la rentabilidad y la eficiencia en un contexto complicado, marcado por unos tipos de interés al 0%. También reconocieron que, por el momento, no contemplan la posibilidad de cobrar a los clientes por sus depósitos ni ven próximas las fusiones bancarias transfronterizas en Europa después de que el BCE se haya convertido ya en el Supervisor Único del sector.

En el sector de infraestructuras, los participantes en el foro reconocieron que la internacionalización de las empresas no es que fuera una alternativa, sino una obligación para superar el trance de la crisis. Y desde un punto de vista interior, reclamaron una mejor planificación y un mejor uso para las infraestructuras. En este sentido, tanto Íñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial, como Juan Osuna, consejero delegado de OHL Concesiones, y Francisco Reynés se mostraron de acuerdo en la necesidad de alcanzar pronto una solución conveniente y lógica al problema de las autopistas. "La liquidación es la peor solución", avisaron.

La tercera y última mesa giró en torno al sector industrial y tuvo como invitados al presidente de Acerinox, Rafael Miranda, el presidente de Ebro Foods, Antonio Hernández Callejas, y el consejero delegado de Grupo Antolín, José Manuel Termiño. Todos se mostraron de acuerdo en la necesidad de ensalzar precisamente el concepto industria como factoría de producción, núcleo de creación de empleo y motor tecnológico. Con vistas al futuro, reclamaron fomentar la flexibilidad laboral –con el matiz de que no equivale a sueldos más bajos–, reforzar la competitividad y perseguir la unidad de mercado. Y hubo tiempo para un último deseo: una reforma educativa de envergadura ajena a los intereses partidistas.

Para Rafael Miranda la clave es la competitividad y, en este sentido, puso el acento en la reducción de los costes de la energía en línea con lo que se está haciendo en EEUU. Mientras que para Termiño no hay que ver como una mala noticia el hecho de que empresas españolas se vayan a Marruecos, toda vez que ese proceso forma parte de la globalización, y eso es, precisamente, lo que explica que en los años 60 y 70 se instalaran en España plantas automovilísticas. Según Hernández Callejas, hay que preservar el valor de las compañías, y no se puede vender a cualquier precio para poder exportar.

En lo que sí hay coincidencia es en que es importante que los centros de decisión se queden en España y mejore la cualificación profesional para atender un sector que garantiza empleos más estables y es el que mejor ha aguantado la crisis.

España tiene motivos para afrontar con esperanza el año que está a punto de comenzar... pero sin caer en euforias. Es la principal conclusión que dejó la jornada Perspectivas económicas España 2015, organizada por El Confidencial y PIMCO. Ante más de 200 asistentes, varios de los principales representantes de la vida financiera y empresarial española reconocieron los progresos que está experimentando la economía, pero también los desafíos que aún hay que encarar.

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