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La caída del petróleo inyecta 1.100 millones en el bolsillo de familias y empresas
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el ahorro puede alcanzar los 13.500 millones

La caída del petróleo inyecta 1.100 millones en el bolsillo de familias y empresas

El descenso del crudo -el Brent cotiza ya en el entorno de los 76 dólares- llega con cuentagotas a familias y empresas. Pero ya se deja notar en términos agregados.

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El descenso del barril de petróleo–el crudo tipo Brent cotiza en el entorno de los 76 dólares– llega con cuentagotas a familias y empresas. Pero, aun así, ya se deja notar en términos agregados. Hasta el extremo de que, en los nueve primeros meses de este año, la factura energética (incluyendo petróleo, gas y carbón) se ha reducido en 1.100 millones de euros.

La cantidad es todavía reducida respecto de lo que ha descendido el petróleo –un 30% tomando como referencia la media de 2013–, pero hay que tener en cuenta que los datos de comercio exterior no recogen todavía las fuertes caídas registradas en octubre y noviembre (en agosto el crudo todavía cotizaba en los mercados internacionales por encima de los 101 dólares). Eso quiere decir que en los próximos meses la factura energética seguirá bajando de forma intensa, lo cual aliviará el déficit comercial español.

No en vano, los productos energéticos suponen nada menos que el 21,7% de las importaciones, y costaron 42.754 millones entre enero y septiembre, lo que da idea de su importancia en términos macroeconómicos. Tomando como referencia los datos de 2013, eso significa que por cada 10% que baje el barril de crudo, el ahorro para la economía española es de 4.500 millones. Y hasta septiembre, el descenso ha sido, como se ha dicho, del 30%. Eso significa que si este descenso se consolidara durante un año, el ahorro para España sería de unos 13.500 millones de euros que ensancharían la renta disponible de las empresas y las familias.

Hay que tener en cuenta, en todo caso, que el descenso en términos porcentuales no se traslada de forma mecánica al bolsillo de los consumidores debido a que más de las dos terceras partes del precio de las gasolinas son impuestos, por lo que los menores precios se aplican sobre el coste real del crudo y no sobre el conjunto de la factura.

Pese al desplome del crudo en las últimas semanas, lo cierto es que el precio medio del barril de crudo se sitúo el año pasado en 108,69 euros, mientras que hasta la pasada semana la media era de 104,71 dólares. Es decir, todavía un suave descenso que se irá acelerando en los próximos meses.

La estrategia del crudo

El precio del petróleo cae, fundamentalmente, por la acción combinada de tres factores. En primer lugar, por la menor demanda debido a la ralentización de la actividad económica en grandes regiones consumidoras como Europa, los países emergentes y Japón. En segundo lugar, por el incremento de la oferta en países como EEUU después de la explosión del shale gas. Y, en tercer lugar, por la negativa de Arabia Saudí y sus países aliados dentro de la OPEP a reducir su producción con el objetivo de colapsar los yacimientos de los nuevos exportadores, cuya rentabilidad se deteriora al mismo ritmo que baja el precio del barril. Existen, además, otros factores de carácter geoestratégico como la intención de Occidente de ahogar la economía rusa –gran productora– en plena tensión con Putin por su postura sobre Ucrania.

El hecho de que el precio del petróleo baje apuntala de forma importante a la economía española. Sobre todo teniendo en cuenta que en 2015 la demanda interna (consumo privado, público e inversiones) debe tomar el relevo de la actividad, toda vez que la capacidad del sector exterior para tirar de la economía es ahora nula (menos exportaciones por el frenazo en la UE y más importaciones por la mayor actividad).

Se da la circunstancia, además, de que ese aumento adicional de la renta disponible por el descenso del petróleo coincidirá en el tiempo con una rebaja fiscal, lo que permitirá estimular la economía.

Durante los tres primeros trimestres del año, España ha tenido que destinar 33.865 millones a comprar petróleo; 7.868 millones al gas y 1.002 a la adquisición de carbón, con un saldo energético (incluyendo las exportaciones) negativo cercano a los 30.000 millones de euros.

El descenso del barril de petróleo–el crudo tipo Brent cotiza en el entorno de los 76 dólares– llega con cuentagotas a familias y empresas. Pero, aun así, ya se deja notar en términos agregados. Hasta el extremo de que, en los nueve primeros meses de este año, la factura energética (incluyendo petróleo, gas y carbón) se ha reducido en 1.100 millones de euros.

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