El presidente del Eurogrupo reclama “valentía política” para hacer nuevos ajustes

El mensaje es claro. Si España quiere aumentar su potencial de crecimiento, debe seguir adelante con las reformas económicas. O dicho en palabras del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, hacen falta reformas, pero para eso es necesaria “valentía política”. El objetivo es hacer una economía más competitiva capaz de garantizar un crecimiento sostenido y sostenible en el tiempo.

¿Significa esto que hay que recortar el Estado de bienestar? Para el ‘jefe’ del euro, sólo las reformas pueden lograr que se pueda financiar el sistema de protección social europea, aunque sean “impopulares”. Es su opinión, a medio y largo plazo se demostrará que esas reformas son el mejor camino, y no el aumento de la deuda público.

Dicho en términos más concretos. En su opinión, esa valentía política es necesaria para convencer a los electores de que hay que hacer más ajustes. “A todos nos gusta el Estado de bienestar”, ha asegurado, pero lo que hay que hacer es garantizarlo financieramente. Y como ejemplo pone un reciente informe de la OCDE en el que se estima un aumento del PIB del 6% en diez años si se aceleran las reformas.

En particular aquellas que afectan a los sectores profesionales, que, en su opinión, son una fuente intensa de creación de empleo ampliando y ensanchando los mercados de bienes y servicios. Favoreciendo la movilidad en Europea y logrando, al mismo tiempo, que los jóvenes puedan crear empresas y puestos de trabajo.

Es en este marco en el que insiste en algo ya planteado desde hace tiempo por el FMI y la Comisión Europea, la necesidad de llevar adelante una nueva reforma laboral capaz de modernizar la economía.

Para el responsable del Eurogrupo, ese es el camino que han seguido Portugal, Grecia o Irlanda para salir de la crisis, y también España, que gracias a la reforma laboral ha podido ensanchar su potencial de crecimiento. Haciendo, al mismo tiempo, reformas en el sector público que ha reducido el déficit presupuestario.

Ahora bien, pone también el énfasis en que si no se reforman de forma profunda los sistema educativos, será imposible hacer más competitiva la economía.