Montoro enviará a Artur Mas 2.400 millones en febrero para pagar a proveedores

Las balanzas fiscales desaparecen. Cataluña no podrá echar mano de ellas para quejarse de que tiene un déficit fiscal de más de 16.000 millones de euros anuales con el Estado español, según los datos refrendados por la propia Generalitat. Esos datos llevan a confusión porque no contemplan, por ejemplo, los gastos públicos de Defensa o Exteriores. Así lo afirmó este viernes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la convención del PP catalán. “Las balanzas son incompletas e incoherentes muchas veces. Deberían estar para conocer la situación de las finanzas y no para crear agravios e incidir en las diferencias”, recalcó el ministro.

Montoro se reservó una batería de anuncios para desgranarlos en la capital de Cataluña en pleno debate soberanista. Dijo que no tiene sentido ir por libre, que es casi imposible una independencia en términos económicos y muy difícil en términos políticos y que en unas semanas enviaría 2.400 millones de euros a Artur Mas para pagar a proveedores recordándole que hasta ahora la Generalitat ha recibido más de 30.000 millones del total de 105.000 millones que el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) repartió entre todas las comunidades.

En lugar de las balanzas fiscales, pues, el Gobierno del PP pondrá en marcha otro mecanismo para saber cómo se distribuyen los pagos y los cobros entre las administraciones públicas: las Cuentas Públicas Regionalizadas (CPR). “Las balanzas fiscales no pueden ser nunca motivo de divorcio económico ni, mucho menos, político. Son formas de medir flujos entre territorios. Y el resultado depende del método que se utilice y que puede llevar a conclusiones erróneas”, argumentó Montoro.

Por tanto, el nuevo método de contabilización de las cuentas públicas se comenzará a discutir el próximo 31 de enero en una convención de expertos economista que se celebrará en Gerona y el Gobierno de Mariano Rajoy espera tener el primer informe sobre la mesa con esta metodología en el mes de marzo. “A ver si así abrimos un periodo de normalidad y transparencia”, subrayó, al tiempo que afirmaba que es “un salto cualitativo” y que lo que se pretende es que se vea si la Administración Pública garantiza la prestación de los servicios públicos a todos los individuos “independientemente de donde vivan”.

El ministro de Hacienda criticó que desde instancias oficiales se insista en decir que con la independencia Cataluña tendría 16.000 millones más. “Es que eso depende del escenario económico. Es cierto que ese escenario está cambiando a mejor, pero no se puede aventurar ninguna cifra”, añadió.

Montoro aseguró que él ya había vaticinado hace un tiempo que Cataluña lideraría la salida de la crisis y eso se va cumpliendo, principalmente por el liderazgo en exportaciones. “Gracias a la capacidad de crecer y emprender de Cataluña, ya vemos ese liderazgo. Sólo hace falta echar un vistazo a las cifras de la encuesta de población activa (EPA) de ayer”. Recordó en este sentido que la balanza comercial catalana tiene un superávit de 22.000 millones de euros al año, aunque ese superávit es gracias a la relación con España. Si mañana cambia ese marco, se esfumaría ese idílico escenario.

El ministro de Hacienda se puso todas las medallas que encontró: si Cataluña va tan bien es por el Gobierno central, ya que recibió más de 30.000 millones del FLA. El conjunto de las comunidades recibió 105.000 millones, por lo que la Cataluña se embolsó el 30% del total de ayudas por ese mecanismo. Y se inyectaron más de 11.000 millones en instituciones financieras (léase ex cajas de ahorro). “Y en las próximas semanas, es decir, durante el mes de febrero, la Generalitat recibirá otros 2.400 millones de euros para pago a proveedores”.

La financiación catalana, subrayó Montoro, es posible gracias al apoyo del Gobierno central. “A la Generalitat le ocurre lo mismo que a otras comunidades como la Valenciana, Murcia, Baleares, Andalucía o Castilla-La Mancha: por mor de la crisis financiera y el estado de sus finanzas, no tienen acceso a los mercados internacionales. Y no tienen capacidad ni para refinanciar los préstamos anteriores. Por poner un ejemplo: no podían ni devolver los bonos patrióticos. ¿Por qué? Por la retirada de la confianza derivada de sus finanzas. De ahí que sea importante bajar el déficit público”, explicó el ministro.

Entonces, “el Gobierno español acude a los mercados para tomar deuda. Y como es el Estado español, lo hace en condiciones ventajosas y con créditos más baratos. Y eso permite a esas administraciones autonómicas, ya sea mediante el FLA o los pagos a proveedores, atender los gastos en sanidad y farmacia y, en menor medida, ecuación y servicios sociales”.

Montoro quiso desmitificar la expresión de “España nos roba” y afirmó también que “el Estado no está utilizando ingresos de los impuestos porque con esos ingresos no nos llegaría. Seguiríamos teniendo déficit. Pero el Estado sí puede endeudarse y pagar luego a las comunidades a través del FLA. No tiene sentido, pues, decir que les robamos, porque ese dinero se lo damos luego a la Generalitat a intereses más bajos de los que encontraría en el mercado. La Generalitat está ahorrando mucho dinero con ello y, al mismo tiempo, estamos liderándole dinero para que lo dedique a gestión social”.

También sacó el látigo para criticar el elevado déficit. “Es cierto que Mas se encontró con un déficit de 30.000 millones de euros, pero ahora tiene más de 52.000 millones”, explicó Enric Millo, portavoz parlamentario del PP catalán y vicesecretario de Acción Política, que estableció un diálogo con Montoro en el escenario. Esta apreciación fue ratificada por el ministro. Millo también afirmó ante los asistentes a la convención que “este referéndum no va a suceder porque está fuera de la legalidad democrática”. Y pidió después al titular de Hacienda que explicase por qué los catalanes dicen que pagan más impuestos. La respuesta fue sencillo: el Gobierno central mantiene los mismos impuestos para todos. Pero la Generalitat ha creado más impuestos que otros gobiernos autonómicos. “Eso es una opción legítima que prueba además que tiene un cierto autogobierno en materia fiscal. Pero debemos hacer una reforma tributaria para ensamblar los impuestos autonómicos para evitar que se rompa la unidad fiscal”, argumentó.

El ministro de Hacienda abogó por mantener la unidad de España como Estado. Detalló que a los catalanes no les interesaría quedar fuera de España ni de la UE. “Vicens Vives describía no hace muchos años una España aislada de Europa. Ésa era una España subdesarrollada y con menos libertades. Hoy, es parte de esa Europa”. Y recordó que “la renta per cápita hoy es el doble que la que teníamos en 1996. Tanto aquí como en Extremadura. Pero no hemos sido capaces de acortar las distancias. Ésa es ahora la tarea. A los catalanes nos conviene vivir juntos. Tenemos diferencias, a veces de orden cultural. Pero no sólo desde Cataluña, sino también desde otras comunidades y el que no lo vea es que no conoce España. Pero sí les quiero decir que España no es un lastre. Y que estamos ante divorcios imposibles económicamente”.