Es noticia
“Las malas noticias ya están asumidas. España se percibe ahora como una oportunidad”
  1. Economía
CHRIS BELL, RESPONSABLE PARA EUROPA DE KNIGHT FRANK

“Las malas noticias ya están asumidas. España se percibe ahora como una oportunidad”

Tiene problemas para reconocer en qué ciudad se despierta. Christopher Bell trabaja a caballo entre Berlín, París, Madrid… al tiempo que trata de vivir en Londres.

Foto: “Las malas noticias ya están asumidas. España se percibe ahora como una oportunidad”
“Las malas noticias ya están asumidas. España se percibe ahora como una oportunidad”

Tiene problemas para reconocer en qué ciudad se despierta. Christopher Bell trabaja a caballo entre Berlín, París, Madrid… al tiempo que trata de vivir en Londres. El socio responsable para Europa de la consultora inmobiliaria Knight Frank está recuperando sus nociones de español a marchas forzadas. Cada vez más, las prioridades de su agenda profesional vuelven a tener al idioma de Cervantes como requisito imprescindible para desenvolverse en el mercado del real estate, el mismo que le trajo a Madrid a principios de los años 90.

"Las oportunidades están llegando a España", afirma de manera convencida, mientras enumera los argumentos que sostienen su tesis. En opinión de Bell, el fundamental tiene que ver con las malas noticias económicas sobre nuestro país. Ese escenario negativo ya ha desaparecido. La incertidumbre se ha despejado. Aunque las expectativas de crecimiento y recuperación sean leves, por lo menos se ha conseguido generar un periodo de estabilidad. La hemorragia se ha contenido y el riesgo de salir del euro está descartado entre los inversores.

"Las malas noticias ya están asumidas". La travesía del desierto ha durado cerca de tres años, el tiempo que los inversores internacionales llevan aguardando la oportunidad para desembarcar en España. "El mercado percibe el ajuste de precios. Los activos empiezan a estar maduros", señala con un gesto optimista, mientras trata de hacer ver que existe un sentimiento de oportunidad referido a nuestro país. El dinero que circula por el mundo en busca de rentabilidad inmobiliaria nos vuelve a colocar entre sus prioridades.

Las malas noticias sobre España han desaparecido de la agenda de los inversores

Ineludiblemente, a la hora de hablar del mercado inmobiliario español sale a colación la figura 'banco malo'. A pesar del poco tiempo en marcha, Bell asegura que su papel va a ser determinante, pero sobre todo espera que lo sea de manera inmediata, a diferencia de su homólogo irlandés Nama, que tardó más de dos años desde que fue constituido en realizar una transacción. En general, el capo de Knight Frank repite el mantra del mercado a cerca del Sareb, cuyos 180.000 activos están siendo valorados a la espera de comprador.

"La clave es hacerlo rápido. Eso evitará dolores en el futuro". Evidentemente, el ejecutivo británico entiende que por la singularidad accionarial de Sareb, constituido con activos de entidades financieras rescatadas con dinero público, existe presión sobre los gestores para que maximicen el valor de la inmensa cartera de activos. "Sin duda, lo suyo sería hacerlo de manera estructurada, pero ante todo no deben olvidar lo que son, es decir, un vendedor distressed" y por lo tanto no están en disposición de imponer sus condiciones.

Lo importante para este veterano del real estate es que se cree mercado. Y para eso basta, al menos, con dos compradores compitiendo entre sí. El riesgo de los procesos abiertos, siguiendo patrones similares a los de la contratación pública, es que con el tiempo terminan expulsando a potenciales compradores. Ese modelo no garantiza mayor seguridad jurídica. Para el responsable de Knight Frank, cualquier tipo de riesgo ya va descontado en el precio. "Lo importante es que Sareb genere confianza y provoque un efecto llamada".

El dinero ha recuperado la sensibilidad hacia el mercado español

"Los inversores inmobiliarios han perdido dinero en todo el mundo, en eso España tampoco es extraordinaria". En este sentido, lo que ha hecho particular a nuestro mercado ha sido el peso de las entidades financieras locales en la creación y alimentación de la burbuja inmobiliaria, situación que hace ahora muy difícil el acceso a financiación, más aún para invertir en este sector. Por lo demás, independientemente de los picos de tensión política que ahora se viven, el dinero ha recuperado la sensibilidad hacia el mercado ibérico.

"Los próximos doce meses van a ser interesantes", apostilla Bell, que aún recuerda cuando hace no tanto tiempo la gente le hablaba en español para hacer negocios. "La ventaja para España es que el dinero no tiene sentimientos ni memoria", en referencia al nuevo sentir compartido entre los inversores. "Existe el sentimiento de que se pueden hacer cosas. Han desaparecido incertidumbres fundamentales. A partir de esa base es fácil la posibilidad de mejora". Cada vez falta menos para que comience el baile del nuevo dinero.

Tiene problemas para reconocer en qué ciudad se despierta. Christopher Bell trabaja a caballo entre Berlín, París, Madrid… al tiempo que trata de vivir en Londres. El socio responsable para Europa de la consultora inmobiliaria Knight Frank está recuperando sus nociones de español a marchas forzadas. Cada vez más, las prioridades de su agenda profesional vuelven a tener al idioma de Cervantes como requisito imprescindible para desenvolverse en el mercado del real estate, el mismo que le trajo a Madrid a principios de los años 90.

Banco de España