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Rajoy y la élite empresarial evitan nombrar a Bárcenas en tres horas de almuerzo
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EL PRESIDENTE ASEGURA QUE ÉL NO TIENE PROBLEMAS CON LA JUSTICIA

Rajoy y la élite empresarial evitan nombrar a Bárcenas en tres horas de almuerzo

Dos de la tarde. Almuerzo en el Palacio de la Moncloa. Mariano Rajoy es el anfitrión. Los capos de las principales multinacionales españolas agrupados en el

Foto: Rajoy y la élite empresarial evitan nombrar a Bárcenas en tres horas de almuerzo
Rajoy y la élite empresarial evitan nombrar a Bárcenas en tres horas de almuerzo

Dos de la tarde. Almuerzo en el Palacio de la Moncloa. Mariano Rajoy es el anfitrión. Los capos de las principales multinacionales españolas agrupados en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) le visitan. El encuentro estaba marcado en el calendario desde hacía tiempo: los empresarios quieren explicar al presidente las bondades del road show llevado a cabo por diferentes plazas internacionales para vender la Marca España. Sin embargo, por el camino se ha cruzado el ‘affaire Bárcenas’. Ayer, el día D, el político conservador ocupa portadas de los principales diarios internacionales, pero no por las oportunidades de negocio que ofrece su país.

“Nadie habló abiertamente del tema Bárcenas. Ni se mencionó su nombre. El presidente sí hizo referencias genéricas a que garantiza la estabilidad política”, explican fuentes conocedoras del contenido de la reunión. Esto es, se guardaron las formas y se pasó de puntillas por la cuestión. Rajoy, con sutileza, subrayó que no tiene ningún problema con la justicia, dejó claro que goza de una amplia mayoría en el Congreso y tranquilizó a los presentes al certificar que continuará con su agenda reformista. Los empresarios -con la significativa ausencia del presidente del Santander, Emilio Botín- se guardaron sus inquietudes para mejor ocasión e hicieron mutis por el foro.

“No era el sitio -rematan estas fuentes-. Si hasta Galán evitó referirse a la reforma eléctrica en presencia de Álvaro Nadal. Además, lo que les interesa a las empresas es qué se va a hacer a partir de ahora y si se garantiza que las reformas van a continuar… Los empresarios salieron contentos”. Además del presidente de Iberdrola, acudieron al encuentro el propio presidente del foro, César Alierta (Telefónica) y otros ejecutivos ilustres como Isidro Fainé (Caixabank), Antonio Brufau (Repsol), Francisco González (BBVA), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona) o José Manuel Lara (Planeta), entre otros.

Una de las principales motivaciones para crear el Consejo por parte de las 15 grandes corporaciones que apoyan el proyecto fue precisamente la negativa visión que de España se ha ido forjando en el extranjero durante los años de crisis. De hecho, el citado road show -encabezado por los Alierta, Sánchez Galán o Fainé y realizado durante los meses de abril y mayo por 23 plazas mundiales- nació con la intención de trasladar el mensaje de que España está saliendo de la crisis y que hay oportunidades de negocio. Una forma de dar un paso al frente y vender optimismo frente al catastrofismo que las empresas habían detectado en los medios de comunicación nacionales en los últimos tiempos.

Daño a la Marca España 

Unos esfuerzos en vender Marca España y dulcificar la imagen del país que chocaron ayer con la cruda realidad. Diarios que mueven mercado como The Wall Street Journal o Financial Times aludían a la crisis abierta en España por las revelaciones en sede judicial del extesorero del PP Luis Bárcenas. Y no eran precisamente generosos, haciendo hincapié en las peticiones de dimisión al presidente del Gobierno y poniendo énfasis en los riesgos sobre la economía de la falta de estabilidad política en el país. “Los líderes europeos y los inversores internacionales han considerado tradicionalmente la estabilidad política en España como un activo clave -poniendo distancia respecto a otros países golpeados por la crisis en el sur de Europa como Portugal-”, exponía el rotativo de Pearson, que también se posicionó editorialmente sobre la cuestión.

Por otra parte, el entuerto político difumina las reflexiones económicas expuestas por los asistentes al acto. En este sentido y según la información difundida por Moncloa, el presidente expresó su confianza en que este pueda ser el último año de recesión, si bien precisó que el ritmo de avance “depende de la reactivación del crédito y de la Unión Europea”. El último informe del CEC, publicado en marzo y titulado "España, un país de oportunidades", ya abundaba en esta idea al apostar por una mejora económica gradual de la economía en 2013, que junto a la reforma laboral llevará a “un aumento de la ocupación y una ligera reducción de la tasa de desempleo” en la segunda mitad de 2014. El cuarto trimestre de este año debería ver crecimiento positivo.

Para muchos de los empresarios asistentes al almuerzo con Rajoy, el encuentro era parada y fonda. No en vano, parte del contingente tenía previsto desplazarse después a Marruecos para acompañar al Rey en su visita oficial a este país. El Consejo fue constituido en febrero de 2011 y está compuesto por 15 de las principales compañías de España. Según los cálculos que efectúa la propia organización, el colectivo da empleo a más de 1,7 millones de trabajadores y representa una facturación agregada del 35% del PIB español. Un trasatlántico que, al menos ayer, prefirió no soltar amarras.

Dos de la tarde. Almuerzo en el Palacio de la Moncloa. Mariano Rajoy es el anfitrión. Los capos de las principales multinacionales españolas agrupados en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) le visitan. El encuentro estaba marcado en el calendario desde hacía tiempo: los empresarios quieren explicar al presidente las bondades del road show llevado a cabo por diferentes plazas internacionales para vender la Marca España. Sin embargo, por el camino se ha cruzado el ‘affaire Bárcenas’. Ayer, el día D, el político conservador ocupa portadas de los principales diarios internacionales, pero no por las oportunidades de negocio que ofrece su país.

Mariano Rajoy Luis Bárcenas