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Díaz de Mera: adiós al imperio del 'Florentino Pérez del balonmano'
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CONSUME LA DESAPARICIÓN DEL BALONMANO ATLÉTICO DE MADRID

Díaz de Mera: adiós al imperio del 'Florentino Pérez del balonmano'

Fue uno de los mayores constructores de nuestro país, pero su imperio acabó bajo mínimos. De manera paralela, cultivó un gran carisma como empresario vinculado al

Foto: Díaz de Mera: adiós al imperio del 'Florentino Pérez del balonmano'
Díaz de Mera: adiós al imperio del 'Florentino Pérez del balonmano'

Fue uno de los mayores constructores de nuestro país, pero su imperio acabó bajo mínimos. De manera paralela, cultivó un gran carisma como empresario vinculado al deporte profesional, pero esta faceta también se ha acabado hundiendo.

Domingo Díaz de Mera, el sheriff innombrable que imponía su ley en Castilla-La Mancha y una de las cabezas visibles del clausurado aeropuerto de Ciudad Real, ha dicho adiós esta semana al Balonmano Atlético de Madrid, uno de los mejores -y más caros- clubes de balonmano del mundo, por sus deudas con Hacienda. El club certificó su desaparición el pasado martes al no poder hacer frente a una deuda cercana al millón de euros y deja en paro a toda una plantilla llena de estrellas mundiales que, a día de hoy, no tienen equipo con el que jugar la próxima temporada.

Con su desaparición, y habiendo ganado dos Copas del Rey, una Supercopa de España y una Super Globe, el Atlético de Madrid deja atrás una brevísima reactivación de su sección de balonmano -apenas ha durado dos años- que en realidad no fue impulsada por la propia entidad. Lo cierto es que el club oficial era el Balonmano Neptuno, al que el Atlético de Madrid cedió su nombre e imagen y ayudó en lo que pudo para reactivar deportiva y económicamente la sección que tantas alegrías había dado a los aficionados colchoneros a lo largo de la historia.

Con este revés concluye la aventura de Díaz de Mera en el balonmano profesional y su afán por conseguir una mayor rentabilidad en sus proyectos deportivos. No hay que olvidar que el Balonmano Atlético de Madrid surgió por el ‘traslado' que el empresario hizo en 2011 del también desaparecido Balonmano Ciudad Real, del que era propietario. En un movimiento similar al de las franquicias de la NBA, Díaz de Mera decidió llevarse el club a Madrid pese a las protestas de los aficionados ciudadrealeños, que vieron desaparecer el equipo con el que llevaban años jugando en la liga Asobal y en el que, a golpe de talonario, habían conseguido configurar la que seguramente era la mejor plantilla del balonmano mundial.

La falta de dinero público, motivo del cierre

Las razones que le han llevado a cerrar el Balonmano Atlético de Madrid han sido exactamente las mismas que le hicieron llevarse el club fuera de Ciudad Real: la falta de apoyo institucional en forma de dinero público. En un comunicado oficial, Díaz de Mera achaca el cierre, entre otros, a “la falta de patrocinadores y apoyo logístico de las instituciones públicas”. Y es que “el apoyo moral de las instituciones de Madrid ha sido insuficiente a la hora de hacer la valoración final y llegar a una conclusión positiva, que junto a la aportación del Atlético de Madrid, hiciera viable el proyecto”.

Unos motivos, como decimos, muy similares a los que le hicieron llevarse el club de Ciudad Real. Por aquel entonces, a la falta de patrocinadores privados hubo que unir la ausencia de apoyo económico por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, cuyas ayudas económicas desaparecieron cuando María Dolores de Cospedal -por aquel entonces políticamente asediada por los medios de comunicación de Díaz de Mera- accedió a la presidencia de C-LM.

Y es que no solo se trataba de deporte: en la espantada de Ciudad Real también tuvo mucho que ver que Díaz de Mera no lograse la cesión gratuita de los terrenos aledaños al pabellón del club, donde pretendía montar un Centro de Alto Rendimiento (CAR) para aumentar los ingresos de la entidad. Una concesión que se habría unido a la de los terrenos del propio pabellón, que el Ayuntamiento de la ciudad cedió durante 25 años y que, a día de hoy, apenas tiene uso.

Al frente del Balonmano Ciudad Real, Díaz de Mera no consiguió grandes patrocinios privados, pero sí una positiva imagen pública -impulsada por la afición y por los medios de comunicación de su propiedad- que le permitieron acceder a cuantiosas ayudas y proyectos de índole pública. En su etapa en Madrid, sin embargo, solo ha conseguido una cosa: certificar la desaparición del club de balonmano de dos ciudades distintas en apenas dos años y dar por concluida su aventura como empresario dentro del deporte profesional.

Fue uno de los mayores constructores de nuestro país, pero su imperio acabó bajo mínimos. De manera paralela, cultivó un gran carisma como empresario vinculado al deporte profesional, pero esta faceta también se ha acabado hundiendo.