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FCC vende un tercio de su autocartera un 50% por debajo del precio de compra
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INGRESA 32 MILLONES TRAS COLOCAR UN 3% DEL CAPITAL

FCC vende un tercio de su autocartera un 50% por debajo del precio de compra

FCC tiene un motivo para alegrarse y otro para entristecerse. La compañía vendió este lunes un 3% de autocartera a petición de un grupo de inversores,

FCC tiene un motivo para alegrarse y otro para entristecerse. La compañía vendió este lunes un 3% de autocartera a petición de un grupo de inversores, que le habían mostrado su interés por tomar posiciones en la empresa controlada por Esther Koplowitz. La constructora aceptó la propuesta pese a que la operación suponía deshacerse de un paquete de acciones a la mitad del precio al que las compró en 2010.

La sociedad fue contactada por Fidentiis debido a la intención de varios fondos de comprar una participación relevante en el capital de la castigada compañía de construcción, servicios e infraestructuras. FCC accedió a la llamada del bróker, que en apenas dos horas colocó el 3% del accionariado a 8,13 euros por acción, con un descuento de apenas el 2% sobre el precio en bolsa.

La operación le salió redonda a FCC, que ingresó casi 32 millones por la venta, al tiempo que le ha dado más liquidez a su depauperada cotización. Tras la transacción, la compañía de construcción y servicios reducirá hasta el entorno del 7% el porcentaje de capital social que conformaba su autocartera, que se situaba en el 9,963%, próximo al límite del 10% que permite la actual legislación.

Sin embargo, la venta tiene un lado menos favorable. Ese casi 10% del capital lo adquirió FCC en 2010 a precios que oscilaban entre los 17 y los 18 euros por acción. La compañía ha señalado oficialmente que hasta hoy no podrá saber la plusvalía o la minusvalía porque todavía no sabía el precio final, si bien dicho precio -8,13 euros- aparece en el hecho relevante remitido a la CNMV. Además, añade que la venta de autocartera "en ningún caso produce impacto alguno en la cuenta de resultados. Según las normas contables europeas a su compra se dota una reserva de acciones propias. A su venta se recupera". No obstante, el año pasado reconoció minusvalías de más de 2 millones de euros por esta operativa.

Un bono convertible imposible

Aquellas compras a más de 17 euros las realizó la constructora como medida de blindaje para que Esther Koplowitz no se diluyera tras la emisión de un bono convertible de 450 millones con vencimiento en 2014. Ese importe suponía en aquel momento –finales de 2009- el 8% del capital, ya que el precio de canje se estableció en 39,28 euros por título.

La conversión del bono se presenta imposible a primera vista, por lo que FCC confía en refinanciar esta emisión al calor de la reestructuración global de la deuda en la que está inmersa. Un proceso en el que también tendrá que tener en cuenta el impacto en la cuenta de resultados de las pérdidas por la autocartera, paquete que la compañía ha prestado en los últimos años a Société Générale a cambio de que este banco le concediese líneas de financiación ante su apurada situación de liquidez.

El interés de los inversores por entrar en FCC se basa en la confianza en que sacará adelante su plan de transformación, que supone la venta de activos por más de 2.000 millones de euros. De momento, ya se ha desprendido de varias filiales, como Proactiva, y de varios activos inmobiliarios, al tiempo que ha puesto en el mercado otras participaciones en Globalvia, FCC Energia, Realia y Cemusa (publicidad exterior), entre otras.

Un conjunto de iniciativas con las que espera volver a obtener beneficios pese al contratiempo que ha supuesto la suspensión de pagos de Alpine, su constructora europea. Una caída, derivada de la negativa de la banca a alargar sus vencimientos, que le costará unos 400 millones de euros a FCC y que ha alterado los planes de Juan Béjar, el nuevo consejero delegado.

FCC tiene un motivo para alegrarse y otro para entristecerse. La compañía vendió este lunes un 3% de autocartera a petición de un grupo de inversores, que le habían mostrado su interés por tomar posiciones en la empresa controlada por Esther Koplowitz. La constructora aceptó la propuesta pese a que la operación suponía deshacerse de un paquete de acciones a la mitad del precio al que las compró en 2010.