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No hay marca España: “Las empresas nacionales hacen la guerra por su cuenta”
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LAS COMPAÑÍAS SE AFERRAN LAS EXPORTACIONES PERO SIN RESALTAR LA NACIONALIDAD

No hay marca España: “Las empresas nacionales hacen la guerra por su cuenta”

La crisis está dejando a su paso un diluvio de cifras negativas sobre la economía, pero en medio del aguacero las empresas españolas han encontrado en

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No hay marca España: “Las empresas nacionales hacen la guerra por su cuenta”

La crisis está dejando a su paso un diluvio de cifras negativas sobre la economía, pero en medio del aguacero las empresas españolas han encontrado en las exportaciones el chubasquero bajo el que resguardarse. Sin embargo, las compañías trabajan de manera independiente y evitan presentar sus productos bajo la bandera del made in Spain.

“El país no está ahora para sacar pecho”, lamenta Miguel Otero, director general del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE). La iniciativa, que nació en 1999 con el objetivo de defender la internacionalización de las marcas españolas, reúne hoy más de 100 empresas líderes en sus sectores (Abertis, BBVA, Borges, Cosentino, Iberdrola, Zara y Tous, entre otros), cuya facturación conjunta equivale al 40% del PIB español.

“En España las empresas han hecho la guerra por su cuenta históricamente y ahora esa tendencia se ha pronunciado por la crisis. No se trata de esquivar la nacionalidad, pero tampoco es momento de incidir en ella. Cuando España recupere su credibilidad interna y la confianza externa, se podrá presumir”, explica Otero.

“Las empresas no tienen que hacer marca país”

“No hay que comprar producto español, por el mero hecho de serlo, sino por su calidad"

En FMRE, aunque apoyan a los poderes públicos en su estrategia de impulso de la imagen de España fuera de nuestras fronteras, insisten en que “no son las empresas las que tienen que hacer marca país, es el país el que debe poner en valor a sus marcas”. Un punto, este último, que a juicio de Miguel Otero es mejorable y explica porqué muchas de las empresas líderes no quieren ir a los pabellones internacionales, pues consideran que la administración ni les dispensa el trato que merecen.

“No se puede tratar a todos por igual. El Estado tiene que entender y premiar la labor de las grandes compañías, que abren camino a las pequeñas”, apunta Otero.

En este sentido, Miguel Otero considera que España ha fallado en su estrategia comercial: “Durante los años de bonanza se ha despreocupado y cuando ha estallado la crisis se ha encontrado con un tejido productivo no tan competitivo como podría”.

En Marcas Renombradas consideran que la principal desventaja con la que tienen que lidiar actualmente las firmas nacionales es “el pago diferencial de financiación, que llega a ser del doble con respecto a otros países de la zona euro, lo que afecta negativamente en la cuenta de resultados”.

Un sello para unirlos a todos

Javier García-Inés y Vicente Ruíz detectaron “la necesidad de las pequeñas y medianas empresas de caminar juntas”. Con el objetivo de poner en valor el origen español, ofrecer transparencia al consumidor a través de un correcto etiquetado y mejorar la competitividad del tejido industrial nacional, estos dos jóvenes emprendedores españoles han lanzado el sello Origen Certificado. "Está teniendo una gran acogida, pero todavía no podemos facilitar cifras porque estamos los auditores trabajando con las empresas que han solicitado unirse a la inciativa", apunta García-Inés.

"En España las empresas han hecho la guerra por su cuenta históricamente y ahora esa tendencia se ha pronunciado por la crisis. No se trata de esquivar la nacionalidad, pero tampoco es momento de incidir en ella"

Esta iniciativa privada, que carece del apoyo de las administraciones públicas, quiere otorgar a los productos un valor añadido, al garantizar que al menos el 51% del proceso de fabricación tuvo lugar en España. Pero sus fundadores matizan: “No queremos lanzar el mensaje de que se compre producto español, por el mero hecho de serlo, sino por su calidad. Si hay un producto alemán mejor, animaremos a los españoles a progresar en esa dirección”.

Además, su experiencia como consumidores y también como pequeños empresarios les ha animado a trabajar en la búsqueda de un punto común entre ambos. “El sello busca que productor y consumidor se entiendan y se junten, ofrecer al denominado consumidor responsable todas las garantías de calidad en los productos nacionales”.

El sello Origen Certificado puede ser la solución a las grietas que hay en el etiquetado made in Spain, que permite que empresas que no fabriquen en España vendan producción nacional. "Hay empresas que no fabrican en España, pero que usan el sello. Importan de China, pero a través de un cambio pueden poner ese sello", asegura Ruíz. 

La crisis está dejando a su paso un diluvio de cifras negativas sobre la economía, pero en medio del aguacero las empresas españolas han encontrado en las exportaciones el chubasquero bajo el que resguardarse. Sin embargo, las compañías trabajan de manera independiente y evitan presentar sus productos bajo la bandera del made in Spain.

Banco de España