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ElPozo afronta su primer conflicto laboral y social por externalizar la producción
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PROTESTA CONTRA EL GRUPO QUE PRESIDE TOMÁS FUERTES

ElPozo afronta su primer conflicto laboral y social por externalizar la producción

Algo se ha roto en ElPozo Alimentación, la empresa líder del sector cárnico en España. El clima tradicional de diálogo social, con divergencias puntuales, parece haber

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ElPozo afronta su primer conflicto laboral y social por externalizar la producción

Algo se ha roto en ElPozo Alimentación, la empresa líder del sector cárnico en España. El clima tradicional de diálogo social, con divergencias puntuales, parece haber pasado a mejor vida con la protesta que el sábado recorrerá las calles de Alhama de Murcia contra las externalizaciones futuras y la posible pérdida de empleo. La empresa niega que esos temores sean fundados y apela al compromiso personal del fundador, el empresario murciano Tomás Fuertes, aunque el comité de empresa convocante los ve como una realidad tangible.

La decisión de poner a primeros de julio la sección de tripería en manos de otra empresa, que hará su labor en las mismas instalaciones alquiladas de ElPozo, ha puesto en pie de guerra a los trabajadores, temerosos por sus futuros. “Es la primera vez que se externaliza una zona de producción ligada a la matanza”, asegura el secretario de CCOO en la fábrica, Óscar Barquero. Sin embargo, la empresa niega la mayor. “No es cierto que haya externalización”, replica el director de Recursos Humanos, Manuel García Juesa. “Esa empresa no hará el trabajo para nosotros, sino para venderlo ella misma, y recolocaremos a los 55 trabajadores afectados”.

El problema reside en que la compañía que compraba toda la producción de tripería de ElPozo ha cerrado. Otra empresa externa quiere asumir la producción con la materia prima de Fuertes, realizándolo en las instalaciones de Alhama para comercializarla por su cuenta, explica Juesa. Los empleados que trabajan directamente en ElPozo Alimentación son 3.500, mientras que otros 5.000 lo hacen para todo el Grupo Fuertes, uno de los mayores conglomerados industriales españoles, un imperio nacido a partir de dos carnicerías en Alhama de Murcia hace varias décadas.

El asunto de la tripería supone el inicio de la externalización de zonas ligadas a la producción, según los trabajadores, una de las líneas rojas hasta ahora nunca cruzadas, y que puede llevar a la supresión de entre 900 y 1.000 puestos en un año si a esa sección siguen las de expediciones de fresco, loncheado, matadero, según con la versión del comité. “Siempre ha habido subcontratas, pero de trabajo externo a la producción”, dice Barquero. “Esto lo cambia todo”.

García Juesa lo niega tajantemente. Lo de la tripería “es legal, no destruimos empleo y recomendamos a la otra empresa la contratación de gente del pueblo”. Cosa importante puesto que, para una población de 20.000 habitantes como es Alhama y para otras cercanas (Totana o Librilla), la estabilidad laboral que representa el Grupo Fuertes es algo a tener en cuenta, máxime en una región con una tasa de paro que ronda el 30%. ElPozo es para la comarca lo que SEAT fue para Barcelona o Ford para Almussafes (Valencia). 

Desde el comité de empresa ven el origen de todo el problema en una disputa legal por el pago de incentivos, acordado en 2009 e incumplido por la empresa, lo que dio origen a tres días de huelga. Ahora, los trabajadores creen que están a punto de ganar el recurso a la empresa en el Tribunal Supremo tras haberlo hecho en el TSJ y el Juzgado de lo Social nº 7 de Murcia. “La ejecución de esa sentencia supondrá que nos deban 14 millones de euros de incentivos”, asegura Barquero, “y se quieren curar en salud”.

Para los empleados, algo ha cambiado y está cambiando. “Siempre hubo una relación de diálogo con nuestros jefes y los hijos de nuestros jefes”, ilustra Barquero. Pero desde que se incorporó a la dirección la tercera generación, a mitad de 2012, de una empresa familiar nos hemos convertido en una empresa con objetivos, que usa la nueva legalidad laboral para ajustarlos”. Del otro lado, la explicación es muy distinta y consideran que “no se ha roto el clima de diálogo social. En ElPozo Alimentación el sueldo más bajo es de 1.200 euros netos al mes. No ha bajado el censo laboral en los últimos años y siempre se han reinvertido en la empresa los beneficios”.

Los excedentes de 2012 fueron de 31 millones de euros, según el comité, que se extraña, por boca de Barquero, de que con ese resultado se pretenda externalizar parte de la producción para hacerlos crecer. La facturación anual de ElPozo crece sin descanso a una media del 10% anual, según cálculos moderados, y las exportaciones también. No obstante, el director de Recursos Humanos destaca que “cada vez la rentabilidad es menor. Todas las iniciativas son para asegurar la viabilidad futura. Nuestra gran competencia actual son las grandes superficies”, no las otras grandes empresas del sector cárnico. Que con el tiempo uno u otro tengan razón marcará el devenir de la mayor empresa española del sector cárnico.

Algo se ha roto en ElPozo Alimentación, la empresa líder del sector cárnico en España. El clima tradicional de diálogo social, con divergencias puntuales, parece haber pasado a mejor vida con la protesta que el sábado recorrerá las calles de Alhama de Murcia contra las externalizaciones futuras y la posible pérdida de empleo. La empresa niega que esos temores sean fundados y apela al compromiso personal del fundador, el empresario murciano Tomás Fuertes, aunque el comité de empresa convocante los ve como una realidad tangible.