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¿Verdad o mentira? Rajoy alardea de buenos indicadores ante los empresarios
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LA RECESIÓN TOCA A SU FIN, COMIENZA EL ESTANCAMIENTO

¿Verdad o mentira? Rajoy alardea de buenos indicadores ante los empresarios

La luz al final del túnel comienza a visualizarse. Y esta vez, sostiene el Gobierno, no es otro tren que circula por la misma vía en

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¿Verdad o mentira? Rajoy alardea de buenos indicadores ante los empresarios

La luz al final del túnel comienza a visualizarse. Y esta vez, sostiene el Gobierno, no es otro tren que circula por la misma vía en sentido contrario. ¿Verdad o mentira? Los indicadores más recientes de coyuntura no muestran una señal clara. Pero, al menos, reflejan con nitidez una tendencia: el deterioro de la economía comienza a estabilizarse. Hasta el extremo de que es muy probable que la economía salga de la recesión en el tercer trimestre de este año.

Desde luego, como sostiene el economista Ángel Laborda, “de forma modesta”. Tan modesta que Funcas estima que el PIB se habrá estabilizado en el tercer trimestre con una tasa de variación que se situará en el entorno del 0,0%. O lo que es lo mismo. España dejará atrás ocho trimestres consecutivos de recesión. Nunca antes había sucedido algo parecido.

¿Quiere decir eso que una recuperación sólida está a la vista? Nada apunta en esa dirección. Ni el contexto europeo ni la demanda interna (consumo privado, público e inversiones) muestran síntomas de fortaleza. Y, de hecho, las estimaciones de Funcas calculan que el PIB crecerá en el cuarto trimestre de este año una o dos décimas en términos trimestrales. Anualizando esa tasa por los cuatro trimestres de un año, eso significa que la economía española ya estaría creciendo en torno a un 1%. 

Desde luego, todavía por debajo de su potencial. Y lo que es más importante, una tasa todavía insuficiente para crear empleo en términos netos (saldo entre el que se destruye y el que se crea). Ahora bien, a años luz de la caída del 2% del PIB que se registró en el primer trimestre de 2013, lo que significa que la economía ha ido de menos a más a medida que ha ido avanzando el año. De ahí que el Gobierno hable ya sin tapujos de que el punto de inflexión (el cambio de tendencia) esté a la vista.

No es, desde luego, ninguna novedad. El hecho de que el PIB no vaya a caer en el segundo semestre de este año es coherente con las estimaciones del consenso de institutos de coyuntura, que prevé un retroceso del PIB del 1,5% (1,4% según Funcas). Según ese consenso, la economía no crecerá claramente por encima del 1% hasta el segundo o tercer trimestre de 2014 en tasa trimestral anualizada.

El optimismo del Gobierno -Rajoy dio ayer en la asamblea general de CEOE que “lo peor ha pasado”- se limita, por lo tanto, a que la segunda recesión de la economía española en apenas cinco años, se acaba. Pero durante algún tiempo rozará el estancamiento, como, por cierto, admite el propio Ejecutivo en sus últimas previsiones, en las que calcula que el PIB avanzará el año próximo un 0,5% en media anual. Nunca la economía española ha creado empleo con esa tasa de actividad tan baja, aunque está por vez los efectos de las dos últimas reformas laborales y de los cambios que se están produciendo en el sector exterior: las empresas venden fuera para compensar la atonía de la demanda interna.

La mejora del sector exterior es, de hecho, el prinicipal argumento que dio ayer Rajoy para justificar su optimismo. La balanza comercial tiene superávit y España ha dejado de financiarse en el exterior. Y lo que es políticamente más importante para el Gobirno. Como dijo ayer el presidente, "la sensación de asfixia que vivíamos hace un año ha desaparecido" después de recortar el déficit público en unos 22.000 millones de euros. "No ha habido rescate", proclamó ufano.

¿Y qué es lo que reflejan hoy por hoy los últimos indicadores de coyuntura? Pues que las cosas no van a peor, pero tampoco se observa una recuperación significativa.

Estos son algunos de los más representativos:

Indicador compuesto adelantado de actividad. Este indicador que elabora la OCDE mejoró en abril por octavo mes consecutivo, situándose en el nivel 101,2.

Tráfico aéreo de pasajeros. Moderó el ritmo de caída en mayo seis puntos respecto al mes anterior, hasta registrar una tasa interanual del -1,8%.

Índice de Precios de Consumo (IPC). Aumentó un 0,2% respecto del mes anterior, frente a un ligero descenso (-0,1%) en igual mes de un año antes, y su tasa de variación interanual subió tres décimas, hasta el 1,7%,

Venta de grandes empresas El promedio marzo-abril arroja un descenso del 4,3%, inferior al del bimestre anterior (-5%). Esto quiere decir que la disminución anual de las ventas va menguando lentamente, tras la fuerte caída del segundo semestre de 2012 (-6,6%).

Consumo de energía eléctrica. La variación de mayo muestra una caída del 1,9%. O del 3% si se tienen en cuenta los cinco primeros meses del año. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en el primer trimestre la caída fue del 3,6%, lo que supone que se está corrigiendo el descenso, pero todavía con datos negativos.

Producción Industrial. Está retrocediendo a un ritmo anual del 1,8%, menos de la mitad que el -4,1% registrado en el primer trimestre. En todo caso, muy lejos del 6% que llegó a caer en el año 2012.

Consumo de cemento. Prosigue su desplome, pero a ritmos más moderados: un 13% en mayo. Muy por debajo de los descensos superiores al 30% que se produjeron el año pasado. El consumo aparente de cemento, de cualquier forma, se sitúa en niveles de los años 60.

Utilización de la capacidad productiva. Este indicador clave de actividad muestra que las fábricas están al 73,1% de su capacidad. A mucha distancia de los niveles previos a la crisis, pero casi cuatro puntos por encima que en el primer trimestre de este año.

Indicador de Comercio al por menor. Este indicador refleja con nitidez la crisis del consumo que vive España. En abril caía a un ritmo del 5,5%, por debajo del -8,5% del primer trimestre. La destrucción de empleo, la subida de impuestos y la moderación salarial explican esta pobre evolución.

Financiación al sector privado. En abril, y eliminando el efecto de la inflación, la caída es un considerable -9,9%, el peor registro de la serie histórica, lo que da idea de que el crédito no circula.

Exportaciones. En valor crecen a un ritmo del 2%, y del 5,5% en términos de volumen. Los resultados están en línea con la última parte de 2012, cuando la recesión en los principales países europeos enfrió las ventas al exterior.

Importaciones.  El deterior del consumo pasa factura a las compras procedentes del exterior. Según Comercio, las importaciones están cayendo a un ritmo del 15% en valor.

Afiliación a la Seguridad Social. La recuperación del empleo no llega. De hecho, en los últimos doce meses se ha perdido el 3,7% de la fuerza laboral. Ahora bien, si se compara con el primer trimestre la caída se ha suavizado siete décimas. Sin olvidar que el empleo es un indicador retrasado, lo que quiere decir que primero se recupera la actividad y luego se crean puestos de trabajo. Nunca, al revés.

Efectos de comercio devueltos por impago. Se redujeron en abril un 10,7% en relación con el mismo mes de 2012, alcanzando el importe de dichos efectos 565 millones de euros, cifra inferior en un 12,6% a la de un año antes.

Compraventas de viviendas. Se incrementó en abril el 10,8% en tasa interanual, frente al retroceso del 12,6% de marzo. No obstante, en términos intermensuales y utilizando datos desestacionalizados, la caída de abril (6%) fue superior a la de marzo (4,8%).

Indicadores cualitativos.  Como dice Economía, muestran “señales contrapuestas”. Así, el indicador de confianza en la industria, publicado por la Comisión Europea, retrocedió dos décimas en el periodo abril-mayo respecto del primer trimestre del año, mientras que el PMI de manufacturas aumentó siete décimas en dicho periodo.

La luz al final del túnel comienza a visualizarse. Y esta vez, sostiene el Gobierno, no es otro tren que circula por la misma vía en sentido contrario. ¿Verdad o mentira? Los indicadores más recientes de coyuntura no muestran una señal clara. Pero, al menos, reflejan con nitidez una tendencia: el deterioro de la economía comienza a estabilizarse. Hasta el extremo de que es muy probable que la economía salga de la recesión en el tercer trimestre de este año.