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Sólo la conexión latinoamericana de Telefónica justificaría el interés de AT&T
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LOS EXPERTOS NO VEN ATRACTIVO EN EL SECTOR

Sólo la conexión latinoamericana de Telefónica justificaría el interés de AT&T

Tras cinco caídas consecutivas, las acciones de Telefónica parecían condenadas a entregar, por primera vez desde finales de febrero, la cota de los 10 euros. Pero

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Sólo la conexión latinoamericana de Telefónica justificaría el interés de AT&T

Tras cinco caídas consecutivas, las acciones de Telefónica parecían condenadas a entregar, por primera vez desde finales de febrero, la cota de los 10 euros. Pero no hubo un sexto descenso. Todo lo contrario: los títulos comenzaron la semana con una subida del 2,4% y alcanzaron los 10,27 euros. ¿El motivo de esta reacción? El supuesto interés de la estadounidense AT&T por la teleco española. 

La información, publicada ayer por El Mundo, hacía referencia a que el Gobierno español había frenado una oferta de compra de la norteamericana sobre la compañía presidida por César Alierta. Aunque tanto la empresa española, mediante un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como el Ejecutivo, a través del ministro de Industria, José Manuel Soria, desmintieron la noticia, el rumor estaba sembrado. Y como suele ocurrir en estos casos en los parqués, corrió como la pólvora en forma de compras, en un acto reflejo que impulsó la cotización de Telefónica, pero también la de sus competidores. La holandesa KPN subió un 6,6%; France Télécom, un 3,1%; Telecom Italia, un 2,7%; Portugal Telecom, un 2%; y Deutsche Telekom y Vodafone, entre un 1 y un 1,5%. En total, el sector de las telecos fue el más destacado del día en el Stoxx 600, con un avance del 1,6%. 

Sorpresa por ser un sector 'atascado'...

Aunque el sonido de los tambores de OPA calentó el sector, entre los expertos existe una sensación de sorpresa. "Puedo entender la necesidad de AT&T de querer moverse en el exterior para ampliar su mercado, pero no que centre su mirada en las operadoras europeas, que afrontan tiempos difíciles por la madurez del mercado continental, las inversiones que deben realizar y la deuda que tienen encima", subraya un analista que prefiere no ser citado. 

Esta radiografía concuerda con la expuesta por la agencia de calificación Fitch. En un informe publicado en mayo, destacó que el sector de las telecomunicaciones figuraría entre los más perjudicados en caso de que se confirmen los temores de una japonización de la economía europea. "Se espera que las actuales compañías continúen sufriendo una presión en los ingresos en sus mercados nacionales, que en algunos casos se verían compensados del crecimiento de los negocios internacionales", manifestaban en dicho documento. 

Por ahora, la recesión en la que se encuentra la Eurozona ya les está poniendo en aprietos, sobre todo a la hora de encarar dos de los principales desafíos que afronta el sector, que desembocan en una combinación de acometer inversiones y, al mismo tiempo, reducir su deuda. Este doble reto, mezclado con la caída de los márgenes por la crisis de consumo y por la competencia, incrementa los desafíos del sector. De ahí que varios de sus representantes, como France Télécom o Telecom Italia, coticen por debajo de su valor en libros, según datos de Bloomberg. En esta clasificación, Telefónica precisamente se desmarca, puesto que su capitalización actual, de 46.739 millones de euros, supera en 2,2 veces su valor contable. Como matizan los expertos, sus valoraciones actuales resultarían atractivas... si su negocio y las perspectivas que lo envuelven también lo fueran; y es ahí donde surgen las dudas. Los inversores son conscientes de ello y así lo demuestra que, desde el inicio de la crisis, el sector de telecos dentro del Bloomberg Europe 500 Index acumula una caída del 27%; sólo 12 de los 37 sectores del índice se comportan peor. 

Pero en el caso de la empresa española, la atención principal se sitúa en su situación financiera. Telefónica cerró 2012 con una deuda neta de 51.259 millones de euros que conducían a una ratio deuda neta/oibda (beneficio bruto de explotación) de 2,36 veces, por debajo de las 2,46 veces de 2011. Durante el pasado ejercicio, ya aligeró su deuda en algo más de 5.000 millones, un tijeretazo que este año, según el compromiso adquirido por la empresa, se prolongará para reducir esa carga hasta situarla por debajo de los 47.000 millones de euros. Todo ello mientras al mismo tiempo recupera la retribución al accionista, suspendida en 2012, con un dividendo en efectivo de 0,75 euros por acción, equivalente -a los precios actuales- a una rentabilidad por dividendo del 7,3%. 

O lo que es lo mismo, una cuadratura del círculo -recortar la deuda y recuperar el dividendo- de la que estarán muy pendientes las agencias de calificación. Por ahora, el rating de la compañía presidida por Alierta permanece en el bloque del grado de inversión -el que premia a los emisores más solventes-, pero no puede confiarse, porque sólo está a dos o tres pasos de caer al grado de especulación o bono basura -el que distingue a los emisores menos fiables-. Moody's le otorga una nota de Baa2; S&P, de BBB; y Fitch, de BBB+. Eso sí, las tres tienen esa calificación en perspectiva "negativa", con lo que podrían acometer una rebaja si la compañía no reduce su carga financiera. 

Sin embargo, el informe de Fitch destapaba la gran baza que sí puede hacer de Telefónica un caso singular dentro del sector: su presencia en Latinoamérica. En el primer trimestre de 2013, Telefónica Latinoamérica ya supuso el 51% de los ingresos consolidados, un bocado jugoso para sus competidores. También para AT&T. "Es el único motivo por el que situaría a Telefónica el punto de mira de una OPA y el que le sitúa por delante de sus competidores", asegura un analista.  

...pero se ha abierto la veda

Lo que no niegan los expertos es que la veda se ha abierto. El resultado de combinar la elevada caja que poseen muchas empresas estadounidenses y las atractivas valoraciones que presentan muchas compañías europeas ofrecen el terreno ideal para que comience un baile corporativo con el Atlántico por medio. "Cuanto más nos acerquemos hacia el fin de la crisis, y el inicio de la recuperación de la economía, más ruido habrá sobre operaciones corporativas. La noticia protagonizada por AT&T no será la última de este tipo", sostiene el director general de Renta4, Jesús Sánchez Quiñones. 

Tras cinco caídas consecutivas, las acciones de Telefónica parecían condenadas a entregar, por primera vez desde finales de febrero, la cota de los 10 euros. Pero no hubo un sexto descenso. Todo lo contrario: los títulos comenzaron la semana con una subida del 2,4% y alcanzaron los 10,27 euros. ¿El motivo de esta reacción? El supuesto interés de la estadounidense AT&T por la teleco española.