La Seda de Barcelona entra en concurso al ser incapaz de renegociar su deuda

La Seda de Barcelona ha presentado este lunes ante el Juzgado Mercantil de Barcelona la solicitud de concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo de refinanciación de un préstamo sindicado de 235 millones de euros para reestructurar su deuda, ha informado la compañía química a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha suspendido cautelarmente su cotización.

La empresa catalana ha justificado la solicitud de concurso argumentando que el proceso de reestructuración de la deuda es imprescindible para garantizar la actividad de la sociedad, y ha indicado que se ha presentado como medida para dar viabilidad al grupo y "como la mejor alternativa para proteger los derechos de todos sus acreedores".

Ha señalado que la voluntad de la compañía es presentar una propuesta de convenio a sus acreedores que garantice la salvaguarde de los intereses de los acreedores, así como de los accionistas y trabajadores de La Seda.

Los títulos de la Seda de Barcelona subían un 7,21% en Bolsa, hasta los 0,729 euros, antes de que la CNMV decidiera suspender cautelarmente su cotización.

De esta manera, se salda la batalla que han venido manteniendo el fondo estadounidense Anchorage, principal acreedor de la química catalana, y su mayor accionista, el grupo portugués BA Vidrio, por el control de La Seda. Hasta la semana pasada, la guerra estaba llamada a prolongarse hasta la Junta de Accionistas del próximo 26 se junio. 

Esta solución, a priori, beneficiaría a BA y su hombre fuerte, el también portugués Carlos Moreira, que se han opuesto de manera tajante a una refinanciación en las condiciones de derribo que pretendía Anchorage, ya que el fondo planteba una recapitalización de deuda que supondría diluir a BA y Caixa Geral, que los bancos asumieran el 80% del capital y que el propio Anchorage tuviese más 26% de La Seda, a cambio de un crédito con garantías de activos por valor de 40 millones.