Catalunya Banc necesita un nuevo plan de ajuste y otros 3.000 millones de fondos públicos

El Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) afronta el cambio de  presidente en Catalunya Banc, Adolf Todó, ante la tesitura de tener que inyectar más fondos públicos para sostener el negocio financiero de la antigua Caixa de Catalunya, según fuentes del sector financiero.

Según informa La Vanguardia, el FROB ha ofrecido la presidencia a Carlos Pla, ex presidente de Cajasur, catalán originario de Tortosa y excompañero de José Ignacio Goirigolzarri en el BBVA. El link con el actual presidente de Bankia es lo más valorado por el FROB, que si bien no puede, por impedimento de Bruselas, crear un gran grupo de banca pública, sí quiere coordinar las políticas de todos los bancos cuyo accionariado controla.

Carlos Pla debería afrontar un nuevo ajuste en Catalunya Banc, tal y como ya llevó a cabo en Cajasur e intentar vender la entidad, cuyas dos anteriores subastas acabaron en fracaso. Este nuevo ajuste supondría un nuevo ERE masivo en un banco que actualmente cuenta con 7.000 personas en plantilla.

Para solventar los viejos problemas el nuevo plan para Catalunya Banc pasaría por ceder nuevos activos problemáticos al Sareb, básicamente hipotecas minoristas a inmigrantes que ahora dañan el balance y disparan la morosidad, y volver a inyectar fondos públicos en Catalunya Banc. La nueva cifra que se maneja ronda los 3.000 millones.

Carlos Pla todavía no ha dicho que sí. Catalunya Banc celebrará consejo de administración ordinario el próximo días 28 de mayo. Sí para entonces Carlos Pla da el visto bueno a la operación, entonces se llevaría a cabo la sustitución, según han señalado fuentes financieras. Para la semana que viene está previsto que Todó se reúna con los responsables del FROB en Madrid. En principio, con el actual marco legal, Todó y su segundo el consejero del banco Jaume Massana se irían sin ningún plus por la rescisión de su contrato, por las limitaciones que se marcaron legalmente a los directivos de banca pública.

Desde la entidad catalana no se han hecho declaraciones. Por su parte, desde la Generalitat, a la que la decisión no se ha notificado, se han limitado a señalar que “el problema no es el equipo gestor, sino la crisis”. Pero la conselleria de Economía no ha querido apuntar nada más, ofendida en buena parte porque se le ha ocultado el relevo. 

Estrategia errática

Desde que entró en el capital de Catalunya Banc para evitar suquiebra la estrategia del FROB ha sido errática. Ha intentado vender la entidad dos veces y las dos veces ha suspendido el proceso por las exigencias de los compradores, que buscaban operaciones como la Cajasur, CAM o Banco de Valencia. Es decir, con Esquemas de Protección de Activos (EPA) o alternativas que supondrían cobertura de fondos públicos.

Por ahora Catalunya Banc ya ha recibido 12.000 millones de fondos públicos. Pero los resultados de 2012 fueron malos y sí hay que volver a ceder activos al Sareb se podría volver a incurrir en números rojos en el año en curso, en contra de lo que pretendía Tudó. En su último ejercicio, Catalunya Banc perdió 11.854 millones.

Venta de oficinas

Catalunya Banc ha puesto a la venta su red de más 300 sucursales fuera de Catalunya. Tras el traspasado de activos al Sareb el volumen de Catalunya Banc quedó en activos por valor 74.103 millones de euros. Cuando venda la red y vuelva a traspasar activos al Sareb el balance volverá a adelgazarse.

La próxima semana se hará público el informe de McKinsey sobre la banca pública. En él se aboga porque vuelva a ponerse a la venta Catalunya Banc que tras los nuevos ajustes se limitará básicamente al valor de su marca y a su arraigo en el mercado catalán.