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Copernicus, el casero amistoso de los 400.000 pisos embargados de la banca
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CUATRO EJECUTIVOS CREAN UNA SOCIEDAD PARA DIGERIR EL CRASH DEL LADRILLO

Copernicus, el casero amistoso de los 400.000 pisos embargados de la banca

La interminable crisis inmobiliaria ha golpeado de forma impune tanto a los ciudadanos que han perdido sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas como a

Foto: Copernicus, el casero amistoso de los 400.000 pisos embargados de la banca
Copernicus, el casero amistoso de los 400.000 pisos embargados de la banca

La interminable crisis inmobiliaria ha golpeado de forma impune tanto a los ciudadanos que han perdido sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas como a la banca que se ha tenido que quedar con más de 400.000 inmuebles a la fuerza. Un problema nacional que, por difícil que parezca, genera negocio para empresas como Copernicus Servicing.

Cuatro especialistas del sector financiero e inmobiliario han creado esta sociedad con la que se quiere ayudar tanto a los dueños de los pisos como a los bancos a gestionar un stock que les ha obligado a provisionar miles de millones contra sus cuentas de resultados. José Néstola, con cerca de veinte años en los mercados de capitales, es el presidente de una firma que cuenta con Enrique Martín Barragán, socio de banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Juan Uscola, abogado especialista en procesos concursales de Banco Popular, y Alejandro Sancho, procedente de la inmobiliaria de Banesto.

Este equipo ha creado una plataforma tecnológica con la que quieren desatascar el monumental colapso provocado por el derrumbe del ladrillo. Porque poco se conoce sobre qué pasa cuando un banco percibe que un cliente, ya sea un particular o un promotor, no le paga, si le ejecuta, si intenta llegar a un acuerdo para alquiler la vivienda, si le refinancia y, sobre todo, cuándo tiene que embargarle.

Por lo general, el expediente del director de la sucursal pasa al departamento legal, que inicia el proceso judicial para quedarse con el piso. Inmediatamente después, el caso cae en el área de recobro y posteriormente va a la de recuperaciones, que suele devolver el regalo envenenado. El director, preocupado por su día a día, recibe el encargo de vender la casa con el estímulo de cobrar una comisión, pero su falta de conocimiento del sector hace que el inmueble se pudra en el balance del banco.

Bancos morosos

Por ese motivo, las entidades financieras tienen más 400.000 viviendas en cartera, 82.000 de las cuales están en manos de la Sareb, el banco malo cuyo dueño es el Estado. Y sin contar el suelo improductivo. Solo Banco Santander consiguió en 2012 y por primera vez vender más pisos de los que le entraban por adjudicaciones a clientes. BBVA espera quitarse de encima 11.000 este año. Consecuencia de este desbarajuste es que muchos bancos se convierten en morosos porque dejan de pagar el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) y las comunidades de vecinos, lo que no deja de ser una contrariedad difícil de entender.

El sistema financiero tiene 200.000 millones adicionales en créditos dudosos. Un agujero que genera negocio para firmas como Copernicus, Centerbridge-Aktua, Finsolutia e Hipoges“A la banca le cuesta mucho gestionar este problema porque no es su negocio principal, que es tomar y prestar dinero. No saben si es mejor aceptar una quita o la dación en pago. No examinan la capacidad del deudor de hacer frente al préstamo ni las obligaciones que tienen si lo embargan”, explica Nestola, que además de ser durante ocho años consejero co-responsable de mercados de capitales y banca de inversión de Citigroup trabajó durante mucho tiempo en un banco japonés.

Ese conocimiento de lo que sucedió durante veinte años en el mercado inmobiliario del país nipón le hace tener claro que “la banca debe saber que el valor del activo se deteriora cada día que pasa. Les cuesta mucho dinero”, señala para indicar que se necesita una dedicación muy activa al problema.

“Es mejor una gestión legal amistosa porque muchos particulares, con 30.000 desahucios al año, cuando entregan sus casas las destrozan, se llevan los grifos, los enchufes, cortan cables, etc… Eso tiene un coste adicional muy alto”, argumentan los responsables de Copernicus.

“Con esta plataforma se hace un seguimiento de la cartera de activos problemáticos, el estado de cada caso, la actuación judicial, si se alquilan o se venden y a qué precios, la documentación legal, el pago de los impuestos, el catastro, las incidencias”, añaden. Además, para la banca es un alivio que un tercero haga esta sucia labor de reclamar las hipotecas, motivo por el cual la mayoría han vendido o están vendiendo sus filiales de recobro e incluso sus inmobiliarios.

Se trata, por tanto, de una gestión integral y amistosa de un asunto vital tanto para las familias, como para la banca y el sistema financiero, que tiene 200.000 millones adicionales en créditos dudosos. Un agujero que genera negocio para firmas como Copernicus, Centerbridge-Aktua, Finsolutia e Hipoges, las tres última en manos de inversores extranjeros.

La interminable crisis inmobiliaria ha golpeado de forma impune tanto a los ciudadanos que han perdido sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas como a la banca que se ha tenido que quedar con más de 400.000 inmuebles a la fuerza. Un problema nacional que, por difícil que parezca, genera negocio para empresas como Copernicus Servicing.

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