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Fondos monetarios y de renta fija, un espejismo que puede esconder pérdidas para el inversor
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SON LOS QUE MÁS CAPTAN EN EL AÑO

Fondos monetarios y de renta fija, un espejismo que puede esconder pérdidas para el inversor

“La renta fija no volverá a ofrecer durante un tiempo las rentabilidades que hemos visto lo últimos años. El rally se ha acabado”. Aunque esta es

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Fondos monetarios y de renta fija, un espejismo que puede esconder pérdidas para el inversor

“La renta fija no volverá a ofrecer durante un tiempo las rentabilidades que hemos visto lo últimos años. El rally se ha acabado”. Aunque esta es la frase más repetida por los expertos y las perspectivas para los bonos no son muy halagüeñas, los monetarios y los fondos de deuda están siendo los productos más vendidos este año.

De hecho, según los últimos datos de Ahorro Corporación, los fondos monetarios y de renta fija han registrado suscripciones netas por valor de 2.750 millones de euros en el primer trimestre del año. Es decir, un 78,7% del total captado por la industria (3.490 millones). Y eso pese a que los retornos del primer trimestre se sitúan de media en el 0,5% para los monetarios y deuda a corto plazo, y en el 1,5% para los de largo plazo.

El carácter conservador del inversor español es la excusa perfecta en la que se parapetan las entidades para explicar esta tendencia que poco beneficia a los partícipes. Sin embargo, la realidad es que, como se suele decir, la renta fija no es tan fija y las pérdidas pueden aparecer este año en las carteras si no se han seleccionado bien los fondos o si comienza a mejorar significativamente la situación económica.

“Las rentabilidades pasadas de la deuda no van a ser ni de lejos las futuras, el horizonte para los próximos 10 años es contrario”, asegura Félix López, director de Atl Capital, que explica que en Europa los tipos de interés son muy bajos y los bonos seguros casi no ofrecen rentabilidad, por lo que después de comisiones, los rendimientos van a ser muy bajos y “dependerán en gran parte del buen hacer del gestor”, subraya.

Correlación con los tipos de interés

Además, existe el riesgo de que repunte el precio del dinero, ya que cuando los tipos de interés suben, los bonos ya emitidos pierden valor (y viceversa). Por tanto, cuanto mayor sea el plazo del bono adquirido más expuesto está a las variaciones de los tipos de interés. En este sentido, dado lo bajos que están los tipos actualmente y que a medio plazo lo más probable es que se incrementen, la opción más adecuada son los vencimientos cortos. “En un entorno como el actual, los fondos con mucha duración pueden sufrir muchísimo”, detalla Iván Díez, country manager para España, Portugal y Andorra de Groupama AM.

Aunque los que invierten a muy corto plazo, como los monetarios, también lo tienen muy complicado. “Es lógico que lo monetarios puros (los que no invierten en depósitos o pagarés) estén dando rentabilidades muy bajas porque el Eonia (tipo de interés interbancario a un día) está al 0,07% y el Euribor a tres meses, al 0,21%. Este año, como mucho y si el gestor está aprovechando muy bien las oportunidades, pueden dar un 0,6%-0,7%”, subraya Díez.

Más pesimista aún es Juan Hernando, responsable de análisis de fondos de Inversis Banco. “Los monetarios puros llevan cuatro años con rendimientos cercanos al 0% y es probable que este año se repita la situación”, señala.

Comisiones desproporcionadas

Además, los monetarios suelen cobrar comisiones que se consideran elevadas y que se comen gran parte de la rentabilidad alcanzada. “Cualquier fondo que cobre un 0,6% de comisión es una barbaridad, y son casi todos”, subraya López. “Aunque estén bien gestionados, sólo la comisión acaba con la rentabilidad. Los monetarios ya no cumplen con los tres requisitos que buscaban los inversores: no son rentables y no son seguros en la medida en que hemos visto que pueden dar retornos negativos. Ya sólo son líquidos”, afirma Díez.

Otra cosa son, según señalan todos los expertos, los monetarios que sí invierten en depósitos y pagarés, que como renovaron las carteras el año pasado aún disfrutan de rendimientos de alrededor del 3%, lo que compensa las comisiones que cobran. “Hay muchos inversores que están apostando por este tipo de productos como forma de acceder a la depósitos con rendimientos más elevados, como también están invirtiendo en fondos de renta fija para tomar exposición a la deuda soberana española e italiana de forma diversificada y líquida”, comenta José María Luna, director de análisis financiero de Profim.

Y, por supuesto, también influye el perfil del ahorrador. “El inversor es conservador y percibe que la crisis de la economía real le toca directamente. No sabe disociar entre economía real y financiera y se pierde oportunidades”, considera Luna. “Al partícipe que viene de los depósitos no se le puede invertir en fondos con mucho riesgo”, subraya Hernando.

Díez, por su parte, apunta que puede responder en parte a una estrategia de pausa. “Invertir en estos productos es una forma de gestionar la liquidez o la tesorería, porque dan más que un repo. Es una manera de estar invertido a la espera de que se aclare la situación y decidan qué camino tomar”.

Lo que no ve tan claro son los fondos de rentas periódicas, que también están teniendo mucho tirón, debido a que el partícipe quiere recibir rendimientos palpables. “Debes tener el dinero invertido hasta una fecha predeterminda (o abonar la penalización de salida) y el precio del coste-oportunidad por tener un dinero cautivo no compensa. No puedes disponer de tu dinero para comprar activos más rentables o tratar de batir a la inflación si repunta”, concluye Díez.

“La renta fija no volverá a ofrecer durante un tiempo las rentabilidades que hemos visto lo últimos años. El rally se ha acabado”. Aunque esta es la frase más repetida por los expertos y las perspectivas para los bonos no son muy halagüeñas, los monetarios y los fondos de deuda están siendo los productos más vendidos este año.