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La amenaza de Abel Matutes forzó a IAG a disparar el precio de su OPA sobre Vueling
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EL EX MINISTRO PREPARABA UNA CONTRAOPA

La amenaza de Abel Matutes forzó a IAG a disparar el precio de su OPA sobre Vueling

La mejora de la OPA de International Airlines Group (IAG) por Vueling era algo que estaba cantado desde el mismo momento en que el consejo de

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La amenaza de Abel Matutes forzó a IAG a disparar el precio de su OPA sobre Vueling

La mejora de la OPA de International Airlines Group (IAG) por Vueling era algo que estaba cantado desde el mismo momento en que el consejo de administración de la ‘low cost’ catalana rechazó el precio inicial ofrecido por su eventual comprador. Eso, y la reticencia de los fondos de inversión presentes en el capital de Vueling, impulsaron a la multinacional hispano-británica a revisar la oferta casi desde un principio. Pero lo que verdaderamente concienció a IAG de su cicatero planteamiento y la razón final que motivó su ofensiva el pasado miércoles santo fue el oportuno 'chivatazo' que alertó a Willie Walsh sobre la posibilidad de que un empresario de rancio abolengo en el mercado turístico español pudiera estar preparando una contraopa sobre Vueling.

Los ‘servicios de inteligencia’ de la corporación nacida tras la fusión de Iberia y British Airways no tardaron en comprobar el perfil bajo el que se delineaba la figura de Abel Matutes, el antiguo ministro de Asuntos Exteriores y compañero en el antiguo Gobierno de Aznar del actual presidente de Vueling, Josep Piqué. El magnate ibicenco, uno de los grandes operadores en el mercado hotelero, es el actual presidente de la llamada Mesa del Turismo, el principal ‘lobby’ del sector y su dilatada hoja de servicios en la política española y europea suponían un riesgo demasiado elevado que IAG no estaba dispuesto a despreciar.  

Después de asegurar el control efectivo de Iberia con la renuncia de un hastiado Rafael Sánchez-Lozano, el sanedrín de asesores españoles que acompaña a Willie Walsh recomendaron al consejero delegado de IAG que se cuidara mucho de abrir otro frente con un hombre tan sagaz y poderoso como Abel Matutes, probablemente uno de los representantes de la vieja guardia del Partido Popular que todavía es recibido con galones en los cenáculos más próximos a Mariano Rajoy. En medio del conflicto inacabado de Iberia, lo último que ahora le faltaba a IAG era lanzarse con una guerra a OPA limpia por la conquista de Vueling.

Ni corto ni perezoso Walsh decidió entonces lanzar un órdago y subir de golpe y porrazo el precio por Vueling hasta los 9,25 euros, cifra situada en la parte alta de la horquilla que la empresa fusionada venía manejando para satisfacer las presiones de los fondos. El suelo de ese listón estaba situado en los 8,50 euros por acción frente a los 7 propuestos en la OPA anunciada el pasado mes de noviembre pero la necesidad de espantar a los potenciales competidores obligó a echar el resto a IAG. Matutes tendrá ahora que buscar alguna otra oportunidad en el mercado español si quiere hacer efectivas sus ambiciones en el sector del transporte aéreo.

El Sepla mantiene su rechazo al plan de reestructuración

La multinacional británica tiene hasta este miércoles para presentar la nueva documentación de la OPA a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) si bien el anuncio efectuado a través del hecho relevante publicado la pasada semana ya anunciaba algunos cambios sustanciales en la propuesta que son claves para entender la ‘generosidad’ del futuro dueño de Vueling. De un lado, la oferta ya no está supeditada a la adhesión del 90% de los títulos, sino que IAG se conforma con obtener un 4,16% que sumado al 45,85% que ya posee Iberia garantiza al grupo británico el control accionarial de la compañía ‘low cost’ con sede en El Prat.

La exclusión en Bolsa de Vueling ha dejado de ser una prioridad para IAG porque más importante que atraer a los fondos es alejar la amenaza de rivales como Abel Matutes, asegurando una estrategia corporativa que diversifique la operación del negocio y demuestre a los distintos agentes sociales de Iberia quien tiene realmente los mandos del grupo en España. A estos efectos hoy tiene lugar también la asamblea convocada por el Sepla para determinar la posición del colectivo de pilotos sobre el acuerdo de mediación propuesto por Gregorio Tudela.

De entrada, la recomendación de la sección sindical del Sepla a sus afiliados, cerca de 1.500 trabajadores, apunta a un rechazo rotundo de la propuesta. Las negociaciones de Iberia con los pilotos quedaron paralizadas el viernes de Dolores y los contactos han sido inexistentes a lo largo de toda la Semana Santa. Dicho en otras palabras, si un milagro no lo evita el Sepla quedará fuera del acuerdo de reestructuración previsto por la antigua compañía española de bandera.

La mejora de la OPA de International Airlines Group (IAG) por Vueling era algo que estaba cantado desde el mismo momento en que el consejo de administración de la ‘low cost’ catalana rechazó el precio inicial ofrecido por su eventual comprador. Eso, y la reticencia de los fondos de inversión presentes en el capital de Vueling, impulsaron a la multinacional hispano-británica a revisar la oferta casi desde un principio. Pero lo que verdaderamente concienció a IAG de su cicatero planteamiento y la razón final que motivó su ofensiva el pasado miércoles santo fue el oportuno 'chivatazo' que alertó a Willie Walsh sobre la posibilidad de que un empresario de rancio abolengo en el mercado turístico español pudiera estar preparando una contraopa sobre Vueling.

Abel Matutes Vueling