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Economía limita la capacidad de las cajas para cobrar dividendos de sus bancos
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LA NUEVA LEY DEL SECTOR SE RETRASA A FIN DE AÑO

Economía limita la capacidad de las cajas para cobrar dividendos de sus bancos

La nueva Ley de Cajas que prepara el Gobierno limitará la capacidad de las cajas de ahorros de cobrar dividendos de los bancos a los que

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Economía limita la capacidad de las cajas para cobrar dividendos de sus bancos

La nueva Ley de Cajas que prepara el Gobierno limitará la capacidad de las cajas de ahorros de cobrar dividendos de los bancos a los que han transferido su negocio, al exigir la aprobación del 75% del capital de éstos, según fuentes del sector. La medida afecta desde el inicio a CaixaBank y a los dos bancos de cajas que van a salir a cotizar, Liberbank y BMN, y en el futuro afectará a Unicaja e Ibercaja. Y ha sentado muy mal al sector, porque éste considera que dificultará atraer inversores en las salidas a bolsa o eventuales ampliaciones de capital. Por otro lado, la norma no se aprobará hasta finales de año, lo que da más tiempo a Isidre Fainé para simultanear la presidencia de La Caixa y CaixaBank.

El argumento con el que Economía justifica la limitación del dividendo es que así se evita que las nuevas fundaciones bancarias en que se convertirán las cajas descapitalicen a sus bancos en su propio beneficio, lo que puede dejarles en situación vulnerable y, en caso extremo, provocar un nuevo rescate con dinero público. Es decir, al necesitar el apoyo de los accionistas privados se establece una salvaguarda para la solvencia de estos bancos, que va en la dirección del último informe del FMI sobre la reforma financiera, en el que insiste en la restricción del dividendo entre otras medidas para fortalecer las ratios de capital de las entidades.

Pero este requisito no ha sentado nada bien a las cajas, en especial a las  que ya tienen bancos cotizados (La Caixa) y las que los van a tener a corto o medio plazo (Liberbank y BMN). Su queja es que van a tener mucho más difícil atraer inversores si no pueden garantizarles un pago de dividendo al exigirse un quórum tan alto, mayor que el exigido para cambiar la sede social (66%). Algunas fuentes sostienen que eso no es tan problemático porque los inversores que entren en estos bancos sólo tienen que votar a favor del dividendo junto a la caja. Pero otras advierten de que puede haber inversores más activistas que consideren que es mejor retener el dividendo para no poner en peligro la entidad en situaciones complicadas como la actual. En todo caso, tener que alcanzar un apoyo del 75% supone un riesgo.

Y ahí entre en juego otro elemento muy relevante para el sector: el fondo de reserva que tienen que crear las nuevas fundaciones que controlen más del 50% del banco con el que realizan su actividad financiera. Este fondo pretende ser un colchón adicional con el que las cajas puedan socorrer a sus bancos si registran un déficit de capital. Pero la única vía para dotarlo son los dividendos que cobre del banco, por lo que si no hay quórum suficiente para aprobar este pago, será imposible constituir el fondo. "Es una contradicción que por un lado quieran limitar el dividendo y, por otro, pretendan que las cajas constituyamos un fondo de reserva . ¿Con qué recursos se va a hacer?", plantean en una de estas entidades. Todavía no se ha estimado cuál será la cuantía de este fondo, que determinará el Banco de España. 

La Ley, para fin de año

Por ello, el sector agrupado en la CECA está intentando suavizar estos requisitos, pero las fuentes consultadas aseguran que Economía está decidida a mantener estas normas, con el respaldo de la troika (Comisión Europea, FMI y BCE). Del mismo modo, el ministro Luis de Guindos tampoco está dispuesto a ceder en otro de los puntos que más ha escocido al sector: la incompatibilidad entre ser consejero de la fundación y del banco, norma que perjudica especialmente a Fainé, que tendrá que elegir entre la presidencia de La Caixa y la de CaixaBank.

Ahora bien, el banquero catalán ha logrado una nueva victoria porque la ley no verá la luz hasta fin de año, según ha comunicado el Ministerio a las entidades. No se trata de un aplazamiento propiamente dicho, puesto que el Ejecutivo sólo anunció que se aprobaría "a lo largo del año", pero cuanto más tarde entre en vigor, más tiempo podrá simultanear Fainé los dos cargos. Una vez aprobada la ley, habrá un período transitorio de otro año más para que las cajas que ya ejercen su actividad de forma indirecta se transformen en fundaciones, lo que nos sitúa a finales de 2014 o principios de 2015.

Las otras victorias de La Caixa son que no tendrá que desprenderse de ningún porcentaje de CaixaBank, en contra de lo que se planteó inicialmente, y que no será supervisada por la Generalitat de Catalunya, sino por el Banco de España y el Estado. Por otro lado, la caja catalana posee el 73,8% de CaixaBank, con lo que alcanzar el 75% para aprobar la distribución de dividendo es muy sencillo en la actualidad. Otra cosa es si en el futuro se reduce su participación en el banco.

La nueva Ley de Cajas que prepara el Gobierno limitará la capacidad de las cajas de ahorros de cobrar dividendos de los bancos a los que han transferido su negocio, al exigir la aprobación del 75% del capital de éstos, según fuentes del sector. La medida afecta desde el inicio a CaixaBank y a los dos bancos de cajas que van a salir a cotizar, Liberbank y BMN, y en el futuro afectará a Unicaja e Ibercaja. Y ha sentado muy mal al sector, porque éste considera que dificultará atraer inversores en las salidas a bolsa o eventuales ampliaciones de capital. Por otro lado, la norma no se aprobará hasta finales de año, lo que da más tiempo a Isidre Fainé para simultanear la presidencia de La Caixa y CaixaBank.

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