El negocio de fabricar Coca-Cola en España vale 5.000 millones

Mañana viernes, la empresaria Sol Daurella debuta como nueva 'mujer fuerte' de la gran embotelladora de Coca-Cola para España, Portugal y Andorra. La rica heredera catalana dirigirá el primer consejo de administración del emporio industrial resultante tras la fusión de los siete fabricantes del refresco que había repartidos por la península, obligados a unirse en una sólo compañía por imperativo del gigante de la bebida para renovar las licencias como concesionarios.

Para asistir al estreno de esta nueva empresa, cuyo valor supera los 5.000 millones de euros, los fabricantes españoles comandados por la dama Daurella contarán con la presencia nada menos que del presidente mundial de Coca-Cola, Muhtar Kent, que con su visita al primer consejo de administración otorga el máximo peso institucional al bautismo de la nueva sociedad, cuya constitución ha estado tuteada y auspiciada desde la sede central de Atlanta.

La consecuencia de todo esto es la creación de un gigante de la alimentación llamado a cotizar en bolsa en cuanto las condiciones del mercado lo permitan. El grupo resultante facturará cerca de 3.000 millones de euros anuales, se convertirá en el primer grupo alimentario de España, superando incluso al negocio en nuestro país de multinacionales como Nestlé, y contará con 15 plantas embotelladoras en España y Portugal y una plantilla de unos 5.000  trabajadores. 

Como estaba previsto, la familia Daurella, que tendrá el 42% de la nueva sociedad gracias al peso de Cobega, el embotellador para Cataluña y Baleares, permitirá a Sol Daurella asumir la presidencia y colocar a uno de sus directivos de confianza, Víctor Rufart, como nuevo consejero delegado de la compañía. Por detrás, la segunda familia por importancia son los Gómez-Trenor, con algo más del 15%, embotelladores de la zona de Levante.

Castellanos se queda fuera

En la nueva sociedad, creada exclusivamente mediante la aportación de activos, hay pocas sorpresas. La única relevante es la ausencia del empresario Jaime Castellanos del flamante consejo de las embotelladores. El responsable del banco de negocios Lazard y de la aseguradora Willis era accionista minoritario de Casbega, el fabricante para toda la zona centro atendida desde Madrid, que estará representada por la familia Comenge.

La reorganización del negocio industrial de Coca-Cola en España obligará a reinventarse a cada una de las familias que sostenían cada una de las embotelladoras. En el caso de Daurella, su porcentaje del 42% no incluye su participación en Nespresso, así como las filiales que el grupo catalán mantiene en diversos países africanos, de manera que dividide su emporio, que en 2011 facturó 1.616 millones y le hizo ganar 87 millones, en Cobega Embotellador y Cobega Invest.

Aunque el proceso de unificación ha durado cerca de un año, el casamiento entre las distintas familias que se repartían el negocio de fabricar Coca-Cola desde principios de los años 60 no ha dejado por el camino rencillas insuperables. Buena muestra de ello es que mañana mismo, después de celebrar el primer consejo de administración, está previsto que Muhtar Kent, Sol Daurella y el resto de los consejeros asistan a una cena privada en el Teatro Real de Madrid.