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Rato y Castellanos, una relación comprometida
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EL CASO BANKIA DESVELA LOS SUCULENTOS CONTRATOS DE LA ENTIDAD CON LAZARD

Rato y Castellanos, una relación comprometida

La amistad entre Rodrigo Rato y Jaime Castellanos era conocida desde hacía mucho tiempo. Cuando el ex ministro de Economía abandonó el Fondo Monetario Internacional (FMI)

Foto: Rato y Castellanos, una relación comprometida
Rato y Castellanos, una relación comprometida

La amistad entre Rodrigo Rato y Jaime Castellanos era conocida desde hacía mucho tiempo. Cuando el ex ministro de Economía abandonó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2007, su amigo Castellanos le hizo un hueco en Lazard, el banco de inversión que presidía para España. Rato permaneció en la entidad hasta 2010, simultaneando ese trabajo con cargos de asesoramiento en el Banco Santander y en Criteria, el holding industrial de La Caixa.

La investigación sobre el caso Bankia que instruye en estos momentos el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, a raíz de una querella de UPyD para que se investigue la fusión de la entidad y su posterior salida a bolsa, ha demostrado que esos vínculos personales y profesionales continuaron a partir de 2010, cuando Rato asumió la presidencia de Caja Madrid, primero, y de Bankia, después. Y que han seguido después que el político del Partido Popular abandonara estos cargos de responsabilidad.

Esta semana, en su declaración como testigo, Castellanos ha revelado que el Consejo de Administración de Bankia contrató a Lazard para que sondeara el mercado en busca de candidatos para una posible fusión, ante el deterioro de sus cuentas. De hecho, la partida se aprobó en marzo de 2012, sólo dos meses antes de que Rato abandonara la entidad y de que el Ministerio de Economía decidiera nacionalizarla, tras detectar un agujero en su balance de 23.000 millones de euros. Bankia llegó a aprobar un presupuesto de 10,6 millones de euros para sufragar este servicio de Lazard, una cifra desorbitada para un banco que estaba a punto de despeñarse. La operación no llegó a realizarse pero el gasto quedó reflejado en la documentación incluida en el sumario del caso.

Además de este servicio, Rato también contrató a su antigua empresa para ordenar y dirigir la salida a bolsa de la entidad. La operación resultó ser un auténtico fiasco. Las participaciones de Bankia comenzaron a cotizar en julio de 2011 a un precio de 3,75 euros, pero en estos momentos su valor se aproxima a cero. Pese a ello, Lazard habría ingresado por estos servicios otros 12 millones de euros.

Rato también encargó a Lazard en 2011 la venta a Electricidad de Portugal (EDP) de su filial de energías renovables, Genesa, un acuerdo que de nuevo resultó ruinoso para el banco español, porque sólo ingresó una cuarta parte de lo que esperaba. Sin embargo, por este traspaso, el banco de negocios franco-estadounidense habría ingresado otros 10 millones de euros.

¿Trato de favor?

Castellanos rechazó ante el juez que todos estos encargos fueran consecuencia de la buena relación que le une con Rato y aseguró que Lazard tiene una larga trayectoria en el asesoramiento de entidades financieras. Pero otros datos que también aparecieron en su comparecencia cuestionan esta afirmación. 

Según admitió el propio Castellanos, Lazard pagó a Rato un fijo de millón de dólares al año durante el tiempo que estuvo bajo sus órdenes en el banco de inversión, entre 2007 y 2010. El contrato también incluía un complemento de salario en variable que el financiero no detalló. Para tratar de combatir las suspicacias que sus palabras generaban en el rostro de Andreu conforme avanzaba la declaración, el presidente de Lazard aseguró que el fichaje de Rato estuvo exclusivamente motivado por la gran experiencia y las buenas relaciones que el directivo tenía por su condición de ex ministro.

Pero tras mucho resistirse, Castellanos tuvo que confesar al juez que él y Rato comparten en la actualidad una sociedad anónima en liquidación y una comunidad de bienes que tiene en propiedad un local en un centro comercial de Alcorcón. El inmueble está alquilado en estos momentos a un supermercado de la cadena Mercadona. Con el dinero que ingresan por el arrendamiento pagan la hipoteca que suscribieron para financiar su adquisición. Este vínculo tampoco había trascendido hasta la fecha, y llamó de nuevo la atención de Andreu.

Primeros pasos del proceso

Con todo, a pesar de estos nuevos datos, el papel crucial que jugó Lazard en las operaciones que acabaron provocando el colapso de la entidad y los jugosos contratos que percibió de Bankia, ningún responsable del banco de inversión se encuentra imputado en la causa. Los únicos acusados, por el momento, son los 33 consejeros que ocupaban la dirección de la entidad en el momento de su nacionalización. Entre ellos se encuentra Rato y también el ex ministro Ángel Acebes y el ex presidente de la Comunidad Valenciana José Luis Olivas

No obstante, el proceso acaba de comenzar y Andreu puede ampliar en cualquier momento la nómina de imputados. UPyD ya ha anunciado que en los próximos días pedirá que testifiquen inspectores del Banco de España y nuevos directivos de Bankia. En función del resultado de estas comparecencias, las pesquisas judiciales, que por ahora se centran en la fusión y en la salida a bolsa de Bankia, podrían ampliar su radio de acción. Por lo pronto, Andreu ha exigido a Castellanos que presente cuanto antes en su juzgado todos los informes que ha realizado su firma de negocios para Bankia, acompañados de las facturas correspondientes. Con esta documentación, el magistrado podría decidir la imputación de Castellanos. Los dos amigos estarían de nuevo juntos, pero esta vez, en el banquillo. 

La amistad entre Rodrigo Rato y Jaime Castellanos era conocida desde hacía mucho tiempo. Cuando el ex ministro de Economía abandonó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2007, su amigo Castellanos le hizo un hueco en Lazard, el banco de inversión que presidía para España. Rato permaneció en la entidad hasta 2010, simultaneando ese trabajo con cargos de asesoramiento en el Banco Santander y en Criteria, el holding industrial de La Caixa.

Rodrigo Rato Jaime Castellanos