General Dynamics plantea despedir a 289 trabajadores de su fábrica asturiana

Cuatro meses después de que la multinacional norteamericana General Dynamics, propietaria de la empresa armamentística Santa Bárbara, prometiera a los 280 trabajadores de su fábrica de Oviedo que respetaría todos los puestos de trabajo si accedían a trasladarse a las instalaciones de Trubia (a ocho kilómetros de la capital asturiana), esta ha presentado un expediente de regulación de empleo para extinguir 289 miembros de su plantilla.

La decisión no sólo ha irritado a los protagonistas del despido, sino que ha creado un unánime malestar en las instituciones asturianas, que han reaccionado al unísono exigiendo a la compañía que cumpla los compromisos pactados, pero también reclamando al Gobierno que provea de fondos a Santa Bárbara remunerándole aquellas deudas que tiene consignadas.

La convocatoria de movilizaciones por parte de los empleados es un elemento inmediato de reacción, pero todo parece indicar que a las mismas se pueden sumar los grupos políticos e importantes sectores de la sociedad asturiana. El ERE afecta en toda España a unas 700 personas.

La noticia cayó como una bomba en Asturias, aunque muchos sectores ya se temían que la compañía estadounidense presionara con regulación de empleo al Gobierno de España para conseguir contratos y que el compromiso de General Dynamics con su plantilla de Oviedo era sólo un señuelo para conseguir más beneficios a menos coste.

No es de extrañar, pues, que la reacción de los cuatro grupos municipales, con el alcalde Agustín Iglesias Caunedo (PP) a la cabeza haya sido contundente, al demandar a los directivos de la fábrica una mayor imbricación con los problemas de la ciudad y, sobre todo, un comportamiento leal derivado del compromiso de mantener todos los puestos de trabajo por el traslado de la fábrica a Trubia.

A pesar de las críticas suscitadas en la Corporación Municipal por este incumplimiento, desde la institución local se ha querido también tender puentes y buscar soluciones constructivas que eviten el fatídico despido bicentenario. En ese sentido, y con el visto bueno de todos los concejales, ha instado al Ministerio de Defensa para que desbloquee los contratos, pagos y demás adjudicaciones que tienen pendientes con la empresa. Paralelamente, junto a los sindicatos, ya ha hecho un llamamiento a la población para que participe el viernes en un acto público en defensa de Santa Bárbara cerca de las instalaciones de Trubia.

Una iniciativa similar la ha presentado en el Congreso de los Diputados el parlamentario de Foro Asturias, Enrique Álvarez Sostres, instando al Ministerio de Defensa a que obligue a General Dynamics a cumplir sus compromisos. Por lo que parece, esta propuesta podría tener el respaldo político de todos los grupos de la Cámara, dado que proposiciones muy parecidas están siendo redactadas en Izquierda Unida y PSOE.

Desde el Gobierno asturiano, su presidente, Javier Fernández, se ha puesto en contacto con distintos representantes del Gobierno central para que remen en una dirección tendente a salvar el empleo en las fábricas armamentísticas. Es en este contexto en el que el consejero de Economía del Principado, Graciano Torre, ha enviado una carta a la dirección de la multinacional rechazando de manera tajante el expediente de regulación. "No entendemos que pueda haber razones estructurales que hayan modificado esta situación de una manera tan radical hasta el punto de aplicar un ERE de extinción", manifestó el consejero, al tiempo que reclamó a Santa Bárbara que mantenga el compromiso adquirido en octubre y solicite carga de trabajo a los responsables de la central de Estados Unidos.

También se reclama desde el Ejecutivo autonómico al Ministerio de Defensa que mantenga el contrato suscrito con General Dynamics para la construcción de 178 tanques del modelo Pizarro, de los que 122 están prácticamente construidos para evitar que se quede sin carga de trabajo. El departamento que dirige Pedro Morenés dio la orden a Santa Bárbara para que no produzca más tanques del citado modelo, comprometiéndose a abonar los que ya tiene fabricados. El consejero asturiano subrayó que "es fundamental mantener el programa Pizarro, aunque pueda dilatarse algo en el tiempo, para evitar el ERE de extinción anunciado.