El futuro de los mercados en 2013 se decide a golpe de 'touchdown'

Olvídense de la Reserva Federal, del tan temido ‘fiscal cliff’, de las rondas de estímulo o de los resultados empresariales. El futuro de los mercados para este 2013 se decide a pie de cancha en la 47 edición de la Super Bowl que se disputará este domingo al filo de la medianoche (hora española) desde el Mercedes Benz Superdome de Nueva Orleans. Uno de esos axiomas recurrentes de los mercados, que cuenta con un 80% de fiabilidad, vaticina que, dependiendo de la conferencia a la que pertenezca el equipo ganador, se producirá un ejercicio alcista o bajista en la bolsa.

Este año los dos equipos que se batirán en duelo por alzar el trofeo y llevarse el anillo de campeón son los San Francisco 49ers (integrantes de la National Football Conference, NFC) y los Baltimore Ravens (ganadores de la American Football Conference, AFC). La condición de esta ‘ley no escrita’ del mercado es muy simple. De los resultados históricos se extrae que siempre que el equipo que pertenece a la NFC se lleva el partido, el Dow Jones cierra un año en verde. Por el contrario, si el ganador pertenece a la AFC, las ventas se habrán impuesto durante el ejercicio en el índice de industriales.

Puede parecer un tanto arbitraria esta teoría, pero la realidad apunta a que en los últimos 47 años sólo ha tenido diez errores (el último de ellos en 2008) por lo que bien merece un voto de confianza. En siete de las últimas diez finales se ha cumplido la máxima y sólo en dos ocasiones en toda la historia se han encadenado dos o más fallos de forma consecutiva.

En 2012 el partido se disputó entre los New York Giants (NFC) y los New England Patriots (AFC) con victoria para los primeros. Esto se tradujo en un año alcista en el Dow Jones, que cerró con una subida del 7,26%. Hoy el índice de industriales estadounidense se apunta en lo que va de año más de un 6,8% y se mueve en la órbita de los 14.000 puntos, su nivel más alto desde octubre de 2007, antes de que estallara la actual crisis económica. 

Todas las apuestas están a favor de los San Francisco 49ers por lo que, si se cumplen los pronósticos, las bolsas del otro lado del Atlántico volverían a dibujar un año alcista. El desenlace tendrá lugar en apenas unas horas en uno de los eventos deportivos más seguidos en todo el mundo con casi 115 millones de espectadores, con los anuncios publicitarios más caros del mercado y un despliegue mediático y técnico que incluirá el concierto de Beyoncé y la actuación de Alicia Keys entonando el himno nacional.

Y si todo falla... siempre quedará el oro

Bien es cierto que el metal precioso cotiza lejos de sus máximos históricos en el entorno de los 1.660 dólares por onza. Sin embargo no deja de ser un buen pellizco para quienes consigan llevarse a casa el trofeo, que recibe el nombre de Vince Lombardi desde 1970 en honor del entrenador que ganó los dos primeros entorchados. Este galardón, diseñado por la firma Tiffany & Co, está fabricado en oro y plata y cuenta con más de tres kilos de peso y con un valor aproximado de 25.000 dólares. 

Además del trofeo, cada jugador recibe un anillo de campeón de oro blanco y diamantes en el que está grabado el nombre del equipo ganador y el número de la edición de la Super Bowl en la que se ha llevado el título. La NFL costea 150 anillos para cada equipo, con un coste aproximado de 5.000 dólares la unidad. La franquicia vencedora puede regalar anillos a quien quiera, repartiéndolos entre cuerpo técnico, jugadores, personal y directiva.