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Irlanda espera un empujón de la troika para abandonar su programa de ayuda
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ACCEDIÓ EN NOVIEMBRE DE 2010

Irlanda espera un empujón de la troika para abandonar su programa de ayuda

La tríada que forman la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI inició hoy en Dublín la novena revisión del rescate

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Irlanda espera un empujón de la troika para abandonar su programa de ayuda

La tríada que forman la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI inició hoy en Dublín la novena revisión del rescate irlandés al comienzo de un año en el que el Gobierno de Irlanda prevé abandonar el programa de ayuda.

Como en anteriores análisis, se espera que la troika dé el visto bueno a las medidas adoptadas por el Ejecutivo durante el último trimestre (noviembre-enero) para cumplir con las condiciones del rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuantificado en 85.000 millones de euros.

Entre ellas se incluye un nuevo plan de ajuste para este año valorado en 3.500 millones de euros con el que Dublín prevé rebajar su déficit público hasta el 7,5 % del PIB en 2013, después de cerrar 2012 en el 8,2 %, cuatro décimas por debajo del techo marcado en el rescate.

A diferencia de anteriores revisiones, ésta es vista, en caso de ser positiva, como el empujón que necesita Irlanda para regresar definitivamente a los mercados de deuda en busca de fuentes de financiación alternativas y abandonar al final del año el programa de ayuda al que accedió en noviembre de 2010.

"El apetito de los inversores extranjeros por la deuda irlandesa demuestra la confianza que tienen ahora los mercados en las reformas acometidas", aseguró a Efe el economista Alan McQuaid, de la consultora dublinesa Merrion, en referencia a las exitosas emisiones de deuda efectuadas por el Estado irlandés desde julio.

En su opinión, la troika volverá a certificar en esta ocasión "los progresos efectuados" para cumplir con los objetivos marcados por la UE y el FMI, aunque insistirá en que Dublín "debe hacer más para generar empleo y crecimiento".

"Será difícil compaginar las políticas de austeridad con las de crecimiento", apuntó el experto, dado que la tríada considera "inaceptable los niveles actuales de paro", cercanos al 15 %, y al tiempo "demanda reformas" en áreas clave como sanidad y prestaciones sociales.

Según McQuaid, la CE, por ejemplo, no quiere que el Gobierno siga reduciendo el tamaño del funcionariado "pues aumentaría la lista del paro", pero sí ve factible una reducción de las prestaciones sociales, que estima "demasiado generosas", así como una bajada de los salarios del sector público.

En un informe reciente, el Ejecutivo comunitario destacó que los sueldos de los médicos empleados en la sanidad pública irlandesa duplican a los de sus colegas del Reino Unido, una situación que se hace extensible a otros sectores financiados por el Estado.

La troika ve esta cuestión como una de las más espinosas ya que el acuerdo sobre salarios, firmado por el anterior Gobierno con los sindicatos en 2010, entorpece los avances en ese sentido, al tiempo que podría erosionar el amplio apoyo a las reformas que ha recibido hasta ahora el actual Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas.

Los inspectores también alertarán previsiblemente sobre una posible desaceleración de la economía nacional, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) podría crecer a un ritmo del 1,3 % durante 2013, cuatro décimas menos de lo esperado hace unos meses, según anunció hoy el Banco Central de Irlanda (ICB).

Al igual que hará la troika, el ICB recomendó hoy al Ejecutivo que evite la tentación de suavizar los ajustes presupuestarios ante las perspectivas de crecimiento y, en cambio, los acelere para "ganar terreno" y alcanzar, quizá antes de lo previsto, el objetivo de déficit público del 3 % marcado por la UE y el FMI para 2015.

El Gobierno irlandés, por su parte, seguirá insistiendo en la necesidad de que la UE cumpla con el ofrecimiento de un nuevo pacto de reestructuración de su deuda bancaria de 64.000 millones de euros, vista como un lastre para la política económica.

El Ejecutivo del conservador Enda Kenny insiste en que la recapitalización directa permitirá separar la deuda bancaria de la soberana, con el consiguiente efecto positivo para cumplir con el objetivo de déficit.

Durante los próximos nueves días, la troika examinará con el Ejecutivo de Dublín la marcha del programa de ayuda y presentará sus conclusiones el 7 de febrero en un nuevo memorándum de entendimiento.