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Agricultores y fabricantes se alinean con Cañete en su pulso a la marca blanca
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CRITICAN EL INFORME DE LA CNC

Agricultores y fabricantes se alinean con Cañete en su pulso a la marca blanca

Los bandos ya están formados. Después de que ayer martes la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) hiciera público su informe sobre la Ley para la

Foto: Agricultores y fabricantes se alinean con Cañete en su pulso a la marca blanca
Agricultores y fabricantes se alinean con Cañete en su pulso a la marca blanca

Los bandos ya están formados. Después de que ayer martes la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) hiciera público su informe sobre la Ley para la Mejora de la Cadena Agraria, adelantado el pasado lunes por este diario, algunas de las partes a las que se refiere el citado trabajo han dado un paso al frente. Los primeros en tomar parte han sido los sindicatos agrarios ASAJA, UPA, COAG y las patronales Promarca (principales fabricantes con marca propia) y Fiab (industrias de la alimentación y bebida), que han comunicado de manera conjunta su apoyo "sin fisuras" a la iniciativa legislativa del Ministerio de Agricultura.

Una vez descubierta la carta de la CNC, que prácticamente desacredita el trabajo de Agricultura y alerta, entre otros aspectos, del riesgo de ruptura d ella unidad de mercado, los partidarios del trabajo articulado por Cañete salieron ayer al quite. En primer lugar, sindicatos agrarios y fabricantes recordaron que la opinión del supervisor sobre el anteproyecto aprobado por el consejo de ministros en octubre y ahora en cauce parlamentario es sólo consultiva y no vinculante, por lo que reivindican la potestad de Agricultura, que retoma una iniciativa del mandato del PSOE, para regular "los graves desequilibrios que plantea la cadena alimentaria".

En opinión de los agraviados por la nueva hegemonía alcanzada por las grandes firmas de distribución y sus marcas blancas, el informe de la CNC "reconoce los principales problemas que hoy aquejan a este conjunto", como serían la "asimetría, falta de transparencia, prácticas potencialmente desleales y contrarias a la competencia", pero no comparte gran parte de las soluciones que propone para atajarlos, bien porque afecten a la seguridad jurídica o porque generen una burocratización del sector y terminen provocando efectos secundarios aún peores. 

En este sentido, la CNC es inflexible con el deseo de agricultores y fabricantes de que Agricultura acapare competencias sancionadoras, pues entiende que se trata de un acto desmedido de intervencionismo, dado que las relaciones contractuales están sujetas al derecho mercantil y ya existen referencias legales para evitar estas situaciones. El informe sí apoya, sin embargo, el hecho de que se incorporen estímulos para que los operadores de la cadena puedan denunciar las situaciones de competencia desleal o conductas comerciales abusivas que puedan tener lugar sin que por ello incurran en riesgos para su posición dentro del sector.

Para los firmantes del documento en apoyo a la iniciativa de Agricultura, ni el marco jurídico vigente (Ley de Defensa de la Competencia y Ley de Competencia Desleal) ni los esfuerzos privados entre patronales han supuesto avance alguno. Sindicatos agrarios y fabricantes celebran que la CNC reconozca la conveniencia de formalizar los contratos comerciales entre partes, pero no otras medidas complementarias, que a pesar del empuje de Agricultura choca con la opinión liberalizadora del Ministerio de Economía y de su secretaría de Estado de Comercio, reacios a que cualquier decisión que atente contra la unidad de mercado.

Puestas las cartas sobre la mesa, la batalla se libra ahora en el trámite parlamentario de la Ley de la Cadena Alimentaria. En este tiempo, es muy probable que todos los implicados descubran de manera pública las posturas que han defendido de manera soterrada durante meses. Esta situación ha dado lugar, por ejemplo, a la guerra de informes que ambos bandos ha presentado con el sello y aval de prestigiosas escuelas de negocios españolas, como ESADE e IESE, para hacer valer sus tesis ante el cambio que preparaba el Gobierno y de cara a la opinión pública, a la que este pulso llega de manera muy distinta a como la viven sus protagonistas. 

Miguel Arias Cañete