Almunia se opone a los planes de Medel y quiere que Caja España se subaste

Los planes del presidente de Unicaja, Braulio Medel, para hacerse con Caja España-Duero una vez saneada y recapitalizada se han topado con la oposición de Bruselas, según fuentes conocedoras de la situación. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, no ve con buenos ojos el intento de Medel de repetir la jugada de Ibercaja con Caja3, de la que dio cuenta El Confidencial la semana pasada, porque estima que la fusión de cajas castellano-leonesas debe seguir el mismo proceso que el resto de entidades nacionalizadas y ser liquidada o subastada en un proceso competitivo, no entregada a un comprador predeterminado.

En las últimas semanas se han intensificado los contactos de Medel con Economía y Banco de España para intentar sacar adelante su plan, pero el malagueño -acostumbrado a salirse casi siempre con la suya- se ha encontrado con un obstáculo mucho mayor, que es la Comisión Europea. La negativa comunitaria considera que Unicaja llega tarde puesto que no se trata de un proyecto cerrado, sino de una modificación del proyecto inicial, que era una fusión con Caja España-Duero (Ceiss), en la que la entidad andaluza se haría cargo del saneamiento de la castellana; eso sí, con unas ayudas públicas que podían llegar a 2.000 millones. 

Caso distinto es el de Ibercaja y Caja3, que han planteado este modelo desde el primer momento y cuyo proyecto de integración sí será aprobado, según las fuentes consultadas. Precisamente, lo que pretendía Medel era utilizar la vía abierta por la entidad aragonesa para aplicar el mismo modelo de adquisición postsaneamiento y recapitalización a su operación con Ceiss. Para ello, renunciaba a las ayudas públicas citadas.

Las fuentes consultadas aseguran que en Unicaja consideran muy endebles los argumentos de Bruselas y que continúan negociando para convencer a las autoridades comunitarias de que le permitan seguir adelante con su plan. En caso contrario, en la caja andaluza esperarán a conocer cuáles son las condiciones que establecen para la fusión para decididir si siguen adelante con ella o si la rompen definitivamente. Se supone que las conocerán el próximo miércoles, cuando la Comisión se pronuncie sobre los planes de recapitalización de las entidades del Grupo 2 (además de Ceiss, Liberbank, BMN y Caja3).

Ceiss pedirá sólo 600 millones

El pasado viernes, el Consejo de Ceiss aprobó un plan de recapitalización en solitario que plantea solicitar sólo 600 millones del rescate europeo, mientras que el resto, hasta completar los 2.063 millones de déficit de capital detectados por Oliver Wyman, vendrá del traspaso de los activos tóxicos al 'banco malo' y de las pérdidas de los tenedores de preferentes y deuda subordinada. El plan también contempla el cierre de 250 oficinas y el despido de unos 1.000 empleados.

Según la propia Ceiss, con este plan el Estado no tomaría la mayoría del capital de la entidad, pero es dudoso que esto se cumpla. En primer lugar, porque Bruselas se ha puesto muy dura con estas entidades y no es probable que apruebe este plan sin exigencias de capital adicionales. En segundo, porque también quiere que el dinero recibido del FROB 1 en forma de préstamo (525 millones) se convierta en capital, lo que supondría la nacionalización completa de la entidad y su consiguiente inclusión en el Grupo 1.

El tercer fracaso de Medel

Si las tesis de Bruselas se impone, será el tercer intento fracasado de que Unicaja salve a una entidad en apuros. El primero fue de CCM, que tuvo que ser intervenida y acabar en manos de Cajastur (hoy en Liberbank) ante la negativa de Medel a quedarse con ella pese a los intentos del Banco de España. El segundo fue CajaSur, con la que estuvo negociando hasta el último minuto, pero en la que las exigencias de la Iglesa -que controlaba la caja cordobesa- y las postura inflexibles de Unicaja provocaron otra intervención. Finalmente, fue subastada y vendida a BBK (hoy KutxaBank).

La primera opción de Medel para Ceiss era la ruptura de la fusión, dadas las elevadas necesidades de saneamiento de la fusión de Caja España y Caja Duero, y su impacto negativo en la cuenta de resultados de la entidad andaluza. Oliver Wyman le dejó sin su mejor baza para justificar esta ruptura al considerar que la entidad fusionada no tendría necesidades adicionales de capital, y, entonces, el presidente de Unicaja se escudó en los importantes requisitos impuestos por el gobernador Luis Linde a la castellana. Sin embargo, el supervisor quería evitar por todos los medios tener que nacionalizar otra entidad y subastarla después -y más tras la polémica venta del Banco de Valencia-, por lo que ha frenado la ruptura y ha negociado con Unicaja una alternativa.

Esta alternativa, a la que se opone Almunia, consiste en que Unicaja se quede con Ceiss, pero sólo después de que esta haya sido saneada y reestructurada por el FROB, que haya sido recapitalizada con el dinero europeo y que el propio FROB se haya encargado del ajuste de plantilla necesario para la reducción de capacidad que exige la UE a las entidades con ayudas públicas.