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Fomento presiona a Iberia por Latinoamérica: "Ni Franco se cargó el avión de La Habana"
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BÁÑEZ PROPONE EXPEDIENTES TEMPORALES DE EMPLEO PARA PULIR EL AJUSTE

Fomento presiona a Iberia por Latinoamérica: "Ni Franco se cargó el avión de La Habana"

“Ni Franco se atrevió a cargarse el avión de La Habana”, recuerdan estos días en los aledaños del Ministerio de Fomento para significar el estupor con

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Fomento presiona a Iberia por Latinoamérica: "Ni Franco se cargó el avión de La Habana"

“Ni Franco se atrevió a cargarse el avión de La Habana”, recuerdan estos días en los aledaños del Ministerio de Fomento para significar el estupor con que la titular del departamento, Ana Pastor, ha encajado la mala nueva del ajuste que Iberia pretende llevar a cabo en sus rutas deficitarias. Más allá de los recortes laborales, el Gobierno quiere hacer sentir al primer ejecutivo de International Airlines Group (IAG), Willie Walsh, la trascendencia que tiene para España la conectividad del transporte aéreo con Latinoamérica, probablemente el gran caballo de batalla del Plan de Transformación puesto en marcha por la antigua compañía de bandera.

Fomento ha conseguido una blanca Navidad después de que los sindicatos hayan desconvocado los paros previstos para el próximo viernes y toda la semana siguiente. El peligro ahora reside en que la cuesta de enero puede resultar muy tortuosa si los representantes de los trabajadores llevan a cabo su amenaza de trasladar los paros a después de Reyes, pocos días antes del deadline, o fecha límite, fijado por la dirección de la empresa para llegar a un acuerdo que, por ahora, se antoja imposible.

IAG ha agradecido el gesto, pero Willie Walsh no se ha movido un ápice de su posición inicial y ha dado instrucciones pertinentes a los directivos de Iberia para que se mantengan muy firmes ante las presiones que, a buen seguro, van a recibir desde distintos ángulos del Gobierno. La aerolínea española sabe que tanto el Ministerio de Fomento como el de Empleo, e incluso también el de Industria, van a exigir un esfuerzo negociador que ofrece muy poco margen dados los requerimientos que impone la casa matriz desde Londres.

Los responsables de relaciones laborales de Iberia mantienen desde hace días contactos más o menos informales con el departamento que dirige Fátima Báñez en un intento de pulir con sumo cuidado el recorte anunciado de 4.506 trabajadores, casi una cuarta parte de la plantilla formada por 19.500 empleados. El Ministerio de Empleo trata de persuadir a Iberia para que rebaje los despidos y complemente el ajuste con expedientes de regulación temporal (ERTE) siguiendo el modelo acordado por otras grandes compañías asociadas del sector, entre las que se incluyen Viajes El Corte Inglés.

La reestructuración de empleo provocó la lógica e inmediata reacción por parte de los sindicatos, unidos en una plataforma conjunta que integra a todos los colectivos de la empresa, tanto los de tierra como los tripulantes de cabina y los pilotos del Sepla. Pero, por encima de la oposición sindical, Iberia es consciente de que la partida se juega también a nivel institucional, y eso obliga a llegar a algún tipo de entendimiento con el Gobierno.

La moneda de cambio que puede aliviar las tensiones reside en la elaboración de un plan de futuro que el Ministerio de Fomento reclama con insistencia a Iberia como contrapartida a la reestructuración draconiana que IAG se propone llevar a cabo en su filial, tanto en lo que se refiere a la capacidad operativa como a los puestos de trabajo. Dicho plan tiene para el Gobierno una línea roja en el mantenimiento de las rutas a Latinoamérica, que se consideran elemento clave para que la marca España no siga sufriendo un hiriente deterioro en los mercados internacionales. De ahí la dureza del ministro de Industria, José Manuel Soria, cuando se lamentó públicamente ayer diciendo que “es inaceptable que para ir de España a La Habana tengamos que pasar por Londres”.

Iberia anunció el viernes que a partir de 2013 dejará de volar a Atenas, El Cairo, Estambul, Santo Domingo y La Habana. Al mismo tiempo se propone eliminar también las rutas directas a Montevideo y San Juan de Puerto Rico, que se servirán a través de otros aeropuertos del Cono Sur, en el primer caso, y desde Miami, en el segundo. Esta estrategia es la que ha encendido las alarmas en el Gobierno, representado por el Ministerio de Fomento en calidad de organismo regulador del transporte aéreo en España.

Ana Pastor teme que el abandono de estos mercados resulte irreversible desde el momento en que otros operadores no tardarán en aprovechar el hueco dejado por Iberia, y eso es algo que puede afectar gravemente a la reputación del país y, por ende, a la recuperación económica. El desafío de sacar a España de la crisis pasa también por Iberia y ahí es donde el Gobierno ha pedido a los máximos responsables de la aerolínea, empezando por Willie Walsh, que reconsideren se postura para evitar que la refriega sindical se convierta en un conflicto político de mayor alcance.

“Ni Franco se atrevió a cargarse el avión de La Habana”, recuerdan estos días en los aledaños del Ministerio de Fomento para significar el estupor con que la titular del departamento, Ana Pastor, ha encajado la mala nueva del ajuste que Iberia pretende llevar a cabo en sus rutas deficitarias. Más allá de los recortes laborales, el Gobierno quiere hacer sentir al primer ejecutivo de International Airlines Group (IAG), Willie Walsh, la trascendencia que tiene para España la conectividad del transporte aéreo con Latinoamérica, probablemente el gran caballo de batalla del Plan de Transformación puesto en marcha por la antigua compañía de bandera.

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