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El FROB intenta atraer inversores con dividendos y exención fiscal al 'banco malo'
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NEGOCIA CON BRUSELAS PARA PODER CONCEDERLOS

El FROB intenta atraer inversores con dividendos y exención fiscal al 'banco malo'

Economía y Banco de España están intentando atraer como sea a los grandes bancos para que participen en el capital del 'banco malo' (Sareb), ante la

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El FROB intenta atraer inversores con dividendos y exención fiscal al 'banco malo'

Economía y Banco de España están intentando atraer como sea a los grandes bancos para que participen en el capital del 'banco malo' (Sareb), ante la escasa disposición de estos a entrar en el proyecto. Para ello, el FROB está negociando con Bruselas dos peticiones del sector que ayudarían mucho a despejar el terreno: que este vehículo pueda pagar dividendos, algo que en principio no contempla su plan de negocio, y que esté exento de pagar el Impuesto de Sociedades. Así lo aseguran fuentes cercanas a Sareb, que, además, limitan las dificultades de captación de fondos a los 500 millones de capital puro que tendrá el vehículo, puesto que la deuda subordinada se está colocando sin problemas gracias a su elevada rentabilidad.

Como ha adelantado El Confidencial, el presidente de BBVA, Francisco González, se niega en redondo a entrar en el capital puesto que considera que “la participación en el banco malo contamina a los bancos buenos”, y Santander y la Caixa pretenden poner sólo 300 millones. Esta falta de compromiso -así como el rechazo frontal de los inversores internacionales- pone en peligro la entrada de accionistas privados antes de la fecha tope del 31 de diciembre, en la que deben traspasarse formalmente los activos de las cuatro entidades nacionalizadas (BFA-Bankia, NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Banco Valencia). De ahí que Gobierno y Banco de España estén intentando ofrecer ventajas a las entidades que las ayuden a decidirse.

Las dos ventajas principales que ha solicitado el sector se refieren a los dividendos y a la fiscalidad. El plan de negocio de Sareb contempla que no podrá repartir dividendos hasta que no repague toda su deuda, lo cual no ocurrirá previsiblemente hasta el final de la vida del vehículo, es decir, dentro de 15 años. Eso significa que los accionistas no recuperarán un euro de su inversión hasta entonces, lo que no resulta nada atractivo para los potenciales inversores. "Lo del dividendo es un tema crítico", explica una fuente de una gran entidad.

Además, la retención de beneficios incrementará el capital de Sareb año tras año, lo que significa que su rentabilidad (ROE, retorno sobre fondos propios) se desplomará con el tiempo. Según las fuentes consultadas, el ROE en los primeros años en que obtenga beneficios se aproximará al 40%, pero con el incremento del denominador de esta ratio (los fondos propios) caerá hasta niveles cercanos al 2% en los últimos años. La media será el 15% prometido por el Gobierno, pero los inversores no la cobrarán hasta el final de su vida. "Es mucho más interesante que reparta dividendo para que los bancos recuperen parte de su inversión cada año y para no sobrecapitalizar la sociedad, añaden en otra entidad.

En cuanto a la fiscalidad, lo que hace es agravar la situación anterior: el inversor no sólo no recupera su dinero, sino que además tiene que pagar impuestos durante esos 15 años, algo cuya solución sería declarar a Sareb exenta del Impuesto de Sociedades. "No hay ninguna razón para que tenga que pagar impuestos; al ser una sociedad semipública con un propósito específico, no es una empresa normal", según asegura una de las fuentes consultadas. Ahora bien, esta exención provocaría, a buen seguro, protestas por competencia desleal por parte del sector inmobiliario.

Como también adelantó este diario, los inversores extranjeros estarán exentos de tributar por los beneficios que obtengan de la Sareb en el Impuesto de la Renta de No Residentes, aunque realicen su inversión desde paraísos fiscales, algo que algunos medios interpretan como una invitación para que los grandes bancos españoles materialicen su entrada a través de sus filiales en otros países.

El problema es que ambas medidas no están en manos de las autoridades españolas, sino de las comunitarias. En especial, la referida a los dividendos, cuya prohibición es precisamente una exigencia de Bruselas, según las fuentes consultadas. En consecuencia, no va a ser fácil conceder las peticiones de la banca. No obstante, si la Comisión Europea ve que es la única forma de que el 'banco malo' salga adelante a tiempo, hay ciertas esperanzas de que dé su brazo a torcer.

El problema se reduce a 500 millones

Por otro lado, el problema del capital de Sareb es bastante más reducido de lo que parece, siempre según las fuentes. El FROB pretende que el 'banco malo' alcance un capital de 5.000 millones, el 8% de los aproximadamente 60.000 millones de activos que absorberá, es decir, unos 5.000 millones. De estos, un 51% como mínimo tiene que proceder de inversores privados para que la deuda del vehículo no compute como deuda pública. Es decir, hace falta que los accionistas independientes pongan 2.500 millones, de los cuales 2.200 tienen que estar listos antes de fin de año (para cubrir los 45.000 millones de las cuatro entidades nacionalizadas).

Ahora bien, de esta cantidad sólo una quinta parte es capital puro, mientras que las cuatro quintas partes restantes se suscribirán como deuda subordinada. Y esta deuda paga un 8% anual, así que está logrando una demanda muy importante por parte de aseguradoras y fondos de inversión. "Prácticamente se la quitan de las manos al FROB", asegura una fuente cercana al fondo de rescate bancario. Por tanto, el problema se circunscribe a sólo 500 millones de capital puro (equity), que se quedan en 440 antes de fin de año. Es decir, una cifra que podrían asumir perfectamente las entidades que se han comprometido a entrar -Santander, Caixa, Sabadell y Popular- aunque el BBVA mantenga su rechazo actual.

Economía y Banco de España están intentando atraer como sea a los grandes bancos para que participen en el capital del 'banco malo' (Sareb), ante la escasa disposición de estos a entrar en el proyecto. Para ello, el FROB está negociando con Bruselas dos peticiones del sector que ayudarían mucho a despejar el terreno: que este vehículo pueda pagar dividendos, algo que en principio no contempla su plan de negocio, y que esté exento de pagar el Impuesto de Sociedades. Así lo aseguran fuentes cercanas a Sareb, que, además, limitan las dificultades de captación de fondos a los 500 millones de capital puro que tendrá el vehículo, puesto que la deuda subordinada se está colocando sin problemas gracias a su elevada rentabilidad.

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