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"Los peores créditos nunca están entre los morosos, sino entre los refinanciados"
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ARISTÓBULO DE JUAN, EXDIRECTOR GENERAL DEL BDE

"Los peores créditos nunca están entre los morosos, sino entre los refinanciados"

Ante un aforo ilustrado, Aristóbulo de Juan contó ayer las verdades del barquero una vez más. El exdirector general del Banco de España en la década

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"Los peores créditos nunca están entre los morosos, sino entre los refinanciados"

Ante un aforo ilustrado, Aristóbulo de Juan contó ayer las verdades del barquero una vez más. El exdirector general del Banco de España en la década de los 80 participó ayer como ponente en las jornadas “El sistema financiero español: crisis y reforma”, organizadas por el despacho de abogados Linklaters. El que fuera uno de los cerebros en la sombra de la reforma del sector en los primeros años de la democracia sigue todavía en activo, explicando a quien quiera oírle su versión crítica sobre el saneamiento actual, que ha confundido básicamente la urgencia de dar liquidez con la de dotarla de flujos que la recapitalicen y la permitan recuperar su actividad de prestar dinero. Así de sencillo, así de simple.  

El veterano Aristóbulo de Juan tomó la palabra casi al final de una mañana en la que participaron como ponentes Antonio Sáenz de Vicuña (Banco Central Europeo), Matthew Kabaker (Centerbridge), Iñigo Berricano (Linklaters), Raimundo Poveda (exBanco de España), Jorge Sicilia (BBVA), Juan Guitard (Santander) y Andrés Rubio (Apollo), entre otros. En menos de un cuarto de hora, el ahora consultor independiente repitió de manera condensada su manual de recetas para resolver el saneamiento del sistema, afeando incluso con elegancia el papel de Oliver Wyman, con presencia entre los asistentes, o el exceso de transparencia de Economía, representada por el número dos Fernando Jiménez Latorre

Más que sostener un discurso agorero y pesimista, el mensaje de Aristóbulo "ante lo irremediable" es entusiasta. Sin embargo, De Juan insiste en repetir por escrito y de viva voz que la necesidad principal pasa porque la recapitalización proporcione flujos de capital a las entidades de crédito, de manera que puedan dar crédito a empresas y consumidores, y acceso al mercado mayorista de financiación. Hasta la fecha, en su opinión, las medidas que se han tomado no han contribuido a lograr este objetivo: ni el colchón de capital (buffer), ni los créditos refinanciados, ni las quitas (bail-ins), ni siquiera los CoCos, que mientras no se conviertan en capital son préstamos muy onerosos para las entidades.  

Hasta ahora, muchos de los parches puestos para sanear el sistema son flujos que no han permitido el acceso al crédito. Ni el carry trade ante la ventanilla del BCE, ni los apoyos vía deuda ni los beneficios obtenidos por las entidades se han traducido en los hechos reclamados por De Juan. Para el veterano supervisor hace falta incidir en acciones que contribuyan a disminuir el endeudamiento de los bancos, ya que en la medida que reduzcan su apalancamiento estarán dispuestas a conceder crédito. Y cuanto antes mejor, pues si no se corre el riesgo de perder un tiempo maravilloso y ya va para cuatro años, como recordó algún ponente anterior, en el que se han dejado pasar oportunidades de atajar el problema con contundencia.

Más allá de alabar el ejercicio de transparencia del Gobierno, Aristóbulo reprochó el aparente interés de Economía en rebajar la cifra del importe que se necesita. Más bien al contrario, subrayó que "hay que dejar la puerta abierta a poder utilizar hasta los 100.000 millones de euros comprometidos por la UE". Cuanto más mejor, ya habrá tiempo de devolver lo que no se necesite, ya que el verdadero saneamiento sólo puede realizarse con dinero en efectivo, como en el caso de CAM, adjudicada con una cobertura (EPA) que aportaba dinero (Fondo de Garantía de Depósitos) y no con garantías estatales.

Medidas necesarias

Por este motivo, por ejemplo, incidió también en la necesidad de hacer caja y subastar cuanto antes las entidades nacionalizadas, mientras que las entidades con problemas deben redimensionarse a través de la venta de activos que permitan reasignar estos activos y entregarlos a quien pueda consolidar. De esta manera, el 'banco malo' o Sareb sólo tendría que utilizarse para las entidades en las que el FROB tiene la mayoría del capital o ser el primero en capitalizar en caso de ser accionista minoritario, ya que si no serían los inversores privados los beneficiarios de las plusvalías.

Aristóbulo tiene claro, en realidad como gran parte del sistema de manera oficiosa, que "los peores créditos nunca están entre los créditos morosos, sino entre los refinanciados por los bancos a sus deudores". Y más allá del ladrillo, convertido en gran anatema, tal vez el verdadero agujero negro se encuentra en el resto de deuda corporativa que ha conseguido seguir adelante. Bajo esta premisa, creerse los resultados de las pruebas de estrés puede ser un ejercicio viciado de origen, más aún si como recordó el peor escenario contemplado en esos ejercicios es igual o mejor que la situación actual.

En cualquier caso, como resumen a su intervención, Aristóbulo de Juan puntualizó, cargado de sentido común, que "dejar pasar el tiempo hace que la situación de las entidades en dificultades se vaya deteriorando". El tiempo, necesario para acometer las reformas y ver el impacto de sus resultados, en sí mismo no es ninguna solución. Bajo este espíritu, conmino a los presentes al foro, casi todos agentes directos o indirectos del proceso de saneamiento, a completar de manera decidida el proceso en marcha, ya que "la peor estrategia es resolver la crisis a medias".

Ante un aforo ilustrado, Aristóbulo de Juan contó ayer las verdades del barquero una vez más. El exdirector general del Banco de España en la década de los 80 participó ayer como ponente en las jornadas “El sistema financiero español: crisis y reforma”, organizadas por el despacho de abogados Linklaters. El que fuera uno de los cerebros en la sombra de la reforma del sector en los primeros años de la democracia sigue todavía en activo, explicando a quien quiera oírle su versión crítica sobre el saneamiento actual, que ha confundido básicamente la urgencia de dar liquidez con la de dotarla de flujos que la recapitalicen y la permitan recuperar su actividad de prestar dinero. Así de sencillo, así de simple.