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¿'Think tanks' a medida? IESE y ESADE se enfrentan en torno a la marca blanca
  1. Economía
PRETENDEN MODIFICAR EL ANTEPROYECTO DE LEY

¿'Think tanks' a medida? IESE y ESADE se enfrentan en torno a la marca blanca

Pasan por ser dos de las principales escuelas de negocios del país. Cuentan en sus claustros con reputados profesores y especialistas en distintos campos del conocimiento.

Foto: ¿'Think tanks' a medida? IESE y ESADE se enfrentan en torno a la marca blanca
¿'Think tanks' a medida? IESE y ESADE se enfrentan en torno a la marca blanca

Pasan por ser dos de las principales escuelas de negocios del país. Cuentan en sus claustros con reputados profesores y especialistas en distintos campos del conocimiento. Incluso son referencia académica internacional por los postgrados que imparten. Sin embargo, en ocasiones, como en el debate existente en torno a la marca blanca, IESE y ESADE mantienen posiciones diametralmente opuestas, recogidas en estudios y trabajos realizados por encargo de las dos partes en conflicto, en este caso distribuidores, a través de sus respectivas patronales (ANGED, ASEDAS y ACES), y fabricantes de marca propia, representados desde la plataforma PROMARCA.

El penúltimo episodio de este duelo con tintes académicos ha tenido lugar recientemente. A comienzos de mes, la barcelonesa ESADE, la escuela de negocios fundada por los Jesuitas, publicó un estudio sobre las marcas de fabricante, en el que ponía de relieve su impacto económico y social, destacando su peso en el PIB nacional (6,8%). Ayer jueves, dos semanas más tarde, la réplica ha llegado de la mano de IESE, el veterano centro de dirección de la Universidad de Navarra (Opus Dei), que ha realizado un trabajo sobre la cadena agroalimentaria en España que viene a eximir a los distribuidores de ejercer una posición de dominio respecto a fabricantes y productores.

Esta concentración de estudios en apenas dos semanas no resulta casualidad. El pasado mes de octubre el Consejo de ministros aprobó el anteproyecto de ley por el que se pretende revisar la regulación existente en la industria agroalimentaria. Antes de que el texto legal inicie su trámite parlamentario, las partes afectadas se han movilizado para trasladar los mensajes que consideran pertinentes para defender sus intereses. Y para este fin, los dos bandos enfrentados, fabricantes de marca propia (Nestlé, Unilever, Coca-Cola…) y distribuidores con marca blanca (Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés…) han recurrido a dos reputadas escuelas de negocios.

En el caso de ESADE, con sede en Barcelona, capital donde se aglutinan gran parte de las multinacionales extranjeras de la industria agroalimentaria que operan en nuestro país, su trabajo con PROMARCA se remonta a varios años atrás (2008) como primera reacción de los fabricantes al vertiginoso ritmo con el que los productos de marca blanca comenzaron a ganar espacio en el mercado con el comienzo de la crisis. La duración en el tiempo de la actual coyuntura económica, que ya va para cinco años, ha agravado este enfrentamiento, ya que, además de la disputa por la cuota, el volumen de negocio a repartir entre todos los agentes es mucho menor.

Históricamente, los operadores comerciales se han agrupado en torno a tres patronales -ANGED, ASEDAS y ACES- para defender sus respectivas parcelas de actividad empresarial. Sin embargo, la intención del Ministerio de Agricultura de revisar la legislación sobre la cadena de la industria agroalimentaria, a priori para corregir la situación hegemónica que han adquirido los distribuidores, ha hecho que actúen de manera unificada, a pesar de ser entre sí acérrimos competidores y no compartir siempre los mismos intereses, como demuestra el trabajo encargado al IESE presentado ayer miércoles, que hace hincapié en que “la distribución minoritaria no es un sector especialmente concentrado”.

Mientras el consumidor extrema su sensibilidad al precio en la cesta de la compra, disparando así el consumo de los productos de marca blanca hasta una cuota record del 43%, los productores demandan al Gobierno su amparo para superar las dificultades a las que les ha empujado la crisis. Repartidos en casi un millón de explotaciones agrícolas, el primer eslabón de la cadena ve en los fabricantes y en los distribuidores a operadores con mayor capacidad para repercutir contra sus márgenes los cambios que la situación económica está impulsando en el modelo de la industria. Y para que Agricultura no cargue en exceso sobre alguna de estas partes, IESE y ESADE se baten el cobre.

Pasan por ser dos de las principales escuelas de negocios del país. Cuentan en sus claustros con reputados profesores y especialistas en distintos campos del conocimiento. Incluso son referencia académica internacional por los postgrados que imparten. Sin embargo, en ocasiones, como en el debate existente en torno a la marca blanca, IESE y ESADE mantienen posiciones diametralmente opuestas, recogidas en estudios y trabajos realizados por encargo de las dos partes en conflicto, en este caso distribuidores, a través de sus respectivas patronales (ANGED, ASEDAS y ACES), y fabricantes de marca propia, representados desde la plataforma PROMARCA.

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