Elvira Rodríguez hará su entrada triunfal en la CNMV este lunes

La plana mayor del equipo económico del Gobierno arropará este lunes a Elvira Rodríguez en su toma de posesión como presidenta de la CNMV. Luis de Guindos, en su calidad de ministro titular del organismo supervisor, así como su colega de Hacienda, Cristóbal Montoro y también el jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, están convocados entre otros altos cargos a una ceremonia que estaba siendo dilatada innecesariamente desde que el pasado 6 de octubre expiró el mandato de Julio Segura.

Ha sido la propia Elvira Rodríguez quien ha cambiado el guión de los burócratas que aconsejaban esperar a la inauguración del nuevo edificio que albergará el domicilio social de la Comisión de Valores en la calle Edison de Madrid a partir de noviembre. La nueva presidenta entendía que su entrada triunfal no podía fiarse a tan largo plazo y el  equipo de protocolo ha trabajado intensamente hasta cerrar un acuerdo de cortesía con IOSCO, la Organización Internacional de Comisiones de Valores, para que ceda su sede de la calle Oquendo y celebrar allí el singular acto de acogida con que tradicionalmente reciben la bienvenida los presidentes de la CNMV.

En el caso que ocupa, el Gobierno quiere además poner sordina a las aparatosas críticas, más ruido que nueces, procedentes de los distintos ámbitos partidistas que se han cebado atacando la filiación política de Elvira Rodríguez. La memoria selectiva de algunos dirigentes del PSOE les ha permitido olvidar que el primer presidente de la Comisión, Luis Carlos Croissier, había adornado previamente su historial como ministro de Industria con Felipe González. Y eso por no rememorar otros episodios de infausto recuerdo donde la intromisión de destacados dirigentes gubernamentales propició la dimisión de algún que otro presidente de la CNMV.

Elvira Rodríguez quiere hacer borrón y cuenta nueva en un momento de enorme presión para los mercados. A sabiendas de que su gestión va a ser observada con lupa, la nueva presidenta necesita hacer sentir la fuerza y el sello de una entidad que ha perdido gran parte de su cotización en el sistema español de supervisión financiera. Primero los problemas de salud que diezmaron la capacidad del anterior presidente en los dos últimos años y más recientemente la salida del vicepresidente Fernando Restoy con destino al Banco de España han dejado descabezada a una institución que, como la CNMV, tiene ahora que volver sobre los pasos perdidos para recuperar la mínima credibilidad que se exige al primer guardacostas de la playa bursátil.

La primera misión de la nueva presidenta tiene que estar dirigida a la configuración de un equipo técnico que, sin duda, existe dentro de la casa pero que, al mismo tiempo, debe ser leal y estar convencido de la necesidad de purgar algunas responsabilidades que no han quedado del todo resueltas. El escándalo de las célebres participaciones preferentes es algo que preocupa a Elvira Rodríguez desde el mismo momento que su nombre sonó como candidata para el cargo. Luego llegó la cascada de aspirantes, Belén Romana o Antonio Sáinz de Vicuña entre los últimos y más destacados, hasta que Mariano Rajoy decidió tomar cartas en el asunto para aclarar las ideas dentro del Gobierno acerca de la confianza que el presidente en persona ha depositado en la nueva titular de la CNMV.

Elvira Rodríguez tiene ante sí un importante desafío que exige cierto atrevimiento a la hora de reactivar los resortes atrofiados de una entidad aletargada durante los últimos años. Dentro de la Comisión ya se admiten apuestas sobre los cambios que habrán de sucederse a raíz de la toma de posesión oficial. El primero y más importante corresponde al futuro secretario del consejo, otro cargo vacante desde septiembre y cuya función es determinante para dotar de garantía jurídica a las complejas relaciones del supervisor y los supervisados. Elvira Rodríguez no lo va a tener fácil pero cuenta con una ventaja de partida y es que ella siempre ha querido y está plenamente dispuesta a ejercer su cargo; esto es, a ser, de verdad, la presidenta de la nueva Comisión Nacional del Mercado de Valores.