Es noticia
El Instituto Cervantes no llega a fin de mes: cierra y alquila sedes por falta de fondos
  1. Economía
TAMBIÉN HABRÁ MUDANZAS A INMUEBLES MÁS MODESTOS

El Instituto Cervantes no llega a fin de mes: cierra y alquila sedes por falta de fondos

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el de Economía, Luis de Guindos, comenzaron la legislatura enfrentados por capitalizar la Marca España. Apenas meses

Foto: El Instituto Cervantes no llega a fin de mes: cierra y alquila sedes por falta de fondos
El Instituto Cervantes no llega a fin de mes: cierra y alquila sedes por falta de fondos

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el de Economía, Luis de Guindos, comenzaron la legislatura enfrentados por capitalizar la Marca España. Apenas meses después, no hay dinero para impulsarla. Según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año próximo, el Instituto Cervantes no sólo tendrá que cerrar centros para cuadrar sus cuentas, sino que se verá obligado a alquilar parte de sus inmuebles para hacer caja e incluso mudarse a otros más modestos en enclaves como Londres. El organismo, quizás la principal punta de lanza del Gobierno para la promoción de España en el exterior, dispondrá de 83,77 millones en 2013, un 14% menos.

Los centros de Damasco, Curitiba, Recibe, Sofía y el Aula Cervantes de Nicosia cesarán sus actividades durante el año 2013”, expone Exteriores en su programa Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior, matizando que el ubicado en Siria ha tenido que anticipar el cierre en tanto la situación en el país “comprometía la seguridad del personal allí destinado”. El resto de clausuras se explica exclusivamente por las estrecheces financieras. “El actual contexto presupuestario obliga a racionalizar la presencia y las actividades del Instituto”, admite sin ambages el documento.

Y no acaba ahí. El departamento de García Margallo reconoce que el Instituto tendrá que gestionar a medio plazo una economía de guerra: habrá menos publicidad, se llevará a cabo una importante revisión de los gastos y se paralizarán proyectos. “Dada la significativa reducción del crédito para inversiones de cara a los próximos ejercicios, sólo se acometen los proyectos de máxima urgencia”, establece el programa. Por ejemplo, fuentes internas del Instituto aseguran a este diario que el curso ha comenzado con importantes recortes en las retribuciones a los profesores. Los Presupuestos contemplan 50,66 millones en gastos de personal para el año próximo, frente a los 61,31 millones de 2012.

Las necesidades llegan a un punto que el Cervantes tendrá que arrendar parte de sus sedes, e incluso implementar mudanzas a instalaciones más humildes. “El Instituto reducirá los espacios disponibles en varios de los centros mediante la puesta en práctica de una política de cesión remunerada de partes de sus edificios –explica Exteriores en su hoja de ruta para el año-. Así, otras instituciones españolas utilizarán espacios en las sedes de Río de Janeiro y Nueva Delhi, mientras que el British Council ocupará una planta del Centro de Varsovia. En el mismo sentido, tendrán que cambiar a instalaciones más pequeñas los Centros de Londres, Bruselas y Tel Aviv”.

Ni para renovar los ordenadores

Los Presupuestos para el año próximo rematan los procesos de ajuste en el Cervantes ya iniciados en 2012, ejercicio en el que no llegaba ni para renovar los ordenadores. “Se asumirá un mayor período de tiempo para la reposición de equipos informáticos y técnicos (equipos de traducción simultánea para los salones de actos y arcos de seguridad para las bibliotecas) y –un proyecto muy necesario para el Instituto Cervantes- se pospondrá el avance en la necesaria modernización de los equipamientos informáticos para las aulas de los centros del Instituto mediante la instalación de pizarras digitales”, exponía el plan. La escasez de las dotaciones también forzaba a aplazar las mejoras, renovaciones o traslados en una decena de centros, véase Casablanca, El Cairo, Estambul, Lisboa, Manchester, Orán, París, Roma, Tánger o Varsovia.

El ministro Margallo aseguró el pasado mes de abril, durante la toma de posesión del nuevo secretario general del Instituto, Rafael Rodríguez-Ponga, que la institución “debe ser el portaaviones de la lengua y la cultura en español”. Y añadió que el Cervantes es un elemento fundamental que permite “proyectar nuestros mejores activos y valores dentro y fuera de España”. Una reflexión que no ha evitado que el presupuesto del organismo para el año próximo enlace con niveles del año 2006 y 2007, cuando dispuso de 68,61 y 89,41 millones, respectivamente. Pese a la crisis, en los últimos cuatro años se había movido en torno a los cien millones de euros.

Ante este escenario, Exteriores se confía a las denominadas aulas Cervantes, plan B para los enclaves donde no existe presencia del Instituto pero sí demanda de enseñanza en español. Se trata de espacios creados en colaboración con universidades locales, a las que se dota de los recursos tecnológicos y didácticos para la enseñanza del idioma. “Debe tenerse en cuenta que, gracias a la tecnología, se puede decir que el Cervantes ha llegado a todos los rincones del planeta”, responde al mal tiempo el departamento de García Margallo. En todo caso, no todas iniciativas telemáticas sobreviven al ajuste. “Se revisarán los contenidos digitales, cancelando algunos proyectos, como Cervantes TV, que requieren un elevado volumen de recursos con una escasa respuesta de público”, zanja la hoja de ruta del Gobierno para 2013

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el de Economía, Luis de Guindos, comenzaron la legislatura enfrentados por capitalizar la Marca España. Apenas meses después, no hay dinero para impulsarla. Según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año próximo, el Instituto Cervantes no sólo tendrá que cerrar centros para cuadrar sus cuentas, sino que se verá obligado a alquilar parte de sus inmuebles para hacer caja e incluso mudarse a otros más modestos en enclaves como Londres. El organismo, quizás la principal punta de lanza del Gobierno para la promoción de España en el exterior, dispondrá de 83,77 millones en 2013, un 14% menos.