Es noticia
El supermercado más barato de Madrid
  1. Economía
E.LECLERC VALLECAS ES EL MÁS ECONÓMICO, SEGÚN LA OCU

El supermercado más barato de Madrid

La precariedad laboral, las cifras del paro y la subida del precio de los alimentos se han convertido en el terror de las economías domésticas, obligadas

Foto: El supermercado más barato de Madrid
El supermercado más barato de Madrid

La precariedad laboral, las cifras del paro y la subida del precio de los alimentos se han convertido en el terror de las economías domésticas, obligadas a apretarse el cinturón y reducir gastos. En esta política de recortes casera ocupa un lugar estrella el carrito de la compra.

Llenar la nevera es cada día más caro y los consumidores peregrinan de un supermercado a otro en busca del mejor precio. En Madrid, los que quieran encontrar el más barato tienen que ir hasta el barrio de Vallecas, que puede presumir de tener el hipermercado más económico de la región, según la OCU: el centro que tiene allí la marca E.Leclerc.

“¿Este es el más barato?”, pregunta incrédula una clienta habitual. “Eso lo dicen todos. Es verdad que tiene muchas ofertas, pero los supermercados que están por la zona tienen los precios parecidos”.

En lo que sí coincide la mayoría de clientes es en señalar las ofertas en productos frescos. “Este miércoles descontaban un 20% en la frutería y el jueves en pescadería”, apunta un matrimonio de jubilados. “Si lo ponen más barato que los demás y además te hacen un descuento, pues la pensión lo nota”, explica el hombre mientras señala un cártel que muestra el precio de tres kilos de patatas: 2,49 euros frente a los 2,68 que se gasta el cliente “comprando en otra tienda”.

Para fijar los precios los responsables de E.Lecrerc Vallecas van cada semana a comparar los precios de los supermercados de Lidl, Mercadona, Carrefour y Alcampo de la zona. 

placeholder

Dos marcas blancas para competir

“En su marca sí que se nota diferencia. Productos básicos como el arroz, la leche, el azúcar o los huevos merecen la pena”, reconoce un cliente que compra habitualmente productos de Eco+, la línea más económica de la empresa. Una joven interrumpe la conversación para dar su opinión: “Yo he comprado dos productos de esta marca y los dos los he tenido que tirar, el turrón de las Navidades pasadas estaba incomible”, sentencia.

Para los paladares más exquisitos está la Marca Guía. “No es tan económica pero la calidad es claramente más alta que Eco+”, reconoce la misma clienta, en un tono más condescendiente.

“Es en los productos de nuestras marcas donde podemos ser enormemente competitivos porque en firmas como Coca Cola, Ariel, Nestlé o similares, los precios son los mismos para todos los supermercados y cuando hemos intentado modificar el precio recomendado han dejado de servirnos”, indica el propietario.

El dueño del centro empezó reponiendo bebida

El hipermercado E.Leclerc Vallecas es una empresa madrileña cuyos propietarios, Pedro Vázquez y su esposa, pusieron en marcha hace menos de un año. “Yo trabajaba como reponedor y ahora sigo como responsable de la sección de líquidos y a mi mujer la puedes encontrar en la zona de textil cada día”, cuenta Pedro.

Él y su familia son los únicos propietarios del centro. “E.Lecrerc nos cede la marca y nos avala pero no intervienen de ningún modo más. Aquí no hay accionistas ni socios, de modo que no existe la necesidad de obtener grandes beneficios y eso nos permite ajustar más los precios”.

Uno de los aspectos de los que más orgulloso se muestra Pedro es la política de solidaridad que llevan a cabo los supermercados de la marca francesa. “Los centros somos independientes, cada uno negociamos los precios con los distribuidores de forma individual y gestionamos la tienda del modo que entendamos más adecuado. Sin embargo, existe una política común de solidaridad, que nos lleva a colaborar con el banco de alimentos de Cáritas o a través del patrocinio del deporte de base”.

La precariedad laboral, las cifras del paro y la subida del precio de los alimentos se han convertido en el terror de las economías domésticas, obligadas a apretarse el cinturón y reducir gastos. En esta política de recortes casera ocupa un lugar estrella el carrito de la compra.