El 'banco malo' subcontratará su gestión en vez de concedérsela a las cajas nacionalizadas

El Gobierno ha respondió un 'no' rotundo a la petición de las cajas nacionalizadas de gestionar la venta de los activos inmobiliarios que traspasen al 'banco malo', adelantada por El Confidencial. La razón es la oposición frontal de Bruselas a que los mismos que han creado el problema inmobiliario sean los encargados de solucionarlo, y su insistencia en que la sociedad en que se agrupen los activos tóxicos se desvincule totalmente de los entidades. Y lo que es más, no sólo quitará la gestión a las cajas sino que la adjudicará por concurso en vez de otorgársela al FROB, según confirman fuentes conocedoras del proceso.

Las entidades nacionalizadas, en especial las gallegas y catalanas, habían sugerido un esquema por el que el 'banco malo' firmaría acuerdos de gestión con las inmobiliarias de la cajas nacionalizadas -Bankia, NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia- que ya están dando salida a estos activos. Estos acuerdos serían homologados y marcarían las mismas políticas de gestión comunes para todos los bancos. Es decir, este tipo de banco malo unificaría la propiedad pero diversificaría la gestión.

Estas entidades sostienen que son quienes mejor conocen sus propios activos, por lo que son el vendedor ideal de los mismos. Además, insisten en que sus actuales gestores -José Ignacio Gorigolzarri en Bankia, José María Castellano en NovaGalicia, Adolf Todó en CatalunyaCaixa y el FROB en Banco de Valencia- no tienen nada que ver con los que las llevaron a la quiebra con su gestión, por lo que no están "contaminados" por la nefasta gestión de aquellos y están capacitados para dar salida a estos activos.

Sin embargo, Bruselas no ha escuchado estos argumentos e insiste en su actitud de no fiarse para nada de las entidades españolas. Por tanto, reitera que el 'banco malo' debe desconsolidar los activos completamente de éstas y ceder su gestión a alguien independiente sin relación con el sector bancario, según las fuentes consultadas. Una exigencia que se inscribe dentro de la línea de dureza para el rescate de la banca, que tiene su reflejo en las exigencias impuestas en el Memorando de Entendimiento y en la insistencia en que las entidades no viables deben ser liquidadas en vez de recibir fondos públicos (algo que rechaza Economía).

Más sorprendente resulta la decisión de subcontratar esta gestión del banco malo, en vez de encargársela a los asesores contratados para su diseño: Álvarez & Marsal, Nomura, Cuatrecasas y PwC. Pero las fuentes consultadas insisten en que se va a convocar un concurso para elegir a una o varias entidades que gestionen la venta de los activos tóxicos de la banca. En teoría, serán firmas especializadas en el mercado inmobiliario para tratar de dar salida a estos activos en pun plazo razonable. Del mismo modo, se contraharán valoradores independientes de los activos, aunque aún no está definido si serán los mismos que los gestores o diferentes.

El 'banco malo', patas arriba

Y es que, según las fuentes consultadas, el diseño del 'banco malo' marcha con un importante retraso y que esta semana se deben tomar las decisiones definitivas para que pueda aprobarse en el Consejo de Ministros del 24 de agosto, tal como se ha comprometido el titular de Economía, Luis de Guindos. "No hay nada decidido todavía y, hasta que no se tomen estas decisiones, no se puede empezar a trabajar en los distintos aspectos del vehículo", explica una de estas fuentes.

Entre las cosas que faltan por definir, se encuentra el perímetro del banco malo, es decir, qué activos se incluirán en el mismo. Está claro que entrarán los inmuebles adjudicados y el crédito promotor moroso y subestándar, pero no se sabe si se incluirán los créditos promotores refinanciados ('sanos' a día de hoy pero que seguramente entrarán en mora cuando venzan), otro tipo de crédito a grandes o pequeñas empresas, o incluso crédito hipotecario minorista moroso. Asimismo, tampoco está claro cuál será la valoración a la que se traspasen los activos, aunque fuentes de Economía insisten en que será superior a la de mercado y en que este vehículo tendrá hasta 10 años para venderlos.